jueves, 30 de junio de 2016

España ( PIB ) camino de segunda....

El peso de la economía española en el mundo cae a niveles de comienzo de siglo

D. Valera
El retroceso del PIB y la renta entre 2007 y 2014 es el más negativo, salvo en tiempos de guerra, en comparación con la evolución internacional 
    
La crisis ha pasado una enorme factura a la economía española con un incremento masivo del paro, un aumento de la desigualdad y, por supuesto, un menor crecimiento que incluye varios años con recesión. Estos factores han restado relevancia al país en el contexto internacional y no sólo desde el punto de vista político, sino también de las finanzas. Tanto es así que el peso del PIB español en relación a la economía mundial ha retrocedido a niveles de comienzo del siglo XXI. En concreto, el PIB de España en 2014 representó el 1,81% del PIB mundial. Es necesario remontarse casi una década y media hasta el 2000 para encontrar una cifra tan baja (1,79%), según los datos recogidos en el libro 'España en la economía mundial' del profesor Jordi Maluquer de Motes publicado por el Instituto de Estudios Económicos y presentado este miércoles. Una obra que analiza la evolución del PIB desde 1850 hasta la actualidad y su contexto en la economía global.
Lejos quedan ya los tiempos en los que el Gobierno, ya fuera al final del mandato de José María Aznar o en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, se atrevía a reclamar su inclusión, por derecho propio, en el G-7 como séptima economía del planeta. En el máximo apogeo y de la mano del boom del ladrillo, el PIB del país llegó a suponer en 2008 un 2,59% de la economía mundial y codearse así con las principales potencias del planeta.
Sin embargo, a partir de ese momento se inició un declive forzado por las recesiones de 2009 y las producidas entre 2011 y 2013. Unos retrocesos que también coincidieron, a pesar de la crisis, con un avance de la economía mundial espoleada por los países emergentes. El resultado de todo ello es «la etapa más negativa de la historia» española en términos de variación anual del PIB. «Nunca antes, salvo etapas de guerra, el ritmo del PIB y de la renta per cápita había sido tan contrario a la prosperidad general», explica el libro. Y es que el comportamiento de la distribución de la riqueza también refleja los estragos causados por la crisis. Así, el dato de renta per cápita de 2014 se situó en 25.598 dólares, lo que supone una pérdida de 2.057 dólares respecto al máximo alcanzado en 2007.
Por otra parte, según este trabajo los mejores años de la historia en cuanto al crecimiento diferencial con el resto del planeta se produjeron entre 1960 y 1973 bajo el denominado 'milagro económico español'. En ese periodo el PIB pasó de los 19.900 millones de dólares a los 80.000 millones de dólares. O lo que es lo mismo, de pesar un 0,97% en el contexto global a hacerlo un 1,53%. En cualquier caso, este repunte está muy relacionado con un crecimiento también muy intenso -aunque menor que el español- en el resto de economías europeas.
El autor destaca que la relación de la economía española en el total del PIB mundial es muy acentuada. Así, en fases expansivas se produce una evolución muy favorable (como ocurrió durante el periodo 2000-2007). Por contra, en momentos de crisis y depresión «el empobrecimiento relativo de España» es más agravado.
Sin embargo, a pesar de estos vaivenes de la última crisis, el catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Autónoma de Barcelona señaló durante la presentación del libro que los datos muestran «con toda claridad» que España nunca estuvo por debajo de la media mundial del PIB per cápita. A su juicio, eso significa que «nunca ha sido pobre o subdesarrollada», aunque matizó que eso no significa que no hayan existido «momentos puntuales» de pobreza como por ejemplo durante la posguerra. En este sentido, el autor de la obra sostuvo que España siempre se ha encontrado cerca del pelotón de cabeza del crecimiento, aunque nunca ha logrado acceder a él.
«Un futuro con tijeras»
Asimismo, Maluquer consideró fundamental conocer la Historia económica de un país para intentar no cometer errores y sobre todo para saber desentrañar la evolución a varios años vistas y anticiparse a él. En este sentido, este experto vaticinó que «el futuro viene con tijeras» debido a la pérdida de población. Por ese motivo defendió que los recortes «no pueden ser condenables» porque son la «única solución» que existe para adecuar el gasto a la demografía. En su opinión, no se pueden tener «las mismas universidades con 46 millones de habitantes que cuando haya 38 millones». Ante este escenario en el que la «sociedad se recorta» también ve imprescindible reducir el gasto en materias como la educación o la sanidad de una forma «acompasada» y «prudente».
     El presidente de la CEOE, Juan Rosell, fue más moderado en su intervención y se limitó a calificar de «absolutamente imprescindible» continuar con las reformas con el objetivo de evitar la merma de ingresos del Estado ante la pérdida demográfica. Sin embargo, señaló la necesidad de que esos cambios «sean explicados y entendidos por todos».

No hay comentarios: