lunes, 17 de julio de 2017

Manualillos de Inversión ( 1 )

Santander: ¿qué hacer con la ampliación?


Los actuales accionistas del Banco de Santander, y los que planeen serlo, se enfrentan a un mes de julio crucial, pues tendrán que decidir qué hacer en la ampliación de capital que el banco ha lanzado por importe de 7.072 millones para digerir la compra del Banco Popular. Si acuden, tendrán que hacer un nuevo desembolso, aunque el descuento algo inferior al 20 por ciento al que se ha lanzado la operación supone un importante incentivo. Y si no van a la ampliación, verán su participación diluida. 
Como en la práctica totalidad de las ampliaciones, los accionistas ya tienen su poder derechos de suscripción preferente, a razón de un derecho por cada acción de Santander; con ellos, pueden acudir a la ampliación, entregando diez derechos para obtener una acción de nueva emisión, por la que tendrán que abonar 4,85 euros. Y si no acuden, pueden vender los derechos al precio al que cotizan en el mercado. Por otro lado, los no accionistas tienen la opción de comprar directamente las acciones o bien comprar los derechos y convertirse en propietarios vía ampliación de capital. ¿Cuál de estas alternativas es más conveniente?

Los accionistas que deseen acudir, deben estar convencis de las perspectivas de Santander. «Los precios son atractivos, la visibilidad de la compra de Popular es buena y los riesgos de ejecución están bastante acotados», dice Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco. En su opinión, el banco ha sido «bastante conservador» al hacer los números y tiene un buen 'track record' en hacer operaciones de integración. Para Victoria Torre, responsable de desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de SelfBank, la operación para Santander «puede tener sentido» desde un punto de vista estratégico, al permitir al banco cántabro reforzar su posición en España, especialmente en el segmento de pymes. No obstante, Torre ve también riesgos; para empezar, «Santander ha subido la tasa de mora de Popular hasta el 20 por ciento», apunta, lo que a corto plazo afecta a los niveles de Santander. Además, Santander ha advertido de que sigue en periodo de valoración de los activos de Popular. 
Igualmente, como apunta Luis García Langa, analista y cofundador de aulafinanzas.com, no hay que pasar por alto la memoria del mercado, pues en las dos últimas ampliaciones de Santander, tanto la de noviembre de 2008 como la de enero de 2015, «la cotización de la acción cayó con fuerza». Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas, ve esta operación «con menos euforia que el resto del mercado» al contemplar el riesgo de que Santander no consiga integrar de forma exitosa la parte de pymes. No obstante, ve más argumentos para acudir, «gracias al gran descuento que ofrece y porque el ciclo de crédito está ahora mismo a favor del sector».
Tomada la decisión de acudir, ¿es mejor hacerlo vía derechos o vía acciones en mercado? En pura teoría, la diferencia entre ambas alternativas debe de ser mínima, y más en una ampliación como la de Santander, dónde los precios se suelen ajustar de manera eficiente. «Al final, el mercado tiende a equilibrar las opciones, para evitar situaciones de arbitraje», dice Victoria Torre. El ejemplo 1 del cuadro adjunto muestra una hipotética compra de 1.000 acciones de Santander vía mercado y su comparación con una adquisición vía derechos, a los precios al cierre de esta edición (5,79 la acción y 0,09 el derecho). Comprando por derechos, habría que pagar 5.750 euros, y en mercado haría falta desembolsar 5.790 euros. La diferencia es mínima, 40 euros, y en muchos casos puede quedar alterada o compensada por las comisiones que aplique el bróker. Como es lógico, si el precio de los derechos se dispara (y el de la acción no lo hace), la opción de comprar vía derechos será menos ventajosa, lo que recoge el ejemplo 2 del cuadro. El ejemplo 3 muestra la situación contraria, el caso en el que los derechos bajan a 0,08 euros, con lo que comprar vía derechos sería 140 euros más barato que comprar en mercado. 
En definitiva, hay poca diferencia entre acudir vía acciones o hacerlo vía derechos, pues lo normal es que opere el arbitraje y los precios se ajusten De momento, es lo que está pasando en la ampliación de Santander, aunque no siempre es así. Por ejemplo, en la última ampliación de Popular, la brecha no se cerró, recuerda Álvarez, lo que en la mayoría de los casos se debe a razones fundamentales, más que cuantitativas.
¿Cuándo es mejor comprar los derechos?
Con todo, aunque no se puede esperar una fuerte disparidad de precios, siempre es posible apurar los plazos para intentar sacar un buen precio. Es costumbre entre los bancos españoles, aunque no todos lo hacen, vender a última hora en mercado los derechos de los accionistas que no han dado instrucciones a su entidad. Y lo que sacan se lo ingresan al titular de las acciones. «Esto suelen hacerlo el penúltimo día de la ampliación, en este caso el 19 de julio, con lo que se acumulan las órdenes de venta y los derechos se pueden comprar más baratos», explican fuentes de un 'family office' con sede en Madrid. No obstante, operar así también tiene sus riesgos, pues la cotización de los derechos, «depende del interés que haya habido en la operación», recuerda Torre. «Si es una operación exitosa, también podemos encontrarnos el caso de que los últimos días haya poca oferta de derechos», apostilla esta experta.

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