martes, 2 de febrero de 2010

Chopín eternísimo...

El corazón de Chopin

02FEB 2010 11:45

La curiosidad científica, el morbo y la moda de las autopsias revisionistas han encontrado un filón propagandístico en el panteón de los grandes compositores. Se busca sin éxito el cráneo de Mozart y se analiza el parietal de Beethoven para encontrar veneno, aunque el debate forense e histórico también concierne a las vísceras capitales de los maestros.

Empezando por el corazón de Chopin, cuyos primeros latidos empezaron a retumbar hace 200 años. Consciente de la efeméride, un equipo de científicos polacos se propuso desentrañar el músculo en plan casquería o desolladero para desmentir que el compositor y compatriota hubiera muerto de tuberculosis en 1849.

Ahora sabemos que la razón del fallecimiento estribó en una fibrosis quística. Tenía Chopin unos pulmones de presidiario en Alcatraz y un corazón envenenado de nódulos, así es que los devotos del maestro han interpretado en clave alegórica la patología. Concluyendo que el maestro había muerto de horrendos dolores sentimentales.

No fue necesario exhumar el cadáver del difunto para corregir el acta de defunción. Chopin está enterrado en el cementerio parisino de Père Lachaise, aunque el músculo coronario le fue extirpado después de morir a petición de su propia hermana.

Era una manera de repartir simbólicamente los restos del genio y de elevar el corazón a la categoría de reliquia. De hecho, “le coeur” está custodiado en el templo de la Santa Cruz de Varsovia y ha permanecido en buen estado durante tantos años gracias al efecto conservante... del cognac francés.

Pues bien, el profesor Wojeciech Cichy inició los trámites necesarios para analizar el órgano y someterlo a un examen de ADN. Tomando como referencia documental los expedientes históricos y la propia sintomatología del paciente. Se le atribuye a Chopin una infancia enfermiza. Padecía con frecuencia infecciones pulmonares. Tosía continuamente. Y era extraordinariamente delgado en la edad adulta.

¿Es tan importante desvelar el misterio? Los científicos polacos responden afirmativamente. Por tres razones. Una radica en la justicia histórica. Otra consiste en la terapia social. El tercer motivo, en fin, responde a una asociación entre la enfermedad y la creatividad nostálgica, dolorosa, romántica de Chopin. Cichy sospecha que la enfermedad pulmonar predispuso el estado de ánimo del maestro.

Sin olvidar las restricciones en la fertilidad. Viene a confirmarse que Fréderic Chopin era estéril por culpa de la mucoviscidosis y que la “impotenza generandi” le impidió darle un hijo a George Sand.

No es el primer avatar que concierne al órgano coronario del maestro. Un general nazi melómano, Von dem Bach, acudió a salvarlo al templo de Varsovia antes de declararse el bombardeo de la capital polaca.

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