El dudoso club de las acciones que suben más del cien por cien
María Gómez Silva
Siete compañías viven revalorizaciones de tres dígitos. ¿Hay que dejarse seducir por ellas o son chicharros de manual?
Siete cotizadas españolas han logrado duplicar (y en algún caso triplicar) su valor en bolsa este 2016, un ejercicio de suspenso para el Ibex que, en contraposición, se deja en torno al 10%. Todas ellas son pequeñas compañías del Continuo (lo que se conoce comúnmente como «chicharros»), salvo Arcelor Mittal, que brilla en lo alto de las tablas del Ibex, con una revalorización del 120%. Se trata de Dogi, Ercros, Natra, Sniace, Tecnocom y el Grupo San José. Pero, ¿qué ha sucedido para que estas empresas hayan nadado a contracorriente con semejante brío? Y, más importante aún, ¿puede el inversor medio dejarse seducir por ellas o se trata de inversiones muy arriesgadas?
Para empezar, cabe recordar que la mayoría de ellas (salvo el grupo siderúrgico) tienen en común que son pequeñas compañías de escasa capitalización y liquidez, que suelen ser objetivo de los especuladores. De hecho, su pequeño precio facilita que puedan multiplicar su valor con facilidad, tal y como explica Jesús de Blas, de Bankoa-Crédit Agricole: «Vienen muy condicionadas por el bajo valor absoluto de la cotización. Si cotizan a 10 céntimos y suben a 20, ya se han revalorizado ese 100%», dice.
Asimismo, todas ellas han sido objeto de enormes dudas en el pasado (que incluso cuestionaban su viabilidad) y, ahora, suben en bolsa, al haber mejorado su situación económica. «El mercado considera que no van a entrar en suspensión de pagos y se revalorizan», explica Nicolás López, de MG Valores.
Ercros, por ejemplo, «es una química que ha sufrido mucho en estos años de crisis», pero que ha realizado «una reconversión a nivel operativo, unida a un precio de las materias primas muy bajo en la primera parte del año, que le ha llevado a mejorar sus resultados», explica Iciar Puell, gestora del fondo Small & Mid Caps de Bankia (que tiene Ercros, Tecnocom y Dogi en cartera). Por su parte, Dogi es una «textil catalana que, después de la entrada del fondo Sherpa Capital, ha iniciado una etapa de crecimiento y cambio radical de la gestión, aprovechando la recapitalización de la compañía», añade Puell.
Ercros, por ejemplo, «es una química que ha sufrido mucho en estos años de crisis», pero que ha realizado «una reconversión a nivel operativo, unida a un precio de las materias primas muy bajo en la primera parte del año, que le ha llevado a mejorar sus resultados», explica Iciar Puell, gestora del fondo Small & Mid Caps de Bankia (que tiene Ercros, Tecnocom y Dogi en cartera). Por su parte, Dogi es una «textil catalana que, después de la entrada del fondo Sherpa Capital, ha iniciado una etapa de crecimiento y cambio radical de la gestión, aprovechando la recapitalización de la compañía», añade Puell.
Algo parecido ha ocurrido con Sniace, que ha salido del concurso de acreedores; o Natra, «que ha estado en situación complicada de deuda», pero ha estabilizado el negocio «y gana lo suficiente para ir pagando los intereses», según Nicolás López, de MG Valores, quien añade que, aun así, ve muchos riesgos en ella porque «sigue teniendo mucha deuda, carece de capacidad de crecimiento y se maneja con unos márgenes muy bajitos».
En el caso del Grupo San José, es una constructora que sufrió la crisis del ladrillo, ha ido mejorando sus números y que se ha calentado con la operación Chamartín, el desarrollo urbanístico de la Castellana que quedó parado y que los inversores creen que podría reactivarse con el cambio de escenario político.
Por último, Tecnocom se ha revalorizado con mucha fuerza por dos motivos, según explica Paula Sampedro, de Link Securities, que la tiene en cartera. La primera se debe a «una fuerte recuperación de los resultados gracias a cierto repunte del ciclo inversor (en tecnología) y al esfuerzo de reestructuración que ha llevado en los últimos años». El segundo es la presentación a inversores que realizó el grupo la pasada primavera, en la que anunció su proyecto estratégico para los próximos años, «estableciendo unos objetivos de resultados para 2018 ambiciosos (aunque alcanzables, en opinión de Sampedro)». «Dicha presentación recuperó la atención de la comunidad financiera sobre el valor, que se había perdido en los últimos años ya que, al ser un valor de pequeña capitalización y no presentar en su momento resultados positivos, los analistas lo habían dejado algo de lado», según Sampedro, quien sí apuesta por esta cotizada a medio plazo, a un precio objetivo de 3,58 euros. «Intentaríamos aprovechar los posibles recortes en su cotización para tomar posiciones en él aunque, dado el riesgo de la inversión, limitaríamos la exposición de nuestra cartera a menos de un 5%», avisa.
