lunes, 26 de septiembre de 2016

Manualillos de Inversión ( 1 )




Rentas vitalicias, al alza por sus ventajas fiscales

 


Esther García López


Un tratamiento fiscal muy favorable y el deseo de los ahorradores de complementar su pensión y de protegerse de los riesgos de mercado y de longevidad han convertido a las rentas vitalicias en el producto «más relevante» en ahorro gestionado por las aseguradoras, con un crecimiento interanual del 3,76 por ciento.
Tras unos años de atonía, las rentas vitalicias vuelven con fuerza y se han convertido en lo que va de año en «el producto más relevante en términos de ahorro gestionado por las aseguradoras», según afirma lapatronal del seguro Unespa. Hasta junio, este productoacumulaba unas provisiones técnicas de 83.409 millones de euros, con un crecimiento interanual del 3,76 por ciento. En la actualidad, 2.345.872 personas tienen suscritas en España estas rentas.
Son productos financieros basados en un contrato de seguro en que el usuario abona una prima única a la aseguradora y esta se compromete a pagarle una renta periódica hasta su fallecimiento. La aseguradora convierte en renta ese capital según la edad, el sexo y la esperanza de vida de su cliente y este conoce cuál será el importe mínimo de su renta.
La renovada querencia de los ahorradores por la renta vitalicia se produce en un periodo en que los tipos de interés rondan el cero por ciento, por lo que no es su rentabilidad lo que les lleva a contratarla. Según los expertos, cuando una persona la contrata no lo hace tanto por el interés que le genera sino por sus ventajas fiscales y porque con ella se eliminan los riesgos de mercado (se preserva el capital) y de longevidad (se asegura una renta hasta el fallecimiento).
«Eliminar el riesgo de mercado y de longevidad está en la base del crecimiento actual de las rentas vitalicias», afirma Fernando Luque, senior financial editor de Morningstar.
Estefanía González, personal finance content manager de Kelisto, va más allá y dice que, aunque parezca una contradicción, son los bajos tipos de interés los que impulsan a los mayores de 60 años a contratar rentas vitalicias. «En un entorno de tipos de interés cero, con la rentabilidad de los depósitos y de las cuentas remuneradas por los suelos, las rentas vitalicias ganan atractivo porque su rentabilidad, sin ser mucho mayor, puede llegar a mejorar la de los productos de ahorro tradicionales, y porque permiten al consumidor planificar su jubilación sabiendo de antemano qué renta obtendrá cuando se retire».
También para Luque la bajada de tipos influye en el «resurgimiento» de estos activos porque «cuando los tipos estaban altos, los depósitos eran atractivos y competían con las rentas vitalicias. Se podía contratar un depósito al 4 por ciento de interés y las rentas vitalicias nunca se han distinguido por ofrecer una rentabilidad jugosa. La bajada de tipos ha equiparado la rentabilidad de ambos productos».
La rentabilidad de una renta vitalicia de prima única se sitúa entre el 1,10 y el 1,50 por ciento, según fuentes de Ahorro Capital.
Por su parte, Carlos Esquivias, gerente de la Comisión de Vida y Pensiones de Unespa, señala que «al tratarse de un producto a largo plazo, puede ofrecer rentabilidades superiores a las de otros productos garantizados a corto plazo».
La principal motivación para contratarlas es, a juicio de Paula Satrústegui, directora de Planificación Financiera de Abante, que el ciudadano se asegura una renta garantizada hasta su muerte y eso «le aporta tranquilidad psicológica. Con una renta vitalicia consigue mantener su capital estable y se olvida de que suba o baje, como puede ocurrir cuando acude al mercado financiero».
ÓPTIMA FISCALIDAD
La fiscalidad es otro de los puntales que impulsa la contratación de rentas vitalicias, ya que el 76 por ciento de las rentas derivadas de ellas y percibidas por los mayores de 60 años están exentas de tributación. Para los mayores de 66 años está exento el 80 por ciento y para los mayores de 70 años, el 92 por ciento.
También la Ley 26/2014 establece que desde el 1 de enero de 2015, no tributan las ganancias patrimoniales generadas en la transmisión de activos (inmuebles, fondos, acciones, etc.) que obtengan los mayores de 65 años y que las reinviertan en una renta vitalicia, si se hace en menos de seis meses y con un tope de 240.000 euros.
ADECUADAS, ¿PARA QUIÉN?
Estas condiciones hacen que las rentas vitalicias sean interesantes para los ahorradores que quieren planificar su futuro a largo plazo, que tengan un ahorro ya constituido, que no quieran estar pendientes de la Bolsa o de los fondos de inversión para ver cómo evoluciona su patrimonio y deseen recibir una renta garantizada hasta el final de sus días. Y la mejor edad para suscribirlas es a partir de los 65 años, porque para «una persona más joven hay productos de inversión mucho más atractivos respecto a la rentabilidad que se puede obtener», apunta Fernando Luque.
Es también importante que el ahorrador disponga del capital suficiente para abonar una prima elevada, ya que así recibirá una renta mayor. En la actualidad, las aseguradoras exigen un capital mínimo de contratación que suele oscilar entre 25.000 y 30.000 euros.
DESTINADAS A CRECER
El impulso retomado por las rentas vitalicias continuará a corto y medio plazo, aseguran los expertos, ya que a sus 'cualidades', cada vez más apreciadas por los ahorradores, se suma la más que probable bajada de las pensiones en un futuro no muy lejano.
«Resulta evidente el importante papel que este instrumento de previsión social puede jugar en el futuro para compensar ese efecto, garantizando la percepción de una renta que complemente a la pensión pública», asegura Carlos Esquivias.
Otro de los impulsores del crecimiento de estos activos es el progresivo envejecimiento de la población española. Para el año 2030 los mayores de 65 supondrán el 30 por ciento de la población, frente al 18 por ciento actual. «Las características demográficas de España harán que la suscripción de rentas vitalicias siga creciendo en nuestro país», apunta Fernando Luque.
A su juicio, «irán en aumento porque habrá cada vez más personas mayores a las que les resulte atractivo obtener una renta garantizada mientras vivan y la renta vitalicia es el único producto del mercado que se la ofrece».
TIPOS DE RENTAS VITALICIAS
DE CAPITAL CEDIDO:
El ahorrador se compromete a mantenerla hasta su fallecimiento, por ello no hay opción de rescate. Es la que da mayor renta.
DE RENTAS CONSTANTES
El ahorrador puede cancelarla obteniendo el valor de mercado. Si muere el titular, sus beneficiarios obtienen el 100% de la prima aportada.
MODALIDAD MIXTA
Es posible el rescate. En caso de fallecimiento los beneficiarios solo obtendrán un porcentaje de la aportación realizada.

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