jueves, 23 de marzo de 2017

Manualillos Fiscales...

Planificación fiscal: engranaje perfecto de los impuestos


La gestión en banca privada no solo es patrimonial, sino también fiscal. A menudo los clientes deben enfrentarse a diferentes figuras impositivas que van desde el IRPF hasta el impuesto de sociedades. Contar con ayuda es fundamental.
El cliente de grandes patrimonios tiene una tremenda sensibilidad al efecto impositivo, al entremezclarse diferentes figuras como el impuesto de la renta de las personas físicas, el impuesto de patrimonio y el impuesto de sucesiones y donaciones. Requiere, por lo tanto, un gestor que no solo preserve su patrimonio si no que logre la mayor optimización fiscal gracias a una visión en conjunto del sistema fiscal.
Como recuerda José María Mingot, director de planificación patrimonial de Lombard Odier España, «los impuestos están muy interconectados. Por ejemplo, si una persona dona una casa a un hijo, en el IRPF se puede producir una alteración patrimonial, que está sujeta a impuestos». 
Joan Pons, secretario general de EFPA, reitera que es necesaria la optimización fiscal de la estructura patrimonial «tanto del titular como de la familia, pero evitando riesgos fiscales».
Entre estos riesgos, hay que recordar que se ha puesto en marcha el Plan de Control Tributario de 2017 que incluye una especial vigilancia para los titulares de patrimonios por encima de los 10 millones de euros. Por lo que los gestores advierten que «hay que evitar situaciones como cambios ficticios de residencia fiscal o la utilización de sociedades interpuestas».
La importancia de la fiscalidad es tanta que, como recuerda Marcelino Blanco, director de planificación patrimonial de Andbank, en la mayoría de los casos condiciona las decisiones de inversión. «Cualquier decisión de inversión debe venir acompañada con un análisis de su fiscalidad», asevera Blanco. Por su parte, David Nuevo, director del departamento Fiscal de Banca March, insiste en que «un asesoramiento fiscal permite conseguir un mayor crecimiento neto de la masa patrimonial de un cliente». El binomio financiero-fiscal, por lo tanto, y su optimización es una cuestión prioritaria para poder conseguir dicho objetivo.
Con todo, la fiscalidad es un aspecto importante a estudiar y considerar, pero no debe ser el factor determinante de la inveasión. «Es preferible pagar los impuestos correspondientes, que hacer una mala reinversión por apurar y pagar menos, como los casos de exención por reinversión si se adquiría otro activo» se refiere Mingot.
Nuevo insiste en que los productos financiero-fiscal más rentables son aquellos de «acumulación y no de reparto».
Cómo se articula
Para que se pueda llevar a cabo una correcta planificación financiero fiscal es fundamental el conocimiento global del cliente, de sus circunstancias personales y patrimoniales y de su situación profesional y familiar, así como sus inquietudes y su proyecto de futuro. Pero como advierten desde CaixaBank Banca Privada, «la problemática fiscal del inversor puede ser compleja y en todo caso se verá afectada por distintas figuras impositivas». Es un error centrarse en un único impuesto e ignorar los demás. En todos estos aspectos, y dada la situación de cada cliente, son diversos los impuestos que interactúan y que condicionan la tributación. Por ello, el cliente valora el enfoque fiscal global adaptado a sus circunstancias e intenciones de inversión.
Como hemos visto, en la gestión de las grandes fortunas están implicados diferentes impuestos. Y dependiendo de ellos se valora unos aspectos y no otros. Así, en el IRPF (la campaña de la Declaración de la Renta está a punto de empezar) se valora el diferimiento de rentas. Esto se puede lograr mediante varios vehículos de inversión. Como recuerda, Mingot, en este aspecto «la mayoría de los clientes invierten en fondos de inversión, puesto que les permite beneficiarse del traspaso fiscal y diferir el pago de impuestos hasta el momento de reembolsarse las ganancias».
Así, en el IRPF los productos más atractivos para invertir son las instituciones de Inversión Colectiva, tanto fondos como SICAV. El traspaso de fondos es una herramienta muy potente que permite diferir el pago de impuestos y optimizar la gestión de la cartera. Además, de tributar cuando se produce el reembolso definitivo, se eliminan barreras temporales artificiales. Pons añade otros vehículos que también se caracterizan por acumular capital como son los seguros de vida o de capitalización.
Blanco indica que la planificación de la Declaración de la Renta supone una labor que abarca los doce meses anteriores a la presentación del impuesto.
Patrimonio y sucesiones
