martes, 29 de agosto de 2017

Desastres naturales y Mercados...

Huracán Harvey: cómo afecta en el crudo, el dólar, el oro y las acciones

El huracán Harvey, que está dejando en Houston escenas tan terribles como las del huracán Katrina en Nueva Orleans hace doce años, también está dejándose sentir en los mercados de activos. Dado que la de Texas es una zona petrolera muy importante en Estados Unidos, el primer hito que ha marcado el huracán ha sido sobre el crudo y sus derivados. El precio del barril West Texas, de referencia en Estados Unidos, retrocedió ayer un 2,52%, hasta los 46,42 dólares, mientras que el de Brent, de referencia en Europa, bajó un 1,14%, hasta los 51,81 dólares. Pero el precio de la gasolina subía prácticamente un 3%. ¿Por qué este comportamiento opuesto entre la materia prima y su derivado? Por un lado, se espera que la producción de petróleo, como consecuencia del Harvey, se reduzca en el Golfo de México. Ése debería ser un argumento que empujara al alza la cotización del barril. Pero también se prevé que la demanda de petróleo por parte de las refinerías de Texas baje incluso en una mayor proporción porque su actividad quedará en parte suspendida (se calcula que un 25% de la capacidad refinera del área está paralizada, lo que supone el 15% del conjunto de EE.UU.), lo que anula el primer efecto y explica que el barril baje. Si la actividad de refino se reduce, la que sin duda va a bajar va a ser la oferta de derivados de petróleo. De ahí que el precio de la gasolina esté incrementándose. Como sintetizan los analistas de Citi, a corto plazo, el impacto del Harvey es negativo para el crudo y positivo para la gasolina.
¿Qué ocurre entonces con el sector petrolero cotizado? En la jornada de ayer, las dos petroleras del Dow Jones, Chevron y Exxon Mobil, registraban moderadas pérdidas que las colocaban entre las diez peores acciones del selectivo. Pero los analistas son positivos con las compañías refineras: al bajar el precio del barril y elevarse el de la gasolina, los márgenes aumentan. De acuerdo con Roger Read, de Wells Fargo, con la mayor parte de los huracanes que han tenido lugar en la costa del Golfo de México, las acciones de las compañías refineras han superado en rentabilidad a los índices, y por mucho: hasta un 6% y un 19% de diferencia en los diez o veinte días después del ciclón. De acuerdo con Justin Jenkins, de Raymond James, los márgenes de las compañías que se dedican a la refinería, sus cuentas de resultados y los precios de las acciones tienden a sacar partido de momentos como éste. En su opinión, las compañías más beneficiadas serían Delek US Holdings y HollyFrontier Corporation, así como PBF Company. Según Faisel Khan, analista de Citi, otras compañías que podrían sacar partido serían Alon USA Partners o CVR Refining. De hecho, algunas de estas acciones subieron más de un 8% en la jornada de ayer.
Si las empresas ligadas al refino tienen buenas perspectivas, no sucede lo mismo con las ligadas a la exploración y a la producción, aunque sólo sea porque el precio del barril puede bajar aún más y porque la demanda doméstica de crudo puede reducirse. De todas maneras, el impacto en las grandes, como Chevron o Exxon, puede no ser muy importante, debido a que tienen intereses a nivel global, a diferencia de compañías más domésticas. Así, ayer Anadarko y Apache caían mucho más que las 'majors'. Y eso que Exxon Mobil ha cerrado un complejo en Baytown (Texas), así como la europea Royal Dutch Shell.
Oro y dólar: el Harvey tiene consecuencias opuestas
Si continuamos con las materias primas, ayer vimos cómo el precio del oro marcaba un máximo de casi doce meses por encima de los 1.300 dólares. ¿Las incertidumbres alrededor del huracán Harvey han contribuido a ello? Es posible, aunque hay expertos, como John Stoltzfus, de Oppenheimer, que consideran que los mercados no deberían sufrir mucho como consecuencia del Harvey, por lo que no debería estar en principio muy justificada la inversión en oro como refugio.
Es posible que si el oro ha subido ha sido por el nuevo descenso que ha registrado el dólar, dado que suele haber entre estos dos activos una correlación inversa, así como entre el oro y las expectativas de inflación y tipos de interés. El movimiento de la divisa americana se justifica, en primer lugar, por las declaraciones de Janet Yellen y de Mario Draghi el pasado viernes en Jackson Hole: la primera porque no adelantó subidas de tipos; el segundo porque no advirtió del riesgo que para el Viejo Continente supone un euro fuerte.
