jueves, 13 de octubre de 2016

Manualillos de Inversión ( 2 )

¿Cómo acabará el año el Ibex-35?


Acaba de arrancar el cuarto trimestre del año tras un tercero muy positivo, en general, para las bolsas, gracias a un verano tranquilo y alcista en el que ha sido posible recuperar niveles de forma intensa tras el trauma que supuso el 'Brexit'. También ha contribuido al positivo saldo del tercer trimestre (7,5 por ciento en el caso del Ibex-35) que en septiembre los índices hayan aguantado, a pesar de que, como señala Natalia Aguirre, de Renta 4, la volatilidad ha repuntado, primero por la decepción propinada por el Banco Central Europeo, al no ampliar los estímulos, lo que provocó ventas de deuda que se contagiaron a la renta variable. Ese trauma fue luego compensado por otros dos bancos centrales, el japonés y el americano, que calmaron a los inversores, el primero anunciando un control de la curva de tipos y el segundo, no subiendo el precio del dinero, ante la debilidad de los datos y después de que varios de sus miembros se hubieran mostrado partidarios de encarecer el precio del dinero. 
También han contribuido a elevar la volatilidad del mercado las dudas que han vuelto a surgir sobre el Deutsche Bank tras la multimillonaria multa que podría verse obligado a pagar. 
Superados más o menos holgadamente los obstáculos y los problemas del mes de septiembre, ¿cómo se presenta el último cuarto del año? Para Natalia Aguirre, en los pocos días que quedan hasta que se comiencen a presentar las cuentas del tercer trimestre, los mercados se moverán según sea la macro, porque ésta, a su vez, determinará lo que hagan los bancos centrales, con los que las citas más importantes tendrán lugar el 20 de octubre, con el BCE, y los primeros días de noviembre con la Fed, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, y después, en diciembre, cuando tendrán lugar las reuniones que más expectativas generan, sobre todo en Estados Unidos. Además, los datos económicos pueden ayudar a anticipar lo que puede ocurrir en próximos trimestres con los resultados empresariales y a medir si los ratios actuales son caros o baratos. 
Pero además de éstos, hay muchos más frentes abiertos para los tres próximos meses: como el de Deutsche Bank, que sigue sin resolverse, el referéndum italiano y la situación del sector financiero del país, las elecciones americanas, las austriacas, de las que podría resultar vencedor un partido de extrema derecha y, por supuesto, la política española. Lo que lo complica todo, como señala Aguirre, es que muchos de estos acontecimientos son binarios, o salen bien, o salen mal, y cualquier cosa que sea perjudicial para los mercados puede tirarlos a la baja. Pero, en su opinión, las recogidas de beneficios que puede haber tras las malas noticias serán oportunidades de compra con vistas al medio y al largo plazo. Esta analista, por todo ello, dice que dar un cierre de año para el Ibex sería aventurar demasiado y sólo apunta que, a doce meses, el precio objetivo del selectivo, según sus cálculos, estaría en los 9.500 puntos. «Otros años era menos complicado, ahora hay muchos frentes abiertos», asegura.
Dentro de una horquillaPero hay expertos que, por el contrario, sí marcan qué puede hacer el Ibex-35 de aquí a final de año. Así, Luis Lorenzo, de Dif Broker, comenta que el indicador seguirá moviéndose entre los 8.500 y los 9.000 puntos de aquí a final de año y apunta que quizás el cierre de ejercicio esté más cerca de la parte baja de la horquilla que de la parte alta, debido al peso del sector financiero, que no encontrará respiro a la presión en sus márgenes con una subida de los tipos de interés en Estados Unidos puesto que, en su opinión, la situación de la economía americana no permitirá un encarecimiento del precio del dinero. Si la subida de tipos sería una buena noticia para Lorenzo, otros analistas creen que no será un elemento que influya mucho en el mercado. De todas formas, en opinión de Lorenzo, entrar largo en el mercado ahora entraña más riesgo que hacerlo corto o que quedarse al margen. Lorenzo apunta, además, que si bien los resultados pueden ser positivos, no serán suficientes como para justificar un mercado muy alcista. Y recuerda que en octubre suelen hacerse los mínimos del año y que por delante se encuentra pendiente de resolución la crisis de Deutsche Bank, así como las elecciones americanas, los debates electorales y las encuestas, que pueden tener capacidad de mover al mercado. Hablando de las elecciones americanas, Nicolás López, de MG Valores, comenta que hasta ese momento, hasta el 8 de noviembre, el Ibex-35 seguirá atascado. A partir de entonces, en su opinión, los mercados pueden comenzar a recuperar niveles sobre todo si su resultado es favorable y, a continuación, vuelve la confianza respecto a la mejora de los resultados empresariales. En cuanto a los problemas de la banca, tanto de la italiana como de la alemana, López cree que ya está recogido en los precios que ambos asuntos están pendientes de resolución. Por tanto, opina que ya muy negativamente no puede afectar a las cotizaciones, mientras que una solución puede ayudar a que los índices bursátiles ganen posiciones. «Son factores que están frenando la recuperación de la bolsa, pero no van a empeorar, por lo que, cuando se resuelvan, la renta variable tirará al alza», comenta López. Así, confía en que el Ibex-35 puede terminar el año en los 9.300 puntos. 
