martes, 24 de marzo de 2020

Hay que hacer un esfuerzo con el Mural...

Finaliza la restauración de la capilla de La Cadellada

Finaliza la restauración de la capilla de La Cadellada

«Quedó muy guapa», aplauden los vecinos de Teatinos, que piden ahora la restauración del mural de Paulino Vicente y las vidrieras

ROSALÍA AGUDÍNoviedo.
La rehabilitación de la cubierta y el campanario de la capilla de La Cadellada ya ha finalizado, según informaron ayer fuentes de la empresa Peralte, la adjudicataria de la obra regional que ha permitido la mejora de la estructura de la iglesia situada en el recinto del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Los andamios ya han sido también retirados, por lo que ya se puede ver su saneado aspecto.
Hace un año, la sociedad pública Gispasa anunció la contratación de la obra. Tres empresas se presentaron al concurso, que ganó Peralte al ofertar los trabajos en 153.000 euros. En un principio se esperaba que las obras durasen diez semanas, a contar desde octubre, pero el mal tiempo del pasado otoño e invierno retrasaron los planes.


En estos meses se han reparado todas las lesiones físicas, mecánicas y químicas detectadas en la cubierta y se subsanaron los daños registrados en la torre del campanario con el fin de garantizar la seguridad estructural del edificio.
La asociación de vecinos Paulino Vicente de Teatinos, liderada por Santiago Camporro, está muy contenta con el resultado final. «La iglesia quedó muy guapa, pero ahora Patrimonio debe de restaurar el mural de Paulino Vicente y las vidrieras». Esta petición la hará en una reunión con la sección de Patrimonio, dependiente del gobierno regional, en la que preguntarán cuál es el estado de contratación de estos trabajos. También quieren saber cómo va el proceso para declararla Bien de Interés Cultural (BIC). «El año pasado nos enviaron una carta informándonos de este asunto, pero no sabemos más. Queremos que el Principado nos dé explicaciones una vez que pase esta crisis sanitaria», explicó.
Lo que más le preocupa a la asociación es el estado del mural de Paulino Vicente que representa La Última Cena. Durante años estuvo afectada por las humedades provocadas por los desperfectos en la cubierta, lo que afectó a su imagen: «La pintura con los trabajos hechos no va a seguir sufriendo, pero queremos que se mejore», insistió ayer Camporro. Ya se imagina, reconoció, cómo será el templo una vez restaurado en su totalidad.
Quiere que el espacio sea «multiusos», para poder organizar conferencias, presentaciones de libros, exposiciones de pintura y artesanía y pequeños conciertos. «Los usos religiosos allí ya no tienen cabida. El Arzobispado se negó a hacerse cargo» del templo cuando estaba mal y «ahora lo quieren», reprochó Camporro. El cura de Teatinos, José Ramón Castañón, 'Pochi', por su parte, se ha sumado a la petición de que sea un espacio para culto.

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