martes, 19 de noviembre de 2019

Rubiales, en una oscura maniobra, logra el concurso de Lucho....

Luis Enrique estará al frente de La Roja en la Eurocopa


Luis Enrique, en sus tiempos de seleccionado nacional. /Efe
Luis Enrique, en sus tiempos de seleccionado nacional. / EFE

El técnico asturiano da el sí a la FEF para retomar el puesto que dejó vacante hace ocho meses por la enfermedad y posterior fallecimiento de su hija


Ignacio Tylko

GNACIO TYLKOMadrid

La Federación Española de Fútbol (FEF) informará esta mañana sobre el regreso de Luis Enrique al banquillo de la selección española. El técnico asturiano ha dado ya el visto bueno a la propuesta del presidente Luis Rubiales y del director deportivo, José Francisco Molina, y será el técnico español en la próxima Eurocopa. Al parecer, regresa con un nuevo segundo, Juan Carlos Unzue, que ya ocupó este puesto durante la etapa de Luis Enrique en el Barça.
El técnico gijonés, ausente de La Roja desde que en marzo pasado tuvo que dejar la concentración la noche previa al partido en Malta por la grave enfermedad de una hija, sustituirá a Robert Moreno, el que fue su ayudante en el Celta, la Roma, el Barça y la selección española. Lo más lógico parecería que el preparador de Hospitalet volviera a ejercer como su ayudante, extremo que Moreno dijo estar dispuesto a aceptar cuando el verano pasado, después de la victoria ante Suecia en el Santiago Bernabéu, fue nombrado seleccionador de manera oficial. Pero Moreno se despidió ayer entre lágrimas de la plantilla al terminar el encuentro contra Rumanía.
Así que la realidad demuestra que para la FEF siempre fue interino y no está nada claro que siga como miembro del cuerpo técnico. El enfado de Moreno es mayúsculo por la forma de gestionar este asunto, sobre todo en las últimas semanas, e incluso se marchó del Wanda Metropolitano sin comparecer ante los periodistas. Una espantada que podría castigar incluso la UEFA al tratarse de un partido de competición oficial.
Este medio ya avanzó el pasado sábado que, a menos de siete meses de la Eurocopa, la principal incógnita por despejar residía en el inquilino del banquillo de La Roja. En el seno de la FEF nunca existió la intención de ofrecer la renovación a Moreno por dos años más, hasta el Mundial de Catar, y ni siquiera se confirmó en ningún momento su presencia en la fase final del campeonato continental.
El futuro del catalán, que al asumir el cargo de seleccionador que dejó vacante Luis Enrique afrontaba la oportunidad de su vida para situarse en el gran mapa futbolístico, siempre ha estado supeditado a lo que decidiera el asturiano. Sabía que en el momento en el que el gijonés diese un paso al frente para continuar con su carrera, rota de forma cruel por el fallecimiento de una hija, las puertas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas las iba a tener abiertas de par en par.
Tras la convincente goleada ante Malta, en las tripas del estadio Ramón de Carranza ya se vivió una situación esperpéntica. Primero, Ray Farrugia, seleccionador de fútbol de esta isla del Mediterráneo central, al sur de Sicilia, aseguró que «España es la mejor selección del mundo, superior incluso a la de hace años», y sentenció que «ganará la Eurocopa». A continuación, Moreno dijo sentirse «reforzado» por el desempeño de los jugadores y una ambición que le recordó al histórico 12-1 cosechado ante este mismo rival en 1983, con Miguel Muñoz en el banquillo.
En otra zona del estadio, sin embargo, Luis Rubiales, presidente de la FEF, se mostró incómodo y tiró balones fuera al preguntarle por Robert Moreno. Con Ángel Villar, había una máxima federativa: renovar a los seleccionadores para otro ciclo de dos años nada más sellar el billete para un gran campeonato. Así lo hizo con Javier Clemente, José Antonio Camacho, Iñaki Sáez, Luis Aragonés y Vicente del Bosque. También apalabró la continuidad de Julen Lopetegui hasta el final de la Eurocopa de 2020, meses antes del Mundial de Rusia 2018. Una renovación que luego firmó Rubiales, aunque destituyó al guipuzcoano horas después de que el Real Madrid anunciase su fichaje.
Se produjo un terremoto en España que acabó con la derrota por penaltis ante Rusia en octavos y el adiós del interino Fernando Hierro. Con el aterrizaje de Luis Enrique y el posterior nombramiento de Moreno, cuatro inquilinos del banquillo de La Roja en un año.
«Hay normas que se mantienen en la FEF y otras que no. Hay un departamento que lidera José Francisco Molina (director deportivo), hablaremos con él y veremos lo que se hace si es que hay que hacer algo. Hay mucho tiempo para reflexionar», subrayó Rubiales al preguntarle por el futuro del banquillo el pasado viernes. «Hemos ganado 7-0 y vamos a disfrutar del magnífico resultado y del ambiente de Cádiz. Robert está haciendo un trabajo muy bueno con todo su equipo y no hay nada más que hablar», añadió, muy escueto, al insistirle en si podía garantizar que el catalán llegará a la Eurocopa.


Un polvorín

Rubiales se reunió hace días con el capitán Sergio Ramos y también ha hablado en repetidas ocasiones con Sergio Busquets. Oficialmente, para tratar temas de viajes y alojamientos. Sin embargo, el asunto del banquillo siempre ha estado latente.
«Si alguien no quiere que esté en la Eurocopa, será porque cree que lo estoy haciendo mal», ironizó Moreno al conocer las manifestaciones de su jefe. El técnico barcelonés siempre asumió que no le iban a ofrecer la renovación, aunque él hubiera preferido seguir hasta el Mundial y completar el ciclo lógico.
Si Luis Enrique no se sentía aún capacitado para volver, la FEF hubiera mantenido a Robert Moreno al menos hasta la Eurocopa. A partir de ahí, siempre en función de los resultados, Ernesto Valverde y Marcelino García Toral eran las opciones de futuro que se manejaban en Las Rozas para el banquillo español, un polvorín desde la destitución de Lopetegui antes del Mundial de Rusia.

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