viernes, 28 de julio de 2017

El PIB se calienta....

5 Dias-El Producto Interior Bruto creció entre abril y junio un 0,9%. Con este incremento, una década más tarde, la economía española recupera en términos reales los niveles perdidos con la crisis que se iniciase en el segundo trimestre de 2008. Eso sí, lo hace con 1,9 millones de empleos menos. De los 3,8 millones de ocupados perdidos, solo se ha conseguido recuperar la mitad.
¿Y cómo se puede explicar esto? La economía ha experimentado una ganancia de competitividad brutal. Se produce lo mismo con 1,9 millones de trabajadores menos. En parte, eso se explica por la distinta composición de la economía. Se ha barrido un sector como la construcción que antes de la crisis remuneraba bien y era muy intensivo en mano de obra. Y este se ha reemplazado sobre todo con dos sectores: por una parte, el turismo y la hostelería, que precisa de muchos trabajadores pero que retribuye mucho menos de lo que lo hacía la construcción. Y el sector exportador, que es mucho más productivo y, por tanto, tira menos del factor trabajo.
Respecto al incremento del PIB en el segundo trimestre, la economía se acelera y crece por encima del 0,8% registrado en el trimestre anterior. El Banco de España, la Autoridad Fiscal, el panel de Funcas, BBVA o Bankia ya habían hecho revisiones al alza en este sentido. Justo cuando parecía que la economía podía empezar a desacelerarse, muestra una robustez mayor de lo que ningún analista podía predecir tan solo unos trimestres antes.
Parecía que el consumo tenía que perder fuelle sí o sí después de meses de crecimientos por encima de las demás rúbricas gracias a la robusta creación de empleo, la disminución de la tasa de ahorro y la baja inflación, que brinda capacidad adquisitiva. Con la crisis había mucha demanda embalsada que había ahorrado y dejado de consumir bienes duraderos por la incertidumbre. Tan pronto como la incertidumbre se disipó, eso provocó que se disparase el consumo por encima incluso de lo que crecían las rentas. Todo hacía pensar que la demanda interna perdería fuerza en cuanto descendiese el ahorro y subiese la inflación. Y los indicadores apuntan que así lo hace. Pero no mucho, al menos según se desprende de los últimos datos de consumo. 
Y la respuesta puede estar en varios factores: por un lado, la inflación se está moderando y está devolviendo poder de compra a los consumidores. Además, el empleo sigue creciendo con fuerza. Es más, entre abril y junio avanzó al 0,9% según cálculos de BBVA Research, prácticamente al mismo ritmo que el PIB. De lo que se infiere que todo el crecimiento se está destinando a la creación de puestos de trabajo.
Por otra parte, pese a un menor ritmo exhibido entre abril y junio, la inversión ha retomado la senda del crecimiento tras estancarse durante la segunda mitad del año pasado debido a la incertidumbre política. Aunque desde niveles todavía bajos en comparación con los niveles precrisis, la inversión en construcción va tomando impulso. Y por último, la zona euro se recupera y tira con fuerza de las exportaciones españolas, si bien los últimos datos señalan que el vigoroso incremento de las importaciones puede estar paliando en la balanza de pagos el efecto de ese fuerte crecimiento de las ventas al exterior.

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