Pero la depreciación del billete verde también tiene que ver con las incertidumbres existentes sobre cuál será el impacto que tendrá el huracán Harvey en la economía estadounidense y si éste va a ser un argumento más para que la Reserva Federal norteamericana no suba los tipos de interés más este año. De hecho, el dólar no se depreció únicamente contra el euro, sino también con respecto al conjunto de principales monedas del mundo. No olvidemos que Houston es la cuarta ciudad más importante de Estados Unidos y el de Texas, el estado que tiene la segunda economía más grande de EE.UU. sólo por detrás de California, representando un 9% del PIB nacional.
Algunos analistas consideran que los daños económicos casi no cruzarán las fronteras del Estado de Texas: IHS Markit, en una nota, afirmó el pasado viernes que el impacto en el PIB americano del tercer trimestre será mínimo; y JP Morgan ha anunciado que no ha cambiado sus perspectivas para el PIB nacional, porque la posible caída de la actividad del tercer trimestre se más que compensará con la recuperación en el cuarto trimestre.
Pero habrá que esperar y ver, ya que se prevé que el consumo discrecional se verá afectado, tanto en las zonas devastadas por el huracán, como en el resto del país si el precio de la gasolina sigue subiendo y se mantiene alto durante un largo periodo de tiempo. Además, si lo que sucedió en Nueva Orleans con el Katrina es un espejo en el que ha de mirarse Houston, hay que contar con que habrá destrucción de empleos y bajadas salariales, al menos en las zonas devastadas.
Más sectores afectados: seguros, construcción, químico...
Si volvemos a las compañías en Bolsa, nos encontramos con que uno de los sectores más castigado en la jornada de ayer fue el asegurador, con Travelers como principal compañía afectada en el Dow Jones, debido a las coberturas que tendrán que realizar de bienes dañados, tanto automóviles como viviendas. Se calcula que el huracán Harvey podría causar destrozos por valor de hasta 30.000 millones de dólares. Aunque no se cree que la industria aseguradora tenga que hacer frente a más de un tercio de esa cantidad, dado que de los daños directamente causados por las inundaciones se hace cargo el Gobierno.
Hablando de viviendas y de reparaciones que serán necesarias cuando tras la tormenta llegue la calma, la compañía que ya está subiendo en Bolsa ante la expectativa de más ventas y más ingresos es Home Depot. No en vano, vende materiales de construcción y productos de bricolaje y jardinería.
En relación con la vivienda, las que están sufriendo son las compañías promotoras inmobiliarias: se teme que la tormenta, además de paralizar las construcciones en marcha, tenga como consecuencia el retraso en el desarrollo de suelos y el incremento de los costes laborales, porque la demanda de trabajadores especializados en este sector aumentará, puesto que serán necesarios muchos para rehabilitar las viviendas dañadas. Algunos de los nombres del sector más sensibles a estas malas noticias citados por Bloomberg son Hovnanian Enterprises, LGI Homes, Meritage Homes, Beazer Homes o Taylor Morrison Home. Pero, según Andrew Kaplowitz, de Citi, también puede haber compañías que, por su actividad, resulten más necesarias después del desastre. Alude a cómo Fluor Corp movilizó a 4.500 trabajadores en 2005 y 2006 para construir viviendas temporales en respuesta a los huracanes Katrina y Rita. También, a Quanta Services, que trabajó en restaurar servicios después de la tormenta Sandy en 2012, al igual que Aecom.
Otro sector al que aluden los expertos de Citi como posible afectado es el químico, dado que también se ha visto obligado a cerrar algunas de sus instalaciones en Texas. De hecho, se calcula que el huracán Harvey ha afectado a un tercio de la producción química de Estados Unidos. Pero la firma no cree que el impacto vaya a durar más allá del presente trimestre. En todo caso, menciona como compañías afectadas negativamente a Dow Chemical y LyondellBasell Industries. Aunque también es posible que la reducción de la oferta de ciertos productos químicos pueda llevar a aumentar los precios y, por tanto, pueda llegar a beneficiar a las acciones de ciertas empresas.
Quizás una gran incógnita está en saber si Donald Trump podría reconsiderar su política energética y medioambiental después de esta catástrofe que los científicos vinculan con el cambio climático provocado por la irresponsable acción del hombre. De ser así, habría que analizar también sus consecuencias en los activos, tanto en los ligados a la energía convencional como a la "verde".

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