En el impuesto de Patrimonio es importante canalizar inversiones, explica Marcelino Blanco, hacia activos que permitan aplicar la limitación de cuotas de este impuesto que en carteras bien planificadas puede suponer un ahorro de hasta el 80 por ciento en este impuesto. Pons enumera algunas acciones que se pueden llevar a cabo como «cumplir los requisitos de exención de empresa familiar, inmuebles en arrendamiento calificarlos como afectos a una actividad económica o aportación a planes de pensiones». 
Por otra parte, desde CaixaBank Banca Privada advierten que la reforma fiscal aprobada a finales de 2014 introdujo modificaciones de gran calado en cuanto a la integración y compensación de rentas. Por ello los ejercicios 2015 y 2016 han sido años en «los que hemos reforzado la comunicación con nuestros clientes para informarles de cómo afectan estas novedades a sus decisiones de inversión y desinversión». No se trata de planificar durante la campaña de renta, sino de efectuar una correcta planificación durante todo el ejercicio, insisten desde la entidad.
Planificar el impuesto sobre el patrimonio es importantísimo para aquellas comunidades donde siga vigente y en ese sentido, la acción del gestor patrimonial se debe centrar en el estudio anual del régimen fiscal de la empresa familiar y el limite renta-patrimonio.
Sucesiones y Donaciones exige una mención especial puesto que los clientes de grandes patrimonios tienen muy presente la sucesión familiar, más que cualquier cliente. En referencia a este punto, Mingot afirma que la mejor forma de optimización fiscal «son las donaciones en vida». En palabras del gestor, «es muy ventajoso donar en vida, es positivo en todas las modalidades: para el donante, que puede ayudar a sus hijos a comprar una casa, en sus negocios...». Cada vez se opta por esta modalidad, ya que en ocho años se han incrementado las donaciones desde las 3.000 hasta las 42.000 al año de 2014, aunque los datos se refieren a la Comunidad de Madrid donde está bonificado el impuesto. 
Pons indica que en relación a este impuesto se debe plantear si hacerlo o no y si verificar que se cumplan los requisitos de empresa familiar que permitirá aplicar la bonificación del 95 por ciento en el impuesto de sucesiones. 
Desde las divisiones de planificación patrimonial se hace especial hincapié a determinados factores, como advierte Marcelino Blanco. «Se tiene en cuenta la diferencia normativa autonómica que, en función de la residencia del donante o el tipo de activo donado pueden hacer variar la cuota del impuesto. También la aplicación de posibles bonificaciones dependerán del tipo de activo donado, el propósito de la donación etc».
Como hemos insistido, las figuras impositivas están relacionadas entre sí por lo que en caso de donación debe tenerse en cuenta la posible tributación en el IRPF de las ganancias acumuladas en el activo que se dona. Si por el contrario tiene pérdidas, sería más conveniente primero vender y luego donar el acumulado. 
Por último, cabe destacar el impuesto de sociedades. En este apartado, Pons resalta que las acciones a adoptar estarían relacionadas con la exención del impuesto de sociedades de las ganancias por la venta de participaciones o valorar la posibilidad de aportar a una sociedad el patrimonio empresarial.
Por su parte, el director de planificación patrimonial de Andbank recomienda para personas jurídicas, «las inversiones en activos aptos para la aplicación de la exención de dividendos y la exención del impuesto sobre el patrimonio.»
¿Y las sicavs?
Estos vehículos de inversión colectiva eran tradicionalmente un pilar fundamental en las inversiones de los grandes patrimonios ya que permitía diferir los impuestos. Es decir, el inversor no tributaba hasta que hacía efectiva las ganancias y éstas lo hacían a los tipos impositivos del ahorro. Sin embargo, la posibilidad de que cambie su régimen regulatorio ha hecho que durante el último año su creación e inversiones se hayan frenado. 
Como recuerdan desde CaixaBank Banca Privada, «son una modalidad de instituciones de inversión colectiva que los partidos políticos han incluido dentro de las propuestas de cambio normativo de sus programas electorales». La mayoría de las sicavs han abierto un período de análisis y algunas están tomando decisiones al respecto, continúan desde el banco. 
David Nuevo aclara que la incertidumbre surgida en los últimos meses en torno al régimen fiscal ha desincentivado su elección como producto financiero de diferimiento. «Sin embargo, no podría afirmarse con seguridad que este hecho haya condicionado la inversión en otros productos financieros».
Por su parte, Pons recuerda que a pesar de las dudas que hay entorno a ellas, los inversores que han optado por permanecer en ellas se siguen beneficiando de su régimen fiscal (que se basa en el diferimiento fiscal). Aunque Mingot sí que reconoce que desde Lombard Odier se han desaconsejado la constitución de nuevas sicavs hasta que se aclare la situación. En este sentido, Blanco insiste en que los rumores pueden llevar a tomar decisiones equivocadas .

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