martes, 30 de septiembre de 2014

Manualillos de Inversión ( 1 )

EN QUÉ ACTIVOS INVIERTO

¿Se puede vivir de las rentas en un entorno de bajas rentabilidades?


mprimir
¿Quién no ha soñado con retirarse y vivir de las rentas?Seguramente más de uno, aunque cada vez es más difícil. Y es que el actual nivel de los tipos de interés obliga a contar con un patrimonio más elevado para poder obtener una renta que cubra todas nuestras necesidades vitales. Sin olvidar los impuestos. Por ejemplo, si invirtiéramos 300.000 euros en un depósito al 2,50%, como ofrece Novo Banco, obtendríamos una renta anual de 7.500 euros, que después de impuestos se reduciría a 5.625 euros.
Francisco Marín, de EFPA España, admite que tras la bajada de las rentabilidades en los activos con menos riesgo, tipo depósitos o letras del Tesoro, para vivir de rentas hay que tener un capital mayor que en otros momentos.
Sin embargo, para vivir de las rentas dependerá del activo en el que se haya invertido y para obtener unas rentabilidades atractivas hay que estar dispuesto a asumir riesgos. Así, Marín recuerda que un propietario de viviendas, que las tiene alquiladas, puede seguir manteniendo más o menos el nivel de ingresos de hace 3 ó 4 años. Y quien tenga una cartera de acciones de ciertas empresas del Ibex, está cobrando unos dividendos similares a hace pocos años.
¿Dónde invertir y a qué dificultades se enfrenta?
Pero imaginemos que usted cuenta con un patrimonio que bien gestionado le permita la vida contemplativa. Para ello, Marín construye una cartera diversificada, con parte de la inversión en activos de riesgo como acciones de empresas cotizadas y otros con menos (títulos de renta fija del Estado). "Y esa composición se verá afectada por la edad del ahorrador: a mayor edad, menor riesgo asumible. En estos momentos, no debe excluirse la inversión inmobiliaria como generadora de rentas. Con los precios bajos y los alquileres más o menos mantenidos, la rentabilidad es superior a la de los depósitos. Los activos que han de formar la cartera dependen de las condiciones propias del inversor (edad, estado civil, número y edad de los hijos), de sus necesidades de liquidez a corto y medio plazo, y de su capacidad personal de asumir riesgos", concluye el experto de EFPA.
Pero el ahorrador que pretenda vivir de las rentas debe ser consciente de los desafíos a los que se va a enfrentar y uno de los más importantes es una necesaria cultura financiera y formación acorde a ella. "Demasiada gente no sabe que va a cobrar cuando le llegue su jubilación, pero también mucha gente no tiene un control sobre en qué gasta sus ingresos, de qué gastos va a poder prescindir (cuando me jubile ya no tendré hijos en el colegio, o no necesitaré dos plazas de parking, o no pagaré las mismas facturas de teléfono) y por tanto cuáles van a ser sus verdaderas necesidades. Esa falta de formación hace que no se sepa planificar cuál es el esfuerzo que ahora debo hacer para, en un futuro poder mantener ese nivel de "calidad de vida" que considero mínimo" recuerda Marín.
¿Y cuando llegue la jubilación?
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Y es cuando llega la jubilación cuando más necesitamos complementar la renta del Estado con nuestras rentas para mantener un nivel de vida confortable. En este caso, el experto de EFPA recomienda "hacer sus cálculos para saber cuáles van a ser las rentas futuras, de las que va a disponer, sobre todo tras la jubilación. Qué parte esperamos cobrar del Estado como pensión, qué parte tenemos ahorrada e invertida y qué nos generará unos ingresos, por dividendo o intereses o rentas de alquileres y qué parte de ese ahorro podremos ir liquidandopara incrementar el dinero disponible, por ejemplo, rescate de planes de pensiones. Con todo ello, se puede hacer una planificación a medio plazo que nos diga con qué nos vamos a encontrar"
Otro punto a tener en cuenta tener claro cuál es su "renta de confort". Aquella en la que considera que no se ve perjudicada su idea de "calidad de vida". "Hay quien considera que si no hace un viaje al año fuera de Europa no es feliz, hay quien considera que si no puede cambiar de coche cada cuatro años no es feliz. O salir a cenar y al teatro una vez al mes... Cuando eso se pierde porque no hay rentas suficientes se dice que "se pierde calidad de vida" asegura Marín.
La renta mínima sería la renta de subsistencia, la que cubre lo básico. A partir de ahí, hay que tener claro qué ahorros hemos acumulado y qué rentas futuras creemos que podremos tener. Y si eso no nos da la calidad de vida que querríamos, pues no queda más remedio que o ahorrar más, o ir previendo que nuestra calidad de vida se verá reducida.

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