viernes, 27 de diciembre de 2019

Que se vea!!!

Defensa anuncia que el Gobierno impulsará el contrato de los blindados 8x8 el próximo año

El director de la fábrica de armas de Trubia, Rafael Arenas; y el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, durante la visita a las instalaciones el pasado noviembre. / E. C.
El director de la fábrica de armas de Trubia, Rafael Arenas; y el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, durante la visita a las instalaciones el pasado noviembre. / E. C.

Santa Bárbara avisa que la pérdida del encargo radica en «un presupuesto que hace imposible cumplir el alcance de los pliegos». La ministra Margarita Robles afirma que el programa saldrá a licitación y tendrá «la máxima prioridad»

LBERTO ARCEOVIEDO.

La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, abrió ayer un nuevo horizonte para el futuro del contrato del VCR 8x8 Dragón. Uno incierto, por ahora, en el que no hay plazos concretos ni certezas industriales. Robles anticipó ayer que el Gobierno sacará a licitación pública el contrato de 2.083 millones de euros para producir los 348 Vehículos de Combate sobre Ruedas con «la máxima prioridad» después de haber rechazado la oferta de Santa Bárbara Sistemas por incumplir los requisitos técnicos y económicos de la base licitadora. Una decisión que ha puesto en jaque el futuro industrial de la villa de Trubia, donde la construcción de los modernos blindados para las Fuerzas Armadas habría engrosado las filas de la fábrica de armas con al menos 91 puestos de trabajo directos más durante los próximos ocho años.
«Este es un programa que no cae en el olvido, el año que viene le vamos a dar más impulso y más fuerza todavía», aseguró la ministra,. Lo hizo durante su visita de ayer al Ala 12 del Ejército del Aire, en la que añadió que el Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez siente «profundamente que una empresa como Santa Bárbara Sistemas, a última hora, haya dado marcha atrás y no haya cumplido el contrato».
Esta última frase ha sido la que ha generado más tensiones tras los muros de la gigante armamentística, filial en España de General Dynamics European Land Systems. Fuentes de la empresa confirmaron a este diario que «Santa Bárbara no se ha echado atrás: presentamos una oferta que cumplía en vehículos y presupuesto», aseveraron.
Una oferta «que ha sido rechazada» por el Ministerio de Defensa y que «no debería haber incumplimiento de contrato, porque no hay contrato», matizaron las mismas fuentes. «Estimamos que el problema radica en un presupuesto insuficiente que hace imposible cumplir el alcance y las soluciones definidas en los pliegos de prescripciones técnicas del 8x8», aseveraron.
Aun así, Robles subrayó el «compromiso firme, claro e inequívoco por parte del Gobierno» para «que el Ejército de Tierra cuente con unos medios seguros». Desde la multinacional reiteraron que «si bien el ministerio tiene capacidad para llevar a cabo el contrato a través de una adjudicación directa, Santa Bárbara peleará por el 8x8 en un proceso competitivo».
Por otra parte, la ministra en funciones también señaló que el contrato del 8x8 «va a ser bueno», pero «no solo para el Ejército de Tierra sino para la industria española y los puestos de trabajo», abundó. Una tesis que, por otra parte, deja entrever de nuevo la figura de Santa Bárbara Sistemas en el centro de la acción, ya que, según ha podido averiguar este diario, «es la única empresa en España con capacidad y mano de obra cualificada para realizar el encargo».
No en vano, Santa Bárbara adquirió la autoridad técnica del blindado 8x8 en los primeros coletazos del proyecto. En sus inicios, el vehículo tenía que ser 100% español, para poder exportarlo. Las opciones de producción, al menos en la Península, son tirando a limitadas.
La empresa y la Dirección General de Armamento venían celebrando reuniones periódicas durante los últimos meses para avanzar con las negociaciones y dar luz a una iniciativa que lleva doce años sobre la mesa. Las previsiones del ministerio pasaban por que el contrato estuviese firmado a final de año, y que la UTE formada por Santa Bárbara, Indra y Sapa comenzase la producción de inmediato.
Todo ello a pesar de que el Consejo de Ministros había aprobado en julio el techo de gasto para la adquisición de la primera fase del contrato, y de que Defensa había nombrado a la multinacional como «la única opción con capacidad industrial suficiente para atender el objeto del contrato» tras anunciar una posible adjudicación directa por motivos de «seguridad nacional».
Más tarde, la comisión encargada del proyecto, formada por la oficina de programa, el grupo de evaluación de costes y el área de gestión industrial, advirtió que la propuesta de la empresa, entregada el pasado 30 de octubre, no cumplía con los requisitos del pliego de prescripciones técnicas en sus apartados de plazo de ejecución, suministro de vehículos de serie y prototipos, y hasta el orden de producción de las trece configuraciones diferentes del blindado.
Desde el organismo militar también manifestaron que en la oferta de Santa Bárbara, desde el punto de vista económico, según afirman los informes, «no existe trazabilidad entre los documentos que la conforman, siendo esta un elemento esencial y fundamental para realizar su análisis económico», y que no recogía «ninguna partida económica asociada a riesgos» que asegurase la invariabilidad de los costes de producción en caso de imprevistos en el proceso.

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