Y es el que riesgo es una de las características inherentes a este tipo de valores, que pueden sufrir una importante caída ante una desinversión o el incumplimiento de las expectativas que han motivado el calentamiento del valor.
«Estas empresas suelen cotizar muy fuerte las expectativas de mejora pero cualquier trimestre con resultados malos te vuelve abajo. La posibilidad de deserción es radical», asevera Jesús de Blas. «Ahí hay mucha especulación. A nada que no se confirme esa mejoría, estas subidas se pueden desinflar», avisa también Nicolás López.
Capítulo aparte merece Arcelor Mittal, una empresa que, si bien ha pasado por dificultades, en nada se parece a los «chicharros» anteriores, pues goza de una gran liquidez y capitalización.
Capítulo aparte merece Arcelor Mittal, una empresa que, si bien ha pasado por dificultades, en nada se parece a los «chicharros» anteriores, pues goza de una gran liquidez y capitalización.
«En plena crisis del petróleo y de las materias primas entró en pérdidas y, durante algunos meses, se pensó en el riesgo de ampliaciones de capital (que se materializó) e incluso quiebra. Ahora, ha entrado en beneficios otra vez y eso explica la subida tan grande», relata López.
La cuestión es que, con la ampliación de capital y la recuperación de los precios de las materias primas, el valor ha quedado ahora en buena forma, para muchos expertos, tal y como explica César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación:«Tras la ampliación de capital, la compañía ha despejado todas las dudas en relación con la deuda. Por otro lado, hemos visto medidas proteccionistas tanto en Europa como en Estados Unidos que han permitido elevar los precios del acero. Esto, unido a una mejora muy significativa de los precios de las materias primas y, en especial, del mineral de hierro, ha provocado que la compañía haya superado muy ampliamente las perspectivas para el conjunto del año». Así, en febrero, comunicó un «guidance» en ebitda de más de 4.500 millones dólares, cifra que ya ha superado con los resultados de 9 meses, dice Sánchez-Grande.
Pero, ¿le queda recorrido a Arcelor tras semejante calentón en bolsa? «A los precios actuales todavía le queda cierto potencial, pero con la fuerte revalorización que ha tenido tras la victoria de Trump, seríamos más cautos por posibles recortes. Pero, a largo plazo, seguimos confiando en el valor. Tenemos un precio objetivo de 7,5 euros de cara a diciembre de 2017», cuenta este experto.
También Nicolás López entraría en el valor a estos precios pues cree que tendrá recorrido si el ciclo económico sigue mejorando. Si bien, descarta que vaya a recuperar los máximos que alcanzó en plena burbuja de las materias primas.
Otro factor adicional que puede dar alas a Arcelor es la victoria de Donald Trump, según Sánchez-Grande, debido a su multimillonario plan de infraestructuras (que suelen requerir acero) y a su discurso proteccionista.
En cuanto al resto de valores, muchos expertos descartan entrar en ellos por su tipología aunque otros creen que se puede hacer dinero si se cuenta con tolerancia al riesgo.
Luis Lorenzo, de Dif Broker, por ejemplo, recuerda que el que comprase estos al inicio del año estará de enhorabuena. En todo caso, cree que es preciso hacer una buena gestión de los stops para evitar sustos. En ese sentido, las dos zonas a vigilar en el caso de Ercros son los 2 euros para el corto plazo y los 1,85 para medio plazo; mientras que en Grupo San José están en los 2,50.
Por su parte, «Natra por técnico está teniendo una subida más ordenada y ya no debería de volver a perder la zona de 0,50 para tratar de encaminarse sobre zonas cercanas a 1», dice Lorenzo.
Asimismo, Tecnocom ha llegado de forma muy vertical a los máximos del 2009 y «sugiere algún retroceso antes de seguir con la escalada». En ese sentido, los soportes se sitúan en los 2,5 y 2 euros, mientras que el stop se colocaría en la pérdida de los 2,80.
En el caso Dogi, la zona de control pasa por los 2,50 euros, niveles previos a la suspensión que tuvo y que ha conseguido recuperar; mientras que Sniace «parece el valor con menos expectativas alcistas, ya que no tiene encaminado su cambio de tendencia, cosa que en los demás podríamos considerarlo», según Lorenzo.
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