domingo, 31 de agosto de 2014

Manualillos de Inversión ( 1 )

Septiembre pinta bien para las Bolsas, con permiso del BCE y Ucrania


La profunda caída de principios de agosto se ha corregido con mucha rapidez, síntoma de que hay apetito por el riesgoprimir
Quienes hayan tenido la suerte de desconectar completamente en agosto y echen mañana un ojo a cómo está el Ibex-35 no tendrán una imagen real de lo que ha sido el verano en los mercados. Al fin y al cabo, el indicador comenzaba agosto muy cerca de los 11.000 puntos y ahora se encuentra en los 10.800. Lo que ocurre es que el día 7 el indicador marcó mínimos poco por encima de los 10.000 puntos. Las crisis geopolíticas se superponían unas sobre otras, además, caía la enésima entidad europea, Banco Espirito Santo, en este caso en un país, Portugal, que había sido rescatado y que, por sus avances, había logrado quitarse el yugo de la troika hacía apenas unos pocos meses. Y teníamos, además, malos datos en el Viejo Continente, con el parón del PIB de la zona euro, la recaída en recesión de Italia, la contracción de Alemania y el estancamiento francés. «Fue una corrección profunda que ayudó a que los inversores bajaran los pies a la tierra», valora Jesús de Blas, de Crédit Agricole-Mercagentes. 
Justo esta corrección es la que dice Ricardo Torrella, de Gesinter, que ha dejado muy limpio el mercado. Habiéndose producido ya la corrección, es más fácil que los índices continúen subiendo. Aunque también es cierto que la recuperación se ha producido de una manera muy vertical, muy rápida. Pero, ¿por qué los inversores volvieron tan rápido al mercado? «Una buena publicación de beneficios empresariales, la elevada actividad corporativa y el mantenimiento de un discurso laxo de los bancos centrales han sido los argumentos que han utilizado los inversores para aprovechar las caídas y volver a incrementar el riesgo en sus carteras», explica Jordi Padilla, de Popular Gestión Privada. 
Las dudas
Pero hay dudas. En gran medida, el rebote desde mediados de agosto hasta ahora ha tenido lugar, precisamente, porque los malos datos publicados en el Viejo Continente hacen pensar que el Banco Central Europeo pondrá en marcha más medidas de estímulo. Ha aumentado la probabilidad después del discurso que el presidente del BCE, Mario Draghi, pronunció en la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole. Pero todavía no se ha hecho realidad. Y, como recuerda Estefanía Ponte, de Cortal Consors, aún puede echarse atrás. De todas maneras, Cortal Consors da una probabilidad del 80% a que Mario Draghi ponga en marcha más medidas antes de final de año. Y ello respalda una subida de las Bolsas. 
Ya el jueves hay reunión de política monetaria. Dice Padilla que el discurso de Jackson Hole debería materializarse ese día: «Deberá concretar medidas anunciadas ya hace unos meses como la compra de activos respaldados por créditos y las condiciones de las inyecciones a la banca y veremos cuánto hay de cierto sobre la posibilidad de un QE». Pero no cree que el mercado se vaya a sentir decepcionado tras esa reunión. 
Según Padilla, el mayor apetito por el riesgo y la mayor confianza en las Bolsas con los que termina agosto continuarán en septiembre. 
También ayuda a este buen tono la Reserva Federal norteamericana. Ricardo Torrella dice que una de las cosas que más le ha sorprendido de la corrección de agosto es que se haya producido por culpa de la propia Europa, cuando él creía que iba a ocurrir por una corrección que se iniciaría en Estados Unidos. Pero lo cierto es que Wall Street se ha comportado mejor que las Bolsas europeas. En este sentido, Padilla comenta que existía la posibilidad de que en la reunión de Jackson Hole, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, aprovechara para dar más pistas sobre un posible cambio en su política monetaria. «Un discurso más duro hablando de una posible subida de tipos de interés era una posibilidad que podía preocupar», afirma Padilla. Aunque no demasiado, como señala Ponte, dado que el S&P 500 está en los 2.000 puntos. Pero hay que vigilar la velocidad a la que se recupera el mercado de trabajo, así como otros indicadores macroeconómicos de EE.UU., para ir midiendo el riesgo de una cercana subida de tipos. 
En Europa quedan otros flecos por resolver. La propia crisis de Ucrania, respecto a la que los mercados son muy susceptibles dado que, como dice Ponte, hasta que no se resuelva no remontará la economía europea. O la publicación de los resultados de los exámenes a la banca, ya en octubre. Padilla también apunta que hay que tener en cuenta el referéndum por la independencia de Escocia.
Hablando de riesgos, aunque muchos analistas hablan del potencial de la Bolsa, también hay quien alerta de sus límites, como Felipe López, de Self Bank. Alerta de que el Ibex-35 está caro en términos de per (precio entre beneficio) y que su comportamiento con vistas al corto plazo puede ser lateral e incluso negativo. Dice que se moverá entre los 10.000 y los 11.000 puntos. Aunque si el mensaje del BCE satisface, sí ve al indicador rompiendo ese teórico techo. 
La carrera de la deuda
Como recuerda De Blas, el «rally» vivido en las Bolsas se ha visto acompañado por una fuerte subida del precio de los bonos (o, lo que es lo mismo, una intensa caída de sus rentabilidades). Precisamente por lo último, por la caída de los intereses, la Bolsa, en algún momento, va a ser un destino que va a ganar peso en las carteras. Quizás hayan descontado en exceso la intervención de mayor alcance del BCE. Sólo así se entiende que la rentabilidad del bono alemán a diez años haya caído hasta el 0,90%. 
Respecto a esto, Torrella dice: «Si a finales de 2013 me hubieran dicho que la rentabilidad del bono español a diez años iba a estar en el 2,20%, hubiera dicho que el Ibex-35 iba a estar más cerca de los 13.000 que de los 10.000 puntos». Pero este analista dice que tiene más clara la sobrevaloración de la deuda que el atractivo de la Bolsa. Aunque está seguro de que la reducción de los intereses de los bonos aumenta el potencial de la renta variable y señala los 12.000 puntos como objetivo del Ibex-35 y los 3.700 puntos para el Eurostoxx 50 con vistas a finales de 2014 o el primer trimestre de 2015. 
José Luis Martínez Campuzano, de Citi, por su parte, coincide en que la deuda está más cara que la Bolsa. 
Pero Borja Gómez, de Inverseguros, dice que no hay mucho riesgo de que la deuda se dé la vuelta a corto plazo. Incluso si el BCE decepciona en la próxima reunión, podríamos ver una subida de los tipos de la deuda española hasta el 2,40%-2,50%, pero no más arriba, porque el mercado continuará apostando, con vistas a medio plazo, por una actividad más contundente del banco central. De hecho, este experto no descarta que, con vistas a 2015, la rentabilidad del bono español a diez años converja con el irlandés, ahora en el 1,80%.

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