lunes, 25 de octubre de 2010

Manualillos para una crísis ( 2 )

Poco a poco nuestros SuperBancos se desinflan...

Los bancos reducirán el dividendo ante el terrible 2011 que se avecina

@Eduardo Segovia - 25/10/2010 10:33h

"Ya les ha tocado pagar su parte de la crisis a los clientes, a los empleados y los directivos, pero no ha sido suficiente; ahora les toca a los accionistas". Así de contundente se muestra un alto directivo de un banco mediano, que se muestra convencido de que las entidades financieras no tendrán más remedio que recortar su dividendo en 2011, por mucho que se hayan resistido hasta ahora.

Esta reducción obedece a un doble motivo: por un lado, los márgenes van a seguir cayendo de forma acusada el próximo año y la morosidad sigue sin tocar techo, con lo que la generación de beneficios para distribuir será menor; por otro, las presiones para fortalecer los niveles de capital con esos beneficios, y no sólo por las nuevas normas de Basilea III, sino por las exigencias de los mercados y de los propios bancos centrales. El propio Trichet ha pedido recientemente que la banca suspenda el pago de dividendo para fortalecer su balance.

La banca española lleva dos años y medio de crisis desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y de crédito en 2008, en los que ha sufrido un durísimo ajuste de márgenes y de beneficios: por un lado, el desplome del crédito y las caídas del euribor han reducido sus ingresos, mientras que el cierre de los mercados y la guerra de los depósitos han incrementado sus gastos; por otro, ha tenido que acometer un espectacular incremento de las provisiones por morosidad y de los inmuebles adjudicados en pago de créditos incobrables.

Ese ajuste ha sido innegablemente más duro en las cajas, que han tenido que acometer una reestructuración con dos intervenciones y una oleada de fusiones que han reducido su número de 46 a 19 y que ha necesitado una inyección de 11.000 millones de dinero público. Pero los bancos no se han ido de rositas, con un duro recorte de costes, un significativo cierre de sucursales y una continuada reducción de plantilla.

"Los bancos han reducido los bonus de manera radical en los dos últimos años, primero por una cuestión de imagen -la indignación ante el importe de las primas de la banca de inversión en medio de su rescate masivo en todo el mundo- y luego por necesidad", admiten en otro banco. Y no sólo los de los directivos, sino que los empleados de a pie también han visto mermados sus ingresos o incluso han sido prejubilados en el caso de los más veteranos.

Pero no se trata sólo de los empleados, sino que probablemente quienes han sufrido con mayor dureza el ajuste son los clientes. De todos es sabido que los bancos han cerrado casi totalmente el grifo del crédito a pymes y autónomos, por no hablar de los préstamos al consumo. Y los créditos que conceden exigen unos diferenciales y unas comisiones -e incluso garantías inmobiliarias- que los hacen inaceptables para casi todas las empresas ahogadas por la crisis. Ni siquiera las hipotecas (los préstamos más seguros) se salvan, ya que sus condiciones se han endurecido igualmente y prácticamente sólo se conceden para comprar las viviendas que vende el propio banco.

Los accionistas tienen que llevarse su parte

Pero todo esto no ha sido suficiente para detener la espiral negativa del sector, que augura de forma unánime dos años más de sufrimiento: uno como mínimo a consecuencia de la crisis económica en España y otro por el efecto de las subidas de tipos que acometerá el BCE, que se trasladan antes al pasivo (deuda en mercados y depósitos) que a los créditos. Justo lo contrario de lo ocurrido en 2008-2009, que salvó las cuentas de muchas entidades.

Por tanto, hace falta un mayor ajuste y echar mano de todos los recursos disponibles. "Los accionistas han sido los grandes mimados por la banca porque su retribución apenas ha sufrido durante la crisis -salvo por la caída del precio de las acciones, claro-. Pero no podían pensar que eso iba a ser eterno en un entorno sin ninguna perspectiva de mejoría", señalan en una de las entidades consultadas. "Ahora les toca a ellos".

Algo que puede provocar un gran descontento, en especial en los dos grandes, que carecen de accionistas de referencia y donde el poder de los fondos de inversión es muy importante. "Santander y BBVA van a tener que hacer equilibrios muy difíciles entre la necesidad del ajuste y la de evitar la salida de grandes inversores de su capital", comenta un analista especializado en banca que coincide con que es inevitable una reducción del dividendo.

Y encima, Basilea III

Porque a esta caída de los márgenes y de los beneficios se suma la obligación de reforzar los niveles de solvencia. Ya hay varias entidades que no cumplen a día de hoy los nuevos requisitos de Basilea, aunque tienen tiempo de sobra para ello. Pero más allá, la banca internacional ha empezado a adaptarse a las nuevas exigencias, y los mercados premian a quienes primero las cumplen.

"Es más fácil hacerlo mediante la reducción de dividendo que con ampliaciones de capital", concluye el analista citado, quien considera que, con todo, vamos a ver ampliaciones en la banca española a lo largo de los próximos meses.

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