Días después de que Susana Díaz haya roto su mutismo con un paseo por los platós de televisión nacionales, con entrevistas el lunes en Telecinco y La Sexta, su campaña de promoción como candidata a las primarias del PSOE tendrá otro momento estelar este jueves. Ese día, el expresidente del Gobierno Felipe González tiene en agenda participar en Sevilla en un foro coloquio organizado por el Grupo Joly donde la presidenta de la Junta también tendrá asiento. Las invitaciones al acto, que genera una gran expectación, están muy controladas y dirigidas a un público más institucional que partidario, según fuentes conocedoras del evento.
Susana Díaz quiere controlar los tiempos, aunque ha irrumpido de nuevo en la escena nacional después de semanas resguardada para evitar más daños a su imagen tras la cruenta salida de Pedro Sánchez. Evita postularse directamente como candidata a dirigir el PSOE, pero ya no descarta ser aspirante en unas primarias. Incluso asume como posible el escenario de compatibilizar la secretaría general del PSOE y la presidencia de la Junta de Andalucía, algo que sería inédito en la historia de los socialistas y que en muchos dirigentes, incluso entre quienes la postulan sin fisuras, genera dudas.
El control de los tiempos
Durante sus intervenciones públicas, Díaz utilizó frases hechas como “decía mi abuela: vísteme despacio, que tengo prisa” al ser interpelada sobre la posibilidad de ser candidata a la secretaría general del PSOE. Insistió en que estará donde digan sus compañeros, “en la cabeza o en la cola”, y evitó confrontar con posibles aspirantes como Pedro Sánchez o Josep Borrell. Díaz no replicó a las acusaciones directas del ex secretario general en su intervención en el programa de Jordi Évole, donde la acusó a ella directamente en sintonía con los principales representantes del Ibex 35 o Felipe González de estar tras su caída. La dirigente socialista evitó contestar a nada de esto y se limitó a defender que ni González ni Alfredo Pérez Rubalcaba votaron en el negro comité federal del día 1 de octubre.
La reaparición de Felipe González en un foro privado trasciende a toda la batalla socialista y no está diseñada en clave orgánica ni pensando en el PSOE, pero el momento es “perfecto” para Susana Díaz, admiten fuentes cercanas a la socialista. El expresidente ya habló sin tapujos en una entrevista en la SER en plena guerra interna de los socialistas, y atacó con dureza al entonces secretario general, al que acusó directamente de haberlo engañado. A partir de ahí, la caída de Pedro Sánchez fue imparable y las presiones para desalojarlo de Ferraz fueron subiendo de tono. Ahora, González tendrá la oportunidad de brindar su apoyo público a Susana Díaz en su carrera para liderar el PSOE. También será interesante oír en clave interna sus reflexiones sobre una ruptura con el PSC.
En una de sus últimas intervenciones sobre el futuro de Susana Díaz, el expresidente del Gobierno disuadió a la presidenta de la Junta de acudir a unas primarias. De eso hace ya nueve meses. Entonces, en una entrevista en Canal Sur, vaticinó que habría nuevas elecciones y Gobierno en septiembre. Erró poco. Se mostró muy crítico con la guerra interna y los bandos en el PSOE y desaconsejó a la líder andaluza dar el salto a Madrid. Consideró que la socialista andaluza tenía “una misión que cumplir” en su comunidad autónoma, pese a tener “fortaleza y liderazgo para hacer lo que quiera”. “Yo creo que no debe ir. ¿Tiene potencia para ir? Sí. Pero ni animo ni desanimo a nadie”, sostuvo entonces. En aquella entrevista, también realizó una defensa cerrada de la honestidad de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. González los ha invitado personalmente a acudir a su acto de este jueves en Sevilla, aunque de momento ninguno de los dos, imputados en el caso ERE, han cerrado su presencia.
La dirigente sevillana logró convencer de sus dotes políticas a Felipe González poco después de llegar a la presidencia del Gobierno autonómico en sustitución de Griñán. En un primer momento, el expresidente fue muy frío: “No la conozco, soy demasiado mayor”. Susana Díaz nunca ha ocultado que es uno de sus principales referentes políticos. Él viró tras conocerla y se pasó meses proclamando que la presidenta de la Junta era la que más “ilusión” generaba en el PSOE. Su relación ha tenido altibajos y roces, algunos precisamente por la actitud de la presidenta en relación a Chaves y Griñán, aunque siempre han acabado bien para Díaz.
El aparato, a su favor
La presidenta de la Junta de Andalucía cuenta en estos momentos con el apoyo de Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros muchos, dicen fuentes socialistas, en su carrera hacia la secretaría general. Con los dos primeros, sobre todo con Rubalcaba, ha estado en permanente contacto en los últimos meses. Fuentes del PSOE no ocultan que el ex secretario general ha tenido mucho que ver en la operación para desbancar a Pedro Sánchez, abortar un congreso exprés y un Gobierno con Podemos y el apoyo de los independentistas catalanes. De hecho, los veteranos de su cuerda, como Ramón Jáuregui o Elena Valenciano, han vuelto a tener un papel protagonista en el partido en los últimos tiempos. El actual presidente de la gestora, Javier Fernández, es alguien de su estricta confianza.
Desde el entorno de Susana Díaz no hay ninguna duda sobre estos apoyos en caso de unas primarias. Sin embargo, hay movimientos internos que despistan sobre si ese respaldo es incondicional. La posibilidad de impulsar una tercera vía, con Patxi López al frente, por considerar que la dirigente andaluza se habría quemado sin posibilidad de recuperarse en una guerra demasiado personal con Pedro Sánchez, ha estado dando muchas vueltas en el PSOE. Algunos dirigentes socialistas se muestran convencidos de que Rubalcaba estaría también detrás de quienes apuestan por esa solución. Los rubalcabistas lo niegan, y entre los fieles de Susana Díaz dan por hecho que cuentan con su apoyo, descartando también que vaya a impulsar otras opciones como la de Eduardo Madina. Si Felipe González le brinda también su apoyo público, la presidenta de la Junta, que ya cuenta con el favor de los principales barones del partido, se convertirá 'de facto' en la candidata mejor situada y con más respaldo del ‘establishment’ y el aparato socialista. Ya solo quedaría saber si tiene también el apoyo de la militancia. Y todo esto sin todavía haber dicho claramente que será aspirante en las primarias y con el congreso federal sin fecha cierta. Como dicen los suyos con cierta prepotencia: “Ni falta que le hace”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario