miércoles, 4 de julio de 2018

Daniel Alonso busca inversor....

La familia Alonso, dueña del Grupo Daniel Alonso, uno de los mayores grupos industriales de Asturias, ha decidido vender parte de su 'holding'. Según han confirmado fuentes próximas a la operación, los cuatro hijos del octogenario empresario Daniel Alonso, que hizo su fortuna con el negocio metalúrgico y siderúrgico en los años setenta y ochenta, han contratado los servicios del banco de inversión Lazard para buscar un inversor que tome una participación significativa en el grupo. La compañía podría tener una valoración que oscila entre los 400 y los 500 millones de euros.
Grupo Daniel Alonso, que nació hace más de 50 años en Asturias, está especializado en la fabricación de estructuras tubulares de aceros para torres eólicas, molinos de viento ‘on shore’ y ‘off shore’, así como estructuras metálicas para el sector petroquímico, energético y naval. Además, el 'holding' se dedica al diseño, desarrollo y comercialización de bienes de equipo para el transporte, tratamiento de residuos y equipos militares, así como todo lo que tiene que ver con la industria del acero. Es conocida como la Gamesa asturiana.
El 'holding', que tiene una plantilla que oscila entre los 1.200 y los 1.700 empleados en función de la temporada, agrupa empresas como Tadarsa, Danima, Idesa, Hidromotor, Dacero y Windar Renovables. La facturación ronda los 400 millones de euros y el beneficio bruto de explotación o ebitda se acerca a los 50 millones de euros. Según fuentes financieras, con estas cifras, Grupo Daniel Alonso podría alcanzar un valor de mercado de entre 400 y 500 millones de euros, lo cual sería la segunda gran operación corporativa de la familia.
La primera fue en 2007, cuando Daniel Alonso Rodríguez, el patriarca de la familia, vendió Daorje al fondo de capital riesgo británico 3i por unos 130 millones de euros. Esta compañía pasó posteriormente a manos del 'private equity' suizo Spingwater, para acabar finalmente controlada el pasado año por Miguel Zoritaex responsable de Deloitte España. Con esos 130 millones, Daniel Alonso entró en el negocio de las energías renovables, hasta llegar a implantar filiales en India, México, Brasil y Estados Unidos.

Relevo familiar

En 2015, al cumplir los 80 años de edad, el empresario cedió los poderes a sus cuatro hijos, Orlando, Jesús, Daniel y Sonia Alonso Villarón. Repartió el capital a partes iguales, si bien los dos vástagos que se dedican íntegramente a la gestión de las compañías son Orlando, que hace las funciones de presidente y primer ejecutivo, y Jesús, que se encarga de la comercialización y del área internacional. Daniel tiene un negocio vinculado a la fabricación de bicicletas y Sonia está afincada en Londres y está alejada del día a día de la sociedad.
Así, las acciones de Grupo Daniel Alonso se las reparten Molitis 2000 SL, propiedad de Jesús, que actúa como presidente; Alma Consulting & Investment, de Orlando, que tiene el cargo de consejero delegado; Aralon Capital, controlada por Sonia Alonso, y Grupo Da-Zen SL, cuyo administrador es Daniel Alonso Villarón. Las mismas fuentes indican que aún no se ha decidido qué porcentaje del capital venderá cada uno de los cuatro hermanos.
Grupo Daniel Alonso tiene algunos litigios abiertos con Hacienda, con la que tiene una deuda de algo más de 3 M tras firmar actas en disconformidad
Según fuentes financieras, el momento elegido por la familia para buscar inversores es el adecuado, gracias a la recuperación del sector del gas y el petróleo, especialmente en Estados Unidos, un mercado muy relevante para el grupo. La compañía está ahora enfocada en la internalización y, sobre todo, en la fabricación para turbinas de molinos de viento 'off shore' o situadas en el mar.
Grupo Daniel Alonso tiene algunos litigios abiertos con la Agencia Tributaria, con la que tiene una deuda de algo más de tres millones de euros tras firmar actas en disconformidad. La empresa, que no ha respondido a la llamada de El Confidencial para dar su versión sobre esta noticia, ha cubierto este pasivo concediendo garantías hipotecarias a favor de Hacienda de varios edificios y construcciones.

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