89-93: Cleveland completa la hazaña y se hace con el título

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No habían ganado nunca el título de la NBA así que si lo lograban debía ser a lo grande. A los Cleveland Cavaliers no les ha asustado el desafío y en el séptimo partido de la final NBA han emergido para superar a los Warriors por 89-93 y llevarse una de las batallas más intensas e igualadas que se recuerdan en la final de la NBA.

LeBron James ha acabado con un triple-doble de 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias, siendo perfectamente secundado por Kyrie Irving, con 26 puntos y canastas valiosas en momentos calientes de la segunda mitad. Un triple del base a 53 segundos de final rompió con una fase de sequía anotadora e igualdad en los últimos cinco minutos de partido elevando a tres puntos la renta de su equipo. Un tiro libre posterior de Lebron a 10,6 segundos ha servido de estocada.
Los Warriors no han podido así culminar una temporada de récord en la que han batido la mejor marca de victorias (73) pero no han logrado igualar a los Bulls del 96 que sí que conquistaron el anillo después. Les faltó la aportación habitual de sus estrellas, superar el cansancio y dominar unos minutos finales en los que la presión para ellos fue mucho más elevada. Tan sólo Draymond Green, máximo anotador con 32 puntos, ha estado a la altura de la ocasión.
La intensidad defensiva y los nervios marcaron el arranque del partido con errores constantes en el tiro de tres puntos de jugadores no acostumbrados a ellos como Klay Thompson y un Harrison Barnes que seguía sin redimirse de actuaciones mediocres. Los Cavaliers no lograban capitalizar estos errores locales porque su tiro exterior no funcionaba y LeBron perdía balones pero conseguían dominar el rebote y sorprender con contraataques. Al final de los primeros 12 minutos se llegó con un inquietante 22-23.