«Mantener el nivel de vida tras los 65 años supone ahorrar o no jubilarse»
Esther García López
Si en España queremos mantener el actual
sistema de pensiones «hay que inyectar dinero exterior» y la primera vez
que hay que hacerlo es el 31 de diciembre de 2017. «Ese día hay que inyectar en el sistema 8.000 millones de euros si queremos pagar la nómina a los pensionistas y su paga extra. Gobierne quien gobierne, y si no, hay que dar la vuelta al sistema». Así de contundente se mostró Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull,
en una entrevista realizada por Alejandro Ramírez, director de
'Inversión & Finanzas', en el foro sobre 'Ahorro y Pensiones'.
¿Cómo califica la actitud de muchos políticos que acusaban de alarmistas a los que advertían de que el sistema público de pensiones corría peligro?
El sistema de pensiones en su actual configuración no es sostenible y esto se sabe desde hace mucho tiempo. Ya en 1994, Pedro Solbes dijo que el sistema de pensiones no era sostenible tal y como estaba y así ha sido. El problema está en los políticos. Decir que hay problemas con las pensiones es tabú para el Gobierno y la oposición porque en España hay 9,2 millones de pensionistas que pueden votar.
¿Se ha perdido un tiempo precioso para buscar una solución que evitara llegar a la situación actual?
Sí. El sistema de pensiones no se sostiene y se ha perdido mucho tiempo porque esto se sabía. Lo que pasa es que un político nunca valorará esto porque puede suponerle un problema, da igual que sea de izquierdas o de derechas, aquí la ideología no cuenta. Para llevar a cabo una reforma en el sistema de pensiones primero hay que informar a los ciudadanos y en España los mayores de 50 años aún están esperando la carta que anunció el Gobierno que les iba a enviar informándoles de lo que iban a cobrar en su jubilación. Nunca enviará esa carta porque podría utilizarse como un argumento político en su contra.
La ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, dijo que el PP prevé hacer compatible el cobro del cien por cien de la pensión con un empleo. ¿Cómo ve esta medida?
El problema que tienen los políticos es que buscan parches para ganar tiempo. La postura de Báñez es lógica pero tiene dos problemas: el 'jubilado' que sigue trabajando cotiza en la Seguridad Social pero también percibe una pensión, además no creo que las empresas sigan contratando a trabajadores mayores que son más caros que los jóvenes. Eso no lo veo claro.
De Guindos dijo que las pensiones estaban garantizadas con el crecimiento económico y la creación del empleo. ¿Esto es viable?
De Guindos sabe mucho de economía pero cuando dijo esto llevaba la gorra de político. En España estamos sustituyendo empleo indefinido y de tiempo completo por empleo temporal y/o a tiempo parcial. Esto significa que estamos sustituyendo unos salarios altos que alimentan unas bases de cotización elevadas por otros bajos. En España hay 3,2 millones de trabajadores con una remuneración de 300 euros o menos, hay 5,6 millones que tienen un sueldo por debajo del salario mínimo y en Cataluña el 93 por ciento de los contratos firmados en el primer trimestre tuvieron una duración de menos de un mes. ¿Qué van a cotizar estas personas? ¿Con estos empleos se va a sostener el sistema de pensiones? De Guindos pronunció esa frase para salir del paso. Las pensiones en España, con el empleo que tenemos, con los contratos que se firman y con los actuales salarios, no son sostenibles. Si queremos mantener el actual sistema de pensiones con los mismos impuestos y pagar las pensiones que a la gente le corresponde en base a lo que han cotizado hay que inyectar dinero exterior y la primera vez que hay que hacerlo es el 31 de diciembre de 2017. Hay que inyectar en el sistema 8.000 millones si queremos pagar la nomina a los pensionistas y su paga extra, gobierne quien gobierne, y si no queremos eso hay que dar la vuelta al sistema.
¿Tendríamos que hacer una transición hacia otro tipo de sistema?
Todo depende de lo que quieran el Parlamento y los españoles. ¿Estamos dispuestos a perseguir a sangre y fuego el fraude fiscal para sacar recursos de ahí? Esta es una opción. ¿Estamos dispuestos a poner en marcha un impuesto para financiar el sistema? Esta es otra, pero tiene un problema, que en España la mayor parte de los impuestos los pagan los salarios y quizá los salarios no pueden soportar otro impuesto más. Otra alternativa es que dejemos de gastar en cosas para inyectar ese dinero en el sistema de pensiones, podemos recortar en sanidad, educación, dependencia... Es otra solución pero no parece viable. Si no se hace algo el sistema de pensiones tendrá que modificarse y adaptarse a la realidad que es el dinero que ingresa la Seguridad Social.
