miércoles, 27 de enero de 2010

El sobrecalentamiento chiníto.

Es su bomba debajo del ala.

El flanco débil de ChinaChina, economía, indicadores

@María Benito - 27/01/2010 06:00h

China hace tiempo que despertó y captó la atención del mundo. En 2008 todos miraron al gigante asiático y confiaron en que su recuperación tiraría de la del resto de países. Pero el éxito de China en la salida de la crisis ha sorprendido, ha sido mayor de lo previsto, tal vez demasiado, y ahora muchos se preguntan si su modelo de crecimiento es sostenible o va a colapsar. La economía china creció un 8,7% en 2009, por encima del objetivo del 8% que se había marcado el Gobierno.

Y los analistas consultados por Reuters prevén que el PIB chino se incremente un 9,5%. Ya lo dijo Napoleón: “En China duerme un gigante y cuando despierte, el mundo temblará”. En seis décadas, el país asiático se ha convertido en una potencia mundial. De hecho, y a la espera de que Japón dé los datos oficiales en febrero, el país asiático se habría convertido en la segunda economía del mundo. Pero a diferencia de Estados Unidos, Japón o los países de la Unión Europea, no es un país desarrollado y su modelo de crecimiento presenta algunas incertidumbres.


Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York y gurú económico dijo hace unos días que es necesario que China tome medidas para evitar el sobrecalentamiento de su economía. “Los chinos se han dado cuenta de que han liberado a un monstruo”, dijo a la CNBC, y “tienen que contenerlo”.

Burbuja inmobiliaria e inflación

Uno de los temas de agenda del Foro de Davos de este año es la burbuja inmobiliaria china. Los precios inmobiliarios se han disparado demasiado. La inversión en bienes inmuebles aumentó en China un 75% hasta unos 644.000 millones de dólares (455.000 millones de euros), según datos oficiales. Pero algunos analistas no creen que la burbuja vaya a explotar como lo ha hecho, por ejemplo, en nuestro país.

Lorenzo Dávila, jefe del Departamento de Investigación del IEB, considera que para que se dé una burbuja “tiene que haber un proceso de endeudamiento que en China no se está dando” y recuerda la diferencia entre el campo y la ciudad: “el boom se está dando sobre todo en el sector de las oficinas, por la deslocalización de las empresas”.


Y Juan Carlos Martínez Lázaro, economista del IE Business School, cree que la burbuja inmobiliaria le acabará pasando factura, “porque los precios no son normales” –en la capital han superado los 1.170 dólares por metro cuadrado-, pero coincide en que afecta sólo en determinadas zonas (en las grandes ciudades de la costa). El Gobierno es consciente del peligro que representan, tanto la burbuja inmobiliaria, como la creciente inflación y ha empezado a poner en marcha medidas destinadas a combatir ambas amenazas mediante la contracción del crédito.


Martínez Lázaro opina que “le va a resultar difícil contener la inflación debido al bajo valor del yuan y a la tendencia al alza de las materias primas, de las que China cada vez importa más.

Dependencia del sector exterior y el yuan, asignaturas pendientes

Otro de los problemas que presenta la economía china es su excesiva dependencia del sector exterior. China sobrepasó a Alemania el año pasado como primer exportador mundial, aunque no hay que olvidar que las importaciones también están creciendo y en diciembre aumentaron un 56%.


Pablo Guijarro, analista de AFI, subraya que China “debería completar la evolución de su modelo y darle más protagonismo a la demanda interna”. Para conseguirlo, una de las medidas necesarias sería la apreciación del yuan, que el Gobierno mantiene artificialmente en niveles excesivamente bajos. “Pero teniendo en cuenta la actual postura de China, es muy poco probable que muevan ficha en el tema de las divisas”, dice.


El yuan contribuye a mejorar la competitividad china. Estados Unidos ha insistido durante el último año en que China flexibilice el cambio de su divisa, pero Pekín ha hecho oídos sordos. El tema del tipo de cambio se complica por el hecho de que el país asiático es el mayor tenedor de deuda y divisa de EEUU. “Es su arma de destrucción masiva”, asegura Dávila, que cree que el yuan va a seguir controlado y en niveles bajos. “China cuenta con su capacidad para controlar la divisa y la deuda norteamericana, es su poder disuasorio”.

Y Martínez Lázaro cree que aunque el Gobierno chino “no ha tenido interés en apreciar su moneda, si quiere cambiar su modelo económico y potenciar el consumo interno, tendrá que hacerlo, es su asignatura pendiente”.

Desigualdades sociales y elevada tasa de ahorro

Además, la economía del gigante asiático tiene otros factores de riesgo, como “la enorme desigualdad interna o un sistema financiero altamente intervenido”, destaca Guijarro.


Por otra parte, como recuerda Martínez Lázaro, la tasa de ahorro china es muy elevada. Esta característica, que se debe a que no existe un sistema de protección social, dificulta también que el modelo chino cambie y gane protagonismo el consumo interno. “Mientras China no dé ciertas coberturas a la sociedad, será difícil que la tendencia al ahorro cambie”, sentencia el profesor del IE. En cualquier caso, los analistas coinciden en que China tiene un gran potencial de crecimiento.


“Las oportunidades están ahí, hay que saber aprovecharlas, pero ni España, ni el resto de los países europeos, salvo Alemania, han entendido cómo comercializar en China”, explica Martínez Lázaro. (5/5 | 6 votos)

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