martes, 10 de octubre de 2017

Duro Felguera sigue en la encrucijada...

Active todas las alarmas si está dentro de Duro Felguera


Las acciones de Duro Felguera cotizan con caídas en el año del 53 por ciento y descuentan el negro panorama que afronta la empresa asturiana, metida de lleno en su reestructuración y sin visibilidad alguna en la evolución del negocio. La compañía acaba de presentar unos resultados decepcionantes que muestran no solo la nula contribución de algunos de sus proyectos en curso sino la ausencia alarmante de caja. Estos factores ponen en riesgo su propia existencia, como bien advirtió el auditor EY en un informe complementario a la presentación de resultados, al recalcar las «dudas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento de forma que pueda realizar sus activos y liquidar sus pasivos por los importes y según la clasificación con que figuran en sus estados financieros». El único brote verde para mirar el futuro con cierto optimismo es la prórroga hasta mediados de enero que ha logrado Duro Felguera con sus bancos acreedores, de modo que hay algo más de tiempo para rematar la reestructuración de la empresa, y que culminará con la entrada de un nuevo socio industrial. La cuestión es cómo afectarán estos movimientos a los inversores minoristas de Duro Felguera. 
La prioridad para la compañía asturiana es reforzar la estructura de capital y buscar un nuevo socio estratégico. Por ahora, el fondo británico Bybrook ha presentado dos ofertas firmes, mientras que Elecnor se encuentra en pleno proceso de «due dilligence» o análisis de los libros. Además, según explican a INVERSIÓN & Finanzas.com en fuentes financieras, hay una «fuerte demanda de grandes patrimonios» interesados en invertir en Duro Felguera, inversores que buscan el 'equity story' de, entre otros factores, su buena cartera de pedidos, ahora eclipsada por los problemas financieros. El problema, como explica Javier Flores, director del Servicio de Estudios de Asinver, es que «no se puede enmascarar una realidad, que la empresa tiene un problema de tesorería para seguir con sus proyectos». Eso como mínimo, porque como reflexiona este experto, «¿es solo una cuestión de liquidez o hay además un problema de solvencia?». Flores reconoce que la cartera de pedidos «es buena» pero «las reticencias de los bancos a estas alturas le plantean «más dudas». 
Ampliación
No obstante, el acuerdo anunciado recientemente para prorrogar los vencimientos con la banca acreedora, liderada por Santander, «constituye una buena noticia para Duro Felguera», como reconocen en Link Securities, pues «le permite terminar proyectos ya empezados en Argentina y México». En la misma línea, Victoria Torre, directora del departamento de Análisis de SelfBank, opina que el acuerdo con los bancos «se produce en un momento clave, debido a la situación delicada de la compañía por la denuncia de Anticorrupción por el caso de los sobornos en Venezuela». La prórroga, añade Torre, «se entiende como un periodo de tregua financiera para que tanto Duro Felguera y los diferentes bancos tengan tiempo para dar entrada a nuevos accionistas, impulsar los negocios en marcha y evitar simplemente la quiebra». 
La compañía asturiana está poniendo toda la carne en el asador para salir adelante. La prórroga de los bancos no se entiende en el mercado como una patada hacia delante para retrasar el problema si no como un paso decisivo para solucionarlo de raíz. La prueba es que cuando los bancos no lo ven claro, simplemente cierran el grifo, como ha pasado con Isolux. Con todo, los analistas son muy prudentes. «Seguimos recomendando abstenerse de la inversión hasta que la viabilidad esté asegurada», apuntan en Link Securities. Para Javier Flores también está claro: «Me saldría inmediatamente, el riesgo es demasiado elevado como para esperar a la reestructuración». Y lo mismo sugieren los analistas de Sabadell, cuando apuntan que seguirán fuera de Duro Felguera «mientras no haya más claridad sobre la ampliación de capital prevista» y las condiciones de la reestructuración. 
Este es precisamente el problema, la ampliación de capital. Según explican fuentes financieras conocedoras de las negociaciones, habrá al menos dos ampliaciones, una de 100 millones para limpiar la deuda y otra de otros 100 millones para dar entrada a dinero nuevo. En estas condiciones, «la dilución para los accionistas existentes será brutal», apuntan las mismas fuentes. Eso sí, quien decida quedarse, si los planes salen adelante, «se encontrará con una compañía completamente nueva, niquelada y con un fuerte potencial alcista», explican desde un bróker madrileño, Para Francisco Arco, analista de XTB, una postura sensata para quien decida aguantar es esperar al vencimiento de la prórroga en enero del año que viene y ver si van saliendo noticias de posibles nuevos inversores. Si en enero no hay noticias, «hay que pensárselo», por lo que sugiere ir reduciendo posiciones mediante cierres parciales de órdenes.

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