Con este panorama, ¿qué pueden hacer los ciudadanos? ¿Ahorrar es una opción?
Vengo diciendo desde hace años que los ciudadanos que puedan no se jubilen y que ahorren para mantener su poder adquisitivo al jubilarse. Seguramente se creará un impuesto. Algo se hará en esta línea, pero será insuficiente para mantener las actuales pensiones, por ello la única vía que quedará es el ahorro. Yo digo a los ciudadanos que no se jubilen o que ahorren.
Hace un año Monotoro dijo que descarta los incentivos fiscales al ahorro, pero que fomentaría los planes de pensiones en empresas. ¿Esto es posible con nuestro tejido empresarial?
En España siempre llegamos tarde a todo. Los planes de pensiones de empresas existen en EE. UU. desde hace 50 años. La remuneración allí tiene tres patas: el salario, el seguro médico y el plan de pensiones. Pero ahora las empresas están reduciendo sus planes de pensiones y algunas los han anulado. En España, la mayoría de las empresas no pueden tener un plan de pensiones de empleo por su estructura financiera. España es un país de pymes, con un valor añadido medio bajo. Algún tipo de incentivo fiscal habrá que dar para resolver el problema, porque el tema de las pensiones ha llegado a un punto en que todo apunta a la insostenibilidad. Hay que incentivar el ahorro y la mejor forma para estimularlo es a través de un incentivo fiscal. En este sentido, España tiene dos problemas: que el ahorro preventivo se ha hecho en ladrillo -la compra de una vivienda ha sido una forma de ahorro común entre los españoles- y que la deuda de las familias se acerca a los 72.000 millones de euros. Con esta deuda tan grande, dudo que aunque haya incentivos fiscales significativos, aumente el ahorro de una forma generalizada. Tenemos un problema de deuda terrible. Entre la deuda de las familias, de las empresas, de los bancos y la pública rozamos los 3 billones. El gran problema de la deuda es otro de los que se tendría que resolver.
Si Rajoy le nombrara ministro de Economía ¿cuál sería la primera medida que tomaría sobre el sistema público de pensiones?
Le diría muy cortés que no acepto el cargo. Pero, hipotéticamente, lo primero que haría sería poner en marcha algún incentivo fiscal para fomentar el ahorro. También hablaría muy claro a la ciudadanía, les diría cómo están las cosas y que el dinero que hay para las pensiones hay que repartirlo. A las personas hay que convencerlas de que ahorren y la forma más lógica de hacerlo es a través de algún tipo de incentivo fiscal.
¿Cómo califica la actitud de muchos políticos que acusaban de alarmistas a los que advertían de que el sistema público de pensiones corría peligro?
El sistema de pensiones en su actual configuración no es sostenible y esto se sabe desde hace mucho tiempo. Ya en 1994, Pedro Solbes dijo que el sistema de pensiones no era sostenible tal y como estaba y así ha sido. El problema está en los políticos. Decir que hay problemas con las pensiones es tabú para el Gobierno y la oposición porque en España hay 9,2 millones de pensionistas que pueden votar.
¿Se ha perdido un tiempo precioso para buscar una solución que evitara llegar a la situación actual?
Sí. El sistema de pensiones no se sostiene y se ha perdido mucho tiempo porque esto se sabía. Lo que pasa es que un político nunca valorará esto porque puede suponerle un problema, da igual que sea de izquierdas o de derechas, aquí la ideología no cuenta. Para llevar a cabo una reforma en el sistema de pensiones primero hay que informar a los ciudadanos y en España los mayores de 50 años aún están esperando la carta que anunció el Gobierno que les iba a enviar informándoles de lo que iban a cobrar en su jubilación. Nunca enviará esa carta porque podría utilizarse como un argumento político en su contra.
La ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, dijo que el PP prevé hacer compatible el cobro del cien por cien de la pensión con un empleo. ¿Cómo ve esta medida?
El problema que tienen los políticos es que buscan parches para ganar tiempo. La postura de Báñez es lógica pero tiene dos problemas: el 'jubilado' que sigue trabajando cotiza en la Seguridad Social pero también percibe una pensión, además no creo que las empresas sigan contratando a trabajadores mayores que son más caros que los jóvenes. Eso no lo veo claro.
De Guindos dijo que las pensiones estaban garantizadas con el crecimiento económico y la creación del empleo. ¿Esto es viable?
