domingo, 25 de septiembre de 2016

Las salidas, según Podemos...

Podemos discute tres opciones sobre la investidura de Pedro Sánchez

El candidato del PSOE parece dispuesto a intentar otra vez ser presidente del Gobierno y en el partido de Pablo Iglesias se plantean el mejor escenario para evitar las terceras elecciones o llegar a ellas en las mejores condiciones
Pablo Iglesias, de esmoquin, y Sánchez sin corbata, en los Goya
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, en los Goya. EFE

Las elecciones vascas y gallegas del domingo pueden marcar un punto de inflexión en la partida política que dirimirá si hay Gobierno o terceras elecciones. La dirección de Podemos sopesa sus posibilidades, evalúa qué opción les dejará en mejor posición en caso de que haya legislatura y qué postura les llevaría en mejores condiciones a unas hipotéticas terceras elecciones. Al análisis táctico se suman las disquisiciones estratégicas. Y además las posiciones ideológicas.
Sobre la mesa, hoy por hoy, hay dos opciones. Si lo vuelve a intentar Mariano Rajoy no hay duda: Podemos votará no. El secretario general, Pablo Iglesias, suele presumir de que su grupo es muy claro al respecto y de que nadie duda de cuál sería su posición si el candidato del PP pide la confianza de la Cámara Baja.
Pero, ¿y si el que va a la investidura es Pedro Sánchez? ¿Qué posición adoptarían los diputados de Podemos? En el seno del partido se plantean tres escenarios: Gobierno de coalición,  sí condicionado o un  sí incondicional. Cada postura tiene sus pros y sus contras, sus defensores y detractores. Y sus consecuencias.

Gobierno de coalición: la opción de Pablo Iglesias

Es la propuesta mayoritaria, al menos de momento. La que se defendió tras el 20 de diciembre y se presentó en aquella rueda de prensa del 22 de enero que tanto molestó en el PSOE y cuyas repercusiones se dejaron notar en los comicios del 26 de junio.
Es la postura del secretario general, Pablo Iglesias, y de su equipo, la que defienden en público y la que se impuso de forma abrumadora en la consulta realizada entre los inscritos de Podemos antes de la fallida investidura de Pedro Sánchez. Sería también la que situaría a Podemos "en pie de igualdad" con el PSOE, tal y como ha pedido la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero.
La tesis es sencilla: solo un Gobierno compartido entre el PSOE y Podemos daría garantías a Iglesias de que Sánchez cumpliría los acuerdos alcanzados. El líder de Podemos no se fía de los socialistas y recurre, en público y en privado, a ejemplos del pasado para explicar su postur, como la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. Cuando estalló la crisis, el socialista aprobó con el apoyo del PP los ajustes y reformas legislativas.
Otra defensa de este modelo es que se evitaría el temido uso del comodín de la pinza. Un Podemos fuera del Gobierno, creen quienes defienden esta posición, sería sistemáticamente culpado de los problemas del Ejecutivo para sacar adelante sus proyectos sin la ayuda de un PP que estaría volcado en ser la oposición real. 
La diferencia con la pasada intentona de Sánchez es que Podemos no va a plantear una propuesta de máximos, como su oferta de Gobierno del cambio de enero. Al menos de momento, no hay nombres ni cargos asignados.
Iglesias recibiría la ayuda de Compromís para poner en marcha esta opción. La coalición valenciana quiere hacer de intermediaria entre Podemos y el PSOE.

'Sí' condicionado y oposición: la vía de Teresa Rodríguez

Tras las elecciones del 26 de junio se reunió el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el máximo órgano entre asambleas del partido. La secretaria general en Andalucía, Teresa Rodríguez, fijó una opinión distinta a la del máximo dirigente. Tal y como explicaba a eldiario.es el martes, Rodríguez teme que "un nuevo Gobierno del PP, ahora o tras las terceras elecciones, pueda implantar definitivamente sus contrarreformas".
Su apuesta pasa por "forzar al PSOE a que plantee una alternativa" que les obligue "a cumplir con los compromisos que han adquirido en las campañas". ¿Qué compromisos?: "La derogación de la LOMCE, de la ley mordaza, la ley Montoro y la reforma laboral o subir el SMI". ¿Y después? "Votar a favor de Sánchez y ejercer la oposición en el Congreso y en la calle".
Y así lo manifestó en el órgano de dirección del partido. También explicó el motivo de su oposición al Gobierno de coalición. "El PSOE tiene capacidad para dilapidar a sus socios", asegura. Su experiencia: el extinto Partido Andalucista y el infructuoso paso de IU por la Junta presidida por José Antonio Griñán primero y por Susana Díaz después.
La de Rodríguez es además la posición de Anticapitalistas, la corriente en la que se integra la dirigente y que defiende la necesidad de reactivar la presión popular para condicionar las políticas del Gobierno y para aumentar la base social, primero, y electoral, después, de Podemos.
Quienes apuestan por esta solución opinan que así conseguirían desbloquear la situación política, desatascar los presupuestos de 2017 e impedir unas terceras elecciones. "Prefiero enfrentar dialécticamente al camelo de la pinza, que no va a durar eternamente", zanja Rodríguez.
Esta opción ya fue planteada el 29 de junio, tres días después de las elecciones, por el diputado andaluz Juan Moreno Yagüe y el asistente de la Mesa de ese Parlamento, Francisco Jurado,  en un artículo de opinión en eldiario.es. Y es defendida por dirigentes ajenos a Anticapitalistas. Pero, de momento, es una opción minoritaria.

'Sí' incondicional y oposición: la opción anónima

La tercera de las opciones es la menos desarrollada. La que nadie se apropia en público pero que sí se ha defendido de puertas para adentro en el partido y en conversaciones privadas.
Consiste en aprovechar la necesidad de Pedro Sánchez de gobernar para salvarse al frente del PSOE y permitirle formar un Ejecutivo con 85 diputados y solo con 85 diputados. Sin ningún acuerdo previo.
De esta manera se evitaría el recurso de la  pinza con el PP, y Podemos tendría las manos libres para hacer oposición, en el Congreso y en la calle, sin la amenaza constante de que su rechazo a determinadas leyes, los presupuestos por ejemplo, pudiera poner en peligro los logros sociales derivados del acuerdo de investidura.
Entre esta opción y la anterior muchos dentro del partido sitúan al secretario político y  número dos de Podemos, Íñigo Errejón, y sus partidarios. Aunque no han concretado en público una preferencia, Errejón sí ha apelado a la necesidad de "desbloquear" la situación política "que permite que Rajoy nos amenace a todos con la restauración", rechaza el concepto "acuerdo de Gobierno" y cree que es el PSOE el que tiene la pelota en su tejado y debe hacer una oferta si quiere sumar los 71 votos del bloque de diputados articulados alrededor de Podemos.
Errejón no teme esa comparación con el PSOE que sí influye en Iglesias. El portavoz parlamentario aseguraba este viernes en La Sexta que ese debate "es de los 90", en referencia a la IU de Julio Anguita. 
La propuesta del PSOE no ha llegado. Como recordaba el propio Iglesias también este viernes a su llegada al Festival de Cine de Donosti, Pedro Sánchez no hizo nunca la prometida llamada hace ya dos lunes. Todo apunta a que la velocidad se incrementará, ahora sí, a partir de este próximo lunes 27, con las urnas vascas y gallegas abiertas y sus votos contabilizados.

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