jueves, 30 de junio de 2016

El Santander....tocado!

Estados Unidos se le sigue resistiendo a Ana Botín, pese a que el mercado americano siempre ha sido el espejo en que se ha mirado la heredera de la saga cántabra de banqueros desde que se inició en el sector a través de JP Morgan. La Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, ha vuelto a suspender a la filial del Banco Santander en los test de estrés a los que somete al sistema financiero para conocer su salud operativa y su adecuada gobernabilidad, tal y como adelantó El Confidencial a finales de febrero.
Aunque en la sede oficial de Boadilla del Monte (Madrid) se confiaba en que la Fed fuese algo más condescendiente que en los dos años precedentes, Santander no ha conseguido aprobar el examen del supervisor americano por tercer ejercicio consecutivo. Si bien es cierto que la entidad española había hecho grandes esfuerzos por mejorar sus sistemas de información, de control del riesgo e incluso había renovado a la cúpula directiva en busca de una gestión más independiente, el banco central de Estados Unidos ha concluido que aún tiene deberes importantes por hacer.
Según el comunicado oficial, tanto Santander como Deutsche Bank, los dos únicos grupos financieros de los 33 sometidos a examen que han suspendido, tienen importantes debilidades cualitativas. Morgan Stanley, como el pasado año ocurrió con Bank of America Merrill Lynch, ha conseguido un aprobado raspado, condicionado a una serie de medidas internas. La Fed reitera que ninguna entidad, incluida Santander -ha acabado segunda del 'ranking', curiosamente por detrás de Deutsche Bank-, sufre déficit de capital, pero sí de gestión en el caso de la española y de la alemana.
El CEO de Deutsche Bank, John Cryan. (Reuters)
El CEO de Deutsche Bank, John Cryan. (Reuters)
El banco central americano ha suavizado el léxico contra la institución española, pero advierte de que sigue “teniendo problemas materiales de supervisión sin resolver que minan críticamente su proceso de planificación de capital". En concreto, puntualiza que Santander arrastra "deficiencias" en su "marco de gestión de riesgos y funciones de monitorización así como en sus procesos de análisis en contextos de estrés, controles internos, gobierno y supervisión". Es por ello que el banco central estadounidense considera que esta lista de problemas limita la dependencia del Santander Holdings USA en su planificación de capital y su habilidad para realizar una evaluación integral adecuada del mismo.
La evaluación de la Fed es muy relevante para Santander, que seguirá sin poder pagar dividendos, además de continuar sintiendo el aliento de los inspectores americanos. Un varapalo para los accionistas, pendientes ahora de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (es el cuarto banco de Inglaterra), de la recesión económica en Brasil (la segunda entidad privada del país) y del posible contagio de México por el desplome del precio del petróleo.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. (EFE)
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. (EFE)
Ana Botín ya reconoció el pasado 28 de enero, en una entrevista en 'Financial Times', que necesitaba al menos dos años para arreglar la filial del Banco Santander en Estados Unidos. Posteriormente, el director financiero, José García Cantera, aseguró a Reuters: "Para nosotros, lo importante es ver que la Fed va reconociendo que estamos avanzando hacia la solución de nuestras debilidades”. Los problemas se pusieron de manifiesto pocos días después cuando el banco tuvo problemas para presentar a tiempo sus cuentas de 2015, un hecho insólito que se tradujo en un importante desplome en Wall Street.
De momento, la entidad financiera tendrá que esperar al próximo año para aprobar el Comprehensive Capital Analysis Review (CCAR), que evalúa el proceso de planificación y adecuación de capital de las principales entidades que operan en Estados Unidos. Aunque la entidad española ha puesto en marcha medidas para corregir parte de sus deficiencias estructurales, lo cierto es que la nota final no pasa del conocido progresa adecuadamente.
El negocio del banco en Estados Unidos incluye la entidad 'holding' (SHUSA) y los negocios de Santander Bank, Santander Consumer USA, Banco Santander Puerto Rico, la unidad especializada de Banco Santander International y la sucursal de Nueva York. Esta división obtuvo el pasado año un beneficio de 678 millones de dólares, un 34% menos que en 2014, caída que se explica por las dotaciones por insolvencias de algo más de 3.000 millones. En el último trimestre de 2015, las ganancias apenas fueron de 18 millones para un grupo que cuenta con 18.123 empleados y 783 oficinas en la mayor economía del mundo.

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