Ése es el mismo objetivo que plantea Jesús de Blas, de Crédit Agricole-Mercagentes, lo que le convertiría a este año en decepcionante para los inversores. Pero, en opinión de este experto, ese nivel, los 9.200-9.300 puntos, sólo se lograría con permiso de las elecciones americanas puesto que, dice, si sale elegido Donald Trump, las consecuencias en los mercados pueden ser parecidas a las del 'Brexit'. «Es un tema lo suficientemente importante como para llevarse todo por delante», asegura, y puede devolver a los mercados a mínimos, en su opinión. Como López, cree que la banca no tiene gran poder desestabilizador, puesto que los precios ya asumen lo peor. Mientras que para Luis Lorenzo lo que no va a mover al mercado va a ser EE.UU., porque ya se es consciente de que los políticos no tienen tanto poder como parece.
más riesgo a la baja 
En todo caso, De Blas cree que hay más potencial de decepciones que de sorpresas positivas. En este sentido, el mercado no se tomaría bien, en palabras de Jesús de Blas, cualquier acontecimiento que ponga en cuestión el 'statu quo', como un 'no' a la reforma constitucional en Italia a principios de diciembre, puesto que podría llevarse por delante al Gobierno de Matteo Renzi, y convertirse en un indicador adelantado de la popularidad del heterodoxo Movimiento Cinco Estrellas en unas elecciones que vendrían a continuación. Así, Óscar Germade, de BNP Paribas Personal Investors, explica que en su firma preocupa más la cuestión italiana, tanto la resolución de su crisis bancaria como el referéndum, que las elecciones americanas. «Para el Ibex-35 será más importante lo que ocurra en Italia que lo que pase en Estados Unidos», afirma. Germade confía en que el Ibex-35 puede empezar a buscar los 9.360 puntos de aquí a final de año para a continuación atreverse con los 9.800 puntos ya en 2017. 
Aunque, antes de prestar atención a Italia, quizás haya que hacerlo a España. ¿Cómo puede afectar la creación por fin de un Gobierno aquí? Los últimos acontecimientos en el PSOE pueden acercar esa posibilidad. Según Germade, «tener un Gobierno ayudaría a la bolsa», pero según De Blas, aunque sería bien recibido por el mercado, el avance no sería espectacular. Si finalmente no se consigue formar un Ejecutivo y hay que ir a unas terceras elecciones, sí puede haber algo más de incertidumbre en el mercado. De la misma opinión es Victoria Torre, de Self Bank, que cree que si continúa el bloqueo durante un tiempo más, el mercado puede comenzar a temer una desaceleración en España. Ya se observan síntomas de ello, dice.
La política española, pues, puede seguir frenando al Ibex-35, aunque no llegue a generar fuertes caídas. Además, para Germade, el mercado va a seguir pesado mientras no se cierre la incertidumbre sobre el Deutsche Bank, pero a la vista de que es cada vez más sensible a ese problema, confía en que se tomen medidas para resolverlo, para preservarlo. 
¿Caída hasta los 8.000?
Victoria Torre también recomienda no pasar por alto los problemas del sector financiero a nivel europeo y la especial vulnerabilidad que presenta el selectivo español a los virajes bajistas de las acciones bancarias. Apunta que los 8.000 puntos han sido un nivel de soporte importante, pero no descarta que se perfore y, en ese caso, el siguiente nivel a vigilar estaría en los 7.500 puntos. De todas maneras, para esta experta, el precio objetivo del índice sumando los precios objetivos de sus acciones estaría en los 9.600 puntos. En opinión de Germade, los niveles que debería mantener para continuar los repuntes serían el entorno de los 8.400 puntos, en primer lugar, y los 8.230 puntos, a continuación.
Pingarrón cree que puede perforar los niveles que apunta Germade, porque opina que a corto plazo puede haber una corrección que lleve al índice hasta los 8.000 puntos para luego rebotar hasta los 9.000, con permiso, una vez más, de las elecciones americanas. Un triunfo de Trump impediría un cierre en los 9.000 puntos y lo acercaría a los 8.000 o incluso por debajo de esa cota, en opinión de este experto, pero sin, seguramente, llegar a los mínimos del año. Un mal resultado del referéndum italiano provocaría caídas puntuales, pero no sería la excusa para un cambio de tendencia en el mercado. 
Mucho más pesimista se muestra Roberto Moro, de Apta Negocios: cree que el índice cerrará el año en los 8.000 puntos, pero no sin antes registrar una fuerte caída que le puede llevar a los 7.100 puntos, debido a que a los índices americanos les toca corregir y ello va a arrastrar al resto de mercados.
¿Por qué valores apuestan los analistas para terminar el ejercicio? 
Natalia Aguirre, de Renta 4, apuesta por Santander y Telefónica, dos valores muy castigados, pero con valor no reconocido; Dia, que considera en precios de compra; así como Meliá y Endesa, este último porque da estabilidad a la cartera. Óscar Germade, de BNP Paribas Personal Investors, comenta que si la bolsa sube, lo que más correrá será la banca, pero por el momento su firma se inclina por compañías en las que se pueda estar más tranquilo, como Cellnex, Amadeus, Aena, Inditex y Gamesa. Para Victoria Torre, de Self Bank, buenas opciones serían Inditex, Grifols, Acciona, Dia y Ferrovial. Y para Luis Lorenzo, de Dif Broker, podría apostarse por compañías fuertes, como Inditex, así como por empresas del sector eléctrico, Gas Natural y energéticas, como Repsol y Técnicas Reunidas.

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