De Guindos sabe mucho de economía pero cuando dijo esto llevaba la gorra de político. En España estamos sustituyendo empleo indefinido y de tiempo completo por empleo temporal y/o a tiempo parcial. Esto significa que estamos sustituyendo unos salarios altos que alimentan unas bases de cotización elevadas por otros bajos. En España hay 3,2 millones de trabajadores con una remuneración de 300 euros o menos, hay 5,6 millones que tienen un sueldo por debajo del salario mínimo y en Cataluña el 93 por ciento de los contratos firmados en el primer trimestre tuvieron una duración de menos de un mes. ¿Qué van a cotizar estas personas? ¿Con estos empleos se va a sostener el sistema de pensiones? De Guindos pronunció esa frase para salir del paso. Las pensiones en España, con el empleo que tenemos, con los contratos que se firman y con los actuales salarios, no son sostenibles. Si queremos mantener el actual sistema de pensiones con los mismos impuestos y pagar las pensiones que a la gente le corresponde en base a lo que han cotizado hay que inyectar dinero exterior y la primera vez que hay que hacerlo es el 31 de diciembre de 2017. Hay que inyectar en el sistema 8.000 millones si queremos pagar la nomina a los pensionistas y su paga extra, gobierne quien gobierne, y si no queremos eso hay que dar la vuelta al sistema.
¿Tendríamos que hacer una transición hacia otro tipo de sistema?
Todo depende de lo que quieran el Parlamento y los españoles. ¿Estamos dispuestos a perseguir a sangre y fuego el fraude fiscal para sacar recursos de ahí? Esta es una opción. ¿Estamos dispuestos a poner en marcha un impuesto para financiar el sistema? Esta es otra, pero tiene un problema, que en España la mayor parte de los impuestos los pagan los salarios y quizá los salarios no pueden soportar otro impuesto más. Otra alternativa es que dejemos de gastar en cosas para inyectar ese dinero en el sistema de pensiones, podemos recortar en sanidad, educación, dependencia... Es otra solución pero no parece viable. Si no se hace algo el sistema de pensiones tendrá que modificarse y adaptarse a la realidad que es el dinero que ingresa la Seguridad Social.
Con este panorama, ¿qué pueden hacer los ciudadanos? ¿Ahorrar es una opción?
Vengo diciendo desde hace años que los ciudadanos que puedan no se jubilen y que ahorren para mantener su poder adquisitivo al jubilarse. Seguramente se creará un impuesto. Algo se hará en esta línea, pero será insuficiente para mantener las actuales pensiones, por ello la única vía que quedará es el ahorro. Yo digo a los ciudadanos que no se jubilen o que ahorren.
Hace un año Monotoro dijo que descarta los incentivos fiscales al ahorro, pero que fomentaría los planes de pensiones en empresas. ¿Esto es posible con nuestro tejido empresarial?
En España siempre llegamos tarde a todo. Los planes de pensiones de empresas existen en EE. UU. desde hace 50 años. La remuneración allí tiene tres patas: el salario, el seguro médico y el plan de pensiones. Pero ahora las empresas están reduciendo sus planes de pensiones y algunas los han anulado. En España, la mayoría de las empresas no pueden tener un plan de pensiones de empleo por su estructura financiera. España es un país de pymes, con un valor añadido medio bajo. Algún tipo de incentivo fiscal habrá que dar para resolver el problema, porque el tema de las pensiones ha llegado a un punto en que todo apunta a la insostenibilidad. Hay que incentivar el ahorro y la mejor forma para estimularlo es a través de un incentivo fiscal. En este sentido, España tiene dos problemas: que el ahorro preventivo se ha hecho en ladrillo -la compra de una vivienda ha sido una forma de ahorro común entre los españoles- y que la deuda de las familias se acerca a los 72.000 millones de euros. Con esta deuda tan grande, dudo que aunque haya incentivos fiscales significativos, aumente el ahorro de una forma generalizada. Tenemos un problema de deuda terrible. Entre la deuda de las familias, de las empresas, de los bancos y la pública rozamos los 3 billones. El gran problema de la deuda es otro de los que se tendría que resolver.
Si Rajoy le nombrara ministro de Economía ¿cuál sería la primera medida que tomaría sobre el sistema público de pensiones?
Le diría muy cortés que no acepto el cargo. Pero, hipotéticamente, lo primero que haría sería poner en marcha algún incentivo fiscal para fomentar el ahorro. También hablaría muy claro a la ciudadanía, les diría cómo están las cosas y que el dinero que hay para las pensiones hay que repartirlo. A las personas hay que convencerlas de que ahorren y la forma más lógica de hacerlo es a través de algún tipo de incentivo fiscal.
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