domingo, 23 de mayo de 2010

Cajasur, al final, más de 1000.-mm

Por ahí andará el pufíto!

LA ENTIDAD ROMPIÓ AYER SUS NEGOCIACIONES DE FUSIÓN CON UNICAJA

CajaSur recibirá 550 millones del FROB tras ser intervenida por el Banco de España

Publicado el 21-05-2010 , por L. Montoto / S. Onrubia / J. E. Navarro Sevilla / Madrid

El Banco de España ha anunciado esta madrugada la intervención de CajaSur, la entidad financiera cordobesa controlada por la Iglesia Católica. El organismo supervisor, gobernado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha emitido un comunicado en el que anuncia la expulsión de todos los miembros del Consejo de Administración de la caja cordobesa, incluido su presidente, el clérigo Santiago Gómez Sierra. Tres administradores provisionales, designados por el Frob, dirigirán y ejecutarán la actividad diaria. El Fondo inyectará de forma inmediata unos 550 millones de euros en la entidad para garantizar su solvencia.


Santiago Gómez Sierra, presidente de CajaSur

El Banco de España ha decidido intervenir después de que CajaSur rechazara la fusión con Unicaja y ha solicitado la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que ha nombrado a los tres expertos que administrarán provisionalmente la Caja de Ahorros. Los designados son: José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo, quienes actuarán mancomunadamente en todas y cada una de las funciones que le corresponden al Frob.

El suicidio corporativo de CajaSur
Los directivos de CajaSur han decidido hacerse el harakiri antes que aceptar ser absorbidos por Unicaja. El consejo de administración de la entidad controlada por la Iglesia católica rechazó a última hora de ayer el proyecto de fusión, pese a la amenaza del Banco de España, que había advertido que intervendría la caja si no se aprobaba la integración antes del 21 de mayo.

Según fuentes financieras, el supervisor ya tenía preparado un plan de actuación, mediante el cual el banco de inversión encargado de llevar a cabo el proceso de búsqueda de una solución tras la intervención sería Nomura.

El argumento esgrimido desde CajaSur es que «rechazan la integración y a cambio solicitarán ayudas del Frob (el fondo de reestructuración bancaria) como la salida más óptima y solvente.


Braulio Medel, presidente de Unicaja

Al margen de eufemismos y declaraciones oficiales, esta drástica decisión responde a dos motivos: por un lado, un amplio sector rechazaba caer bajo el control de la entidad malagueña presidida por Braulio Medel; por otro, no querían aparecer como los responsables del despido de 700 trabajadores.

Insolvencia
Y todo ello pese a que el estado actual de CajaSur es desesperado. El año pasado perdió 596 millones –CCM registró números rojos de 746 millones antes de la intervención– y su morosidad era del 8,4%. De hecho, en el informe de auditoría de 2009 ya se desprendía que la entidad estaba en situación de insolvencia.

El arranque del año no fue mejor y en el primer trimestre perdió otros 114 millones. En paralelo, tiene una fuerte exposición al ladrillo, tras una política basada en constituir sociedades conjuntas con grupos inmobiliarios.

La estocada definitiva a esta fusión, que hasta ahora sólo había avanzado a golpe de amenazas del Banco de España –la primera hace exactamente un año–, se ha debido a las divergencias en el acuerdo laboral y a la negativa del grupo cordobés de asumir la mayor parte de la factura. Los desencuentros no han sido sólo entre la dirección de las cajas y la plantilla, sino entre los propios representantes de los trabajadores de CajaSur y Unicaja.

Tras una semana de intensas negociaciones, CCOO –mayoritario en la entidad malagueña– achacó el «fracaso» en la búsqueda de un consenso a la «intransigencia» de Aspromonte, la central con más peso en la otra caja. A su juicio, «no ha cedido ni un ápice, ni está dispuesta a asumir ningún recorte laboral».



Unicaja planeaba suprimir 1.300 empleos del nuevo grupo, el 77% de ellos en la cordobesa. En los últimos días rebajó de 1.000 a 700 el número de puestos que se reducirían en las matrices de ambas cajas –sin contar el grupo–. De ellos, se sacrificarían 430 en CajaSur, frente a los 770 previstos inicialmente. La contrapartida era una disminución de los salarios en la caja que preside el sacerdote Santiago Gómez Sierra, que son más altos. Esta última posibilidad la rechazó Aspromonte.

Al contrario que CajaSur, el consejo de administración de Unicaja sí aprobó ayer el proyecto de fusión, que contaba con unas ayudas de 1.000 millones de euros procedentes del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Este desenlace supone un golpe especialmente duro para Braulio Medel, quien ya fracasó en su intento de absorber a Caja Castilla La Mancha (CCM) cuando la operación contaba con el visto bueno del Banco de España, el Ejecutivo central y sendos gobiernos autonómicos. Sin embargo, en el último momento cambió de parecer al no lograr los fondos públicos que consideraba necesarios para que la integración no afectase su propia estabilidad.

Un paso atrás que causó un profundo malestar en el supervisor, ya que se vio obligado a intervenir CCM con un alto coste económico y de imagen. Un escenario que se repite ahora y con las mismas consecuencias.

Una entidad arrasada por tres tsunamis
Los problemas que sufre CajaSur presentan una triple vertiente. A la crisis que azota al conjunto del sector, se unen dos dificultades añadidas. Por un lado, la entidad presidida por el sacerdote Santiago Gómez Sierra se ha visto afectada con especial virulencia por el hundimiento de la construcción. No sólo es que durante los últimos años se haya centrado en exceso en esta actividad, sino que sus principales compañeros de viaje se han visto inmersos en investigaciones policiales contra la corrupción, como José Romero (Prasa) y Rafael Gómez (Arenal), más conocido por el sobrenombre de Sandokán. El tercer problema es de carácter institucional. Por la dirección general de la caja han pasado cinco ejecutivos en menos de cuatro años y con dos de ellos mantiene litigios judiciales.

Muchas de estas vicisitudes internas proceden de lejos, de la etapa de Miguel Castillejo, el anterior presidente, cuando se enfrentó a la Junta de Andalucía para evitar caer bajo su control. Finalmente salió airosa, pero CajaSur sufrió durante años un parón que ahora ha aflorado con esta crisis financiera.

El protocolo de actuación, según el Frob
La probable intervención de CajaSur por el Banco de España tendrá poco que ver con la de Caja Castilla-La Mancha. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) prevé un protocolo de actuación muy delimitado. En los casos de intervención se aplica el denominado artículo 7 del Frob. Una vez que el fondo toma el control de la caja, el proceso es el siguiente:

1) El Banco de España designa a un nuevo grupo de gestores que trabajan bajo el control del Frob. El banco de inversión designado (en este caso, Nomura) busca una solución para la caja.

2) El Frob tiene un plazo de un mes para elaborar un informe sobre su situación patrimonial y hacer una propuesta de futuro para la entidad.

3) El Ministerio de Economía tiene capacidad para vetar la solución propuesta por el Banco de España. El gobierno regional no tiene veto.

4) Entre las soluciones, se puede dar la fusión con otra entidad, una subasta de sus activos y pasivos o el traspaso de este negocio bancario a otra u otras entidades.

5) Una vez intervenida, el Frob puede conceder a la caja financiación o suscribir cualquier tipo de valor de la entidad para devolverle la solvencia. Siempre, buscando el mínimo impacto para las arcas públicas.

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