viernes, 27 de enero de 2017

Europa mosqueada con la regulación..( Deuda )

Europa empieza a ponerse nerviosa por el éxodo de la banca del negocio de la deuda

La renuncia de los bancos a actuar como ‘pimary dealers’ en las colocaciones de deuda amenaza con elevar los costes de emisiones soberanas en Europa.


Sede del BCE
Sede del BCE
 /  • 08:21
Con el objetivo de que no vuelva a repetirse el ‘círculo vicioso’ entre la deuda soberana y la banca, la nueva regulación bancaria impulsada en Europa penaliza las tenencias de bonos de las entidades. Ahora, sin embargo, se vuelve en contra de los propios Gobiernos, que están viendo como cada vez más bancos de inversión renuncian a actuar como ‘primary dealers’ o agentes primarios del mercado en un movimiento que podría desencadenar una subida significativa de los intereses a pagar justo cuando comienza a hablarse de una retirada del programa de compras del BCE.

Los ‘primary dealers’ suscriben emisiones de deuda, comprando bonos emitidos por los tesoros públicos y vendiéndolos posteriormente a inversores con el ánimo de obtener ganancias. También son los encargados de mantener la liquidez en el mercado secundario de deuda, lo que significa que necesitan mantener la deuda en sus libros.

Sin embargo, bajo la presión de los reguladores para reducir su exposición al riesgo, muchos bancos han estado revaluando su participación en este negocio. El último por el momento ha sido el francés Credit Agricole, según publica la agencia Reuters, pero podrían seguirle otros en breve.

Ya en 2012, el suizo UBS sorprendió al mercado al anunciar el cierre de su negocio soberano, supranacional y de agencias, y poco a poco le fueron siguiendo otros: Credit Suisse se retiró de la mayoría de los países europeos, ING se retiró de Irlanda, Commerzbank de Italia, Société Générale dejó su concesión del gobierno británico y Bélgica no renovó a Deutsche Bank como agente primario dejando a Nordea como distribuidor reconocido.

En Reino Unido, Société Générale y Credit Suisse han renunciado a ser distribuidores en los últimos años.

El temor en los Gobiernos es que esta retirada estratégica de la banca de un negocio clave para las finanzas públicas acabe traduciéndose en una subida de los costes de la deuda, en un momento en que el BCE ha comenzado a reducir las compras de bonos y algunos analistas han advertido que podrían llegar a su fin en 2018, ante las presiones de Alemania y la subida de la inflación.

“Aunque estamos contentos con nuestro modelo de negocio por el momento, ha habido mucha discusión sobre si los países necesitan cambiar el modelo y ofrecer algunos incentivos para los bancos”, reconoce Teppo Koivisto, director de finanzas de la tesorería estatal de Finlandia, a Reuters.

Algunos gobiernos europeos han comenzado a vender más bonos a través de la sindicación, en virtud de la cual se nombra a un grupo de bancos para vender bonos a los inversores a cambio de una tarifa. Francia, por ejemplo, vendió 13.000 millones de euros de bonos a través de sindicaciones en 2016 en comparación con ninguno en 2015 y apenas 3.500 millones en 2014. Sólo en lo que va de 2017, el Gobierno galo ha colocado 7.000 millones en ‘bonos verdes’ en una emisión sindicada.

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