jueves, 15 de noviembre de 2018

Pre BREXIT....

¿Qué han acordado la UE y Reino Unido?

A partir del 29 de marzo del año que viene, el tratado de salida del Brexit será el único acuerdo legal de Reino Unido con la Unión Europea (UE), una unión con la que ha compartido soberanía desde 1973. En cientos de páginas, el texto acordado por Londres y Bruselas tras meses de dura y compleja negociación deshace 45 años de profunda integración, protegiendo determinados derechos, definiendo las obligaciones pendientes y estableciendo un periodo de transición para que ambas partes puedan adaptarse.

Acuerdo financiero

Reino Unido cumplirá todos sus compromisos financieros con Bruselas para que ningún país de la UE aporte un euro más al presupuesto común debido al Brexit.
Usando supuestos conservadores, el Tesoro británico prevé un desembolso de 40.000 a 45.000 millones de euros. La Oficina Nacional de Auditoría identificó pagos públicos que podrían alcanzar los 60.000 millones, junto a otros 14.000 millones para compromisos contingentes como los préstamos pendientes de pago.
Reino Unido contribuirá al presupuesto de la UE en 2019 y 2020 como si siguiera en el bloque. Después, "aportará su parte a la financiación" de las responsabilidades pendientes de la UE hasta que venzan.
La mayoría de las contribuciones se harán en 2025, aunque algunos pagos podrían continuar hasta 2064, sobre todo los relativos a las pensiones de autoridades de la UE.

Derechos ciudadanos

El acuerdo de salida mantiene los actuales derechos de residencia y de seguridad social europeos de más de tres millones de ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido, y de cerca de un millón de británicos que residen en el continente.
El acuerdo permite a un ciudadano de la UE reclamar la residencia permanente en Reino Unido, mantener la mayoría de los derechos de reunión familiar y, si se cumplen los requisitos, reclamar beneficios británicos incluso si esta persona o sus hijos se trasladan al extranjero.
Londres obligó a la UE a renunciar a su exigencia de que el acuerdo de salida quede bajo la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, aunque cumplirá las sentencias del tribunal sobre los derechos de los ciudadanos recogidos en el tratado.

Transición

El tratado establece un periodo de transición para Reino Unido hasta el final de 2020, que puede extenderse durante un tiempo extraordinario no especificado, fijado de mutuo acuerdo.
Durante este periodo, Londres abandonaría las instituciones políticas de la UE, perdiendo su voz sobre las normas y decisiones. Pero seguiría aplicando las leyes de la UE. Poco cambiará para las empresas o los ciudadanos, incluidas las normas de libre movimiento de la UE.
Si la UE y Reino Unido amplían el periodo de transición más allá de diciembre de 2020, Londres tendría que negociar pagos adicionales al presupuesto de la UE. Bruselas calcula una contribución neta de 10.000 a 15.000 millones de euros anuales.

Irlanda del Norte

Un protocolo en el tratado establece disposiciones únicas para Irlanda del Norte, con el fin de sostener el proceso de paz y de evitar una frontera dura que divida la isla de Irlanda. Éste incluye protecciones de los derechos de los ciudadanos, cooperación en materia de seguridad y el mantenimiento del área común de viajes entre Irlanda y Reino Unido, anterior a la UE y que garantiza el libre movimiento entre los dos países.
Lo más significativo es que el protocolo establece disposiciones para la frontera irlandesa que garantizan la libre circulación de bienes en la isla de Irlanda. Estos seguirían en vigor a menos que otro acuerdo entre la UE y Reino Unido los reemplace.
Las provisiones obligan a Irlanda del Norte a cumplir el código aduanero y las normas del mercado único de la UE. Londres también promete minimizar la divergencia con Irlanda del Norte acatando las normas del mercado único para los bienes, manteniendo abierto el flujo comercial con Reino Unido.

Unión aduanera

El plan de garantía para Irlanda del Norte está apuntalado por la unión aduanera entre Reino Unido y la UE. Ésta evita los controles aduaneros a través del Mar de Irlanda, una de las líneas rojas más importantes de la primera ministra Theresa May.
Mientras que Irlanda del Norte aplica el "código de unión aduanera" en toda su extensión, que fija la frontera para el libre movimiento de bienes dentro de la UE, Reino Unido aplicaría un modelo más básico de unión aduanera. Éste evita la necesidad de aranceles, cuotas y normas de origen en el comercio entre Reino Unido y la UE.
Para garantizar la igualdad de condiciones para las empresas, Londres se compromete a cumplir las normas de competencia de la UE y promete mantener algunas leyes existentes sobre trabajo, medio ambiente e impuestos.

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