lunes, 25 de noviembre de 2019

Imprescindible ( 2 )

El mapa del ruido de Oviedo propone peatonalizar más calles

La Tenderina, Pumarín o Fray Ceferino están entre las vías en las que el estudio propuso restringir el tráfico

Mapa del ruido de Oviedo
Mapa del ruido de Oviedo

REDACCIÓN 
 
Oviedo aún tiene pendiente una nueva ordenanza contra el ruido. El anterior equipo de gobierno municipal encabezado por el PSOE dejó redactado el texto, pero su aprobación depende del nuevo alcalde, del PP y Ciudadanos. No obstante, el consistorio ya tenía previamente elaborado un mapa de contaminación acústica que midió sobre todo la producida por el tráfico rodado.
Ese mapa señaló como zonas más ruidosas los entornos de las calles Bermúdez de Castro, la Tenderina en sus dos tramos, avenida de Pumarín, Fray Ceferino y Jesús Sáenz de Miera. En el mapa se aprecian en distintos colores los volúmenes medidos. Las zonas marcadas en rojo y en morado soportan los mayores niveles y, en menor medida, las naranjas, amarillas y verdes.
Entre otras medidas aconsejaba peatonalizar las más afectadas, como las calles ya mencionadas, además de la avenida del Mar, avenida del Cantábrico, Reyes Católicos, Aureliano San Román, Fernández Ladreda, Velázquez, Sabino Fernández Campo, entre otras muchas con un nivel de afectación más bajo.
Tras las vías mencionadas, el estudio señalaba como «grado medio de afección» de ruido las calles González Besada, Campomanes, General Elorza, plaza de la Cruz Roja, Francisco Cambó, Fuertes Acevedo y avenida de Galicia, Lorenzo Abruñedo y Muñoz Degraín.
En este sentido, los técnicos aconsejaron al consistorio varias medidas, algunas de las cuales ya se han llevado a cabo y otras, sin embargo, están pendientes de aplicación.
 
Por ejemplo, sobre el firme de las calles, recomendaban «asfaltos fonorreductores», es decir, superficies porosas que sin embargo «pueden tener problemas de mantenimiento» por lo que se hizo necesario estudiar nuevos materiales
Por otra parte, los técnicos señalaron la necesidad de establecer una «Zona 30», es decir, reducir la velocidad de los vehículos a 30 km/h en determinadas áreas. «Esta medida no se puede llevar a cabo en todos los lugares ya que determinadas avenidas no pueden ser reducidas a velocidades tan bajas, aunque sí podría haber situaciones intermedias», sugieren. En algunos puntos ya se aplicó.
En ocasiones el problema no es tanto contar con reducciones de velocidad, como que los conductores cumplan con estas restricciones. Por eso introdujeron la idea de variaciones de velocidad interactivas (señales que indican la velocidad, como las instaladas en el acceso de la Y. «También está demostrado que es más efectivo el cambiar periódicamente de posición este tipo de señales, ya que los conductores con el tiempo se adaptan a las señales», recuerdan.

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