martes, 22 de noviembre de 2016

Italia en el horizonte....

Italia: ¿El próximo tsunami que descuentan las bolsas?


Finanzas
Los inversores no se fían ni de su sombra en la recta final de un año en el que las sorpresas no han dejado de convulsionar los mercados. Si pocos eran los que vaticinaron el 'Brexit', menos son aun los que vieron aDonald Trump ocupando la Casa Blanca, pero ambas cosas han sucedido y dejan un fuerte poso de desconfianza en el mercado. Por eso, los inversores no ponen la mano en el fuego por lo que pueda suceder en el referéndum el próximo 4 de diciembre en el que Italia se juega su futuro, y quién sabe si el del proyecto europeo. 
"El referéndum italiano dentro de dos semanas y la preocupación por la política monetaria del BCE son asuntos que están pesando más en las agendas de los inversores. Las acciones parecen estar caras cuando se consideran los riesgos que hay por delante", resume Peter Dixon, economista en Londres de Commerzbank, para expresar el sentir de muchos inversores. Y ahora mismo, no hay mayor riesgo que la votación en Italia. 
En concreto, los ciudadanos votarán para aprobar o rechazar los cambios en la Constitución propuestos por el Gobierno Mateo Renzi, quien ha ligado su permanencia a la victoria del "sí". Se les preguntará a los italianos (con una sola cuestión) si dan el visto a los cambios constitucionales, siendo el más importante el que prevé rebajar las atribuciones del Senado para no tenga el mismo poder que el Congreso, como sucede ahora mismo. Un triunfo del "si" necesita conseguir más del 50% de los votos, aunque no hay un umbral mínimo de participación. 
Las últimas encuestas (no se pueden publicar sondeos durante las dos últimas semanas) muestran todas una victoria del "no" con un amplio margen, por lo que el futuro de Renzi se puede ver comprometido. "Perder el referéndum podría derribar el gobierno de Renzi y, potencialmente, desestabilizar a la UE si se sustituye por un partido dirigido por los euroescépticos", advierte Leon Cornelissen, economista jefe de Robeco. "Los mercados financieros europeos van a volver a tensionarse por la incertidumbre política que el resultado del referéndum va a generar en Italia, país que cabe recordar es la tercera economía de la Zona Euro y una de las naciones más endeudadas de entre los países desarrollados", dicen los analistas de Link Securities. De hecho, el diferencial de los bonos italianos ya se ha ampliado, y no precisamente por la sacudida que ha provocado en los mercados de renta fija la victoria de Donald Trump. 
Renzi ha apostado fuerte asegurando que dimitiría si gana el "no". El problema, como observa Cornelissen es que el primer ministro italiano "no es tan popular porque es visto como responsable de la política de austeridad impuesta desde la UE, la crisis de los refugiados y el problema bancario italiano", dice Cornelissen. A juicio de este experto, la derrota de Renzi podría "aumentar el riesgo de un gobierno alternativo, y posiblemente uno dirigido por el Movimiento Cinco Estrellas, del ex comediante Beppe Grillo", dice Cornelissen. "Asi que los temores de que Italia alcance un gobierno no convencional, populista y anti-UE, aumentarán", explica. 
Ahora bien, hay varios factores importantes que podrían desajustar la ecuación e impedir el desastre que los analistas esperan aún en caso de que pierda Renzi. Primero, porque no hay ninguna obligación legal para el Primer Ministro de dimitir aunque salga el "no"; de hecho, Renzi solo ha empeñado su palabra, pero según algunos analistas del mercado, en caso de que el triunfo del "no" sea por escaso margen, es muy probable que Renzi se mantenga al frente del Ejecutivo. Además, en el parlamento italiano saben bien que el gran beneficiado de unas elecciones adelantadas sería el movimiento Cinco Estrellas de Grillo, por lo que llegado el caso, es de suponer que el propio parlamento intentara acordar otro Gobierno antes de ir las urnas; al fin y al cabo, el presidente de la República es el encargado de convocar las nuevas elecciones, y a buen seguro explorará todas las alternativas posibles antes de convocar los comicios. 
"Probablemente el presidente italiano todavía no permitirá nuevas elecciones después de una derrota de Renzi. Con las nuevas elecciones programadas para 2018, el presidente puede jugar con el tiempo", dice Cornelissen. "Sin embargo, es probable la caída del gabinete italiano, y es por eso que hemos visto la prima de riesgo en los bonos del gobierno italiano aumentar a 135 puntos básicos sobre la alemana. A modo de comparación, el diferencial de España es inferior a 100 puntos básicos", asegura este experto. "Pero mientras Italia tenga un gobierno que exprese nominalmente la voluntad de seguir las políticas de la UE, el BCE no hará nada menos que apoyar el mercado de bonos italiano si surge la necesidad. Y con el programa de flexibilización cuantitativa del BCE firmemente establecido, los diferenciales de los bonos italianos tienen un limite", apunta. 
A los expertos no se les escapa que el verdadero riesgo es el aumento en el euroescepticismo después del triunfo del Brexit. La primera ministra británica, Theresa May, dijo que invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que iniciaría el proceso formal para el Brexit, a final de marzo de 2017. "El impacto del Brexit ha sido hasta ahora limitado en un sentido económico, principalmente gracias a la caída de la libra británica", dice Cornelissen. "La principal preocupación es que esto podría fortalecer el sentimiento euroescéptico en Italia, teniendo en cuenta que el Movimiento Cinco Estrellas quiere un referéndum sobre la adhesión a la UE." 
Por lo tanto, si las cosas se complican con Renzi perdiendo un referéndum y posiblemente una nueva crisis asociada a la UE, sería devastador para toda la Eurozona. Pero mientras Italia tenga un gobierno dispuesto a cumplir las normas de la UE, el BCE es básicamente un guardián del mercado de bonos italiano. Cualquier salida italiana de la UE tendría repercusiones mucho más amplias que ladel Brexit. A diferencia del Reino Unido, Italia es miembro de la Eurozona y miembro fundador de la propia UE. Italia tiene una enorme deuda nacional que es el 130% del PIB, y un gran problema bancario, por lo que básicamente dependen en gran medida del apoyo del BCE y la zona euro.

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