jueves, 21 de junio de 2012

Pan para hoy....


Las compras limitadas de bonos no pararán la crisis de la eurozona


Richard Barley0
El hecho de que incluso la Comisión Europea anuncie que la última idea planteada para aliviar la crisis de deuda de la eurozona –que los fondos de rescate europeos compren bonos para reducir los costes de financiación– no es más que paracetamol es indicativo de algo. El primer ministro italiano, Mario Monti, explica que propuso la idea en la cumbre del G-20, y que François Hollande, el presidente de Francia, apoyó su discusión. El objetivo, estabilizar los costes de financiación para países como Italia que están llevando a cabo reformas, es seductor, pero el plan tiene muchos agujeros.
La idea no es nueva en absoluto. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que aún tiene que activarse, disponen de poderes para comprar bonos soberanos de países que no han recibido un rescate estatal. El Banco Central Europeo ya ha intentado comprar bonos para prevenir el desorden del mercado, pero ha conseguido efectos poco duraderos.
El tamaño limitado del FEEF y el MEDE representa un problema fundamental. Al FEEF le resta una capacidad de 248.000 millones de euros, pero es posible que tenga que financiar el rescate de la banca española de hasta 100.000 millones. Por otra parte, los 500.000 millones de euros del MEDE dependen de las aportaciones progresivas de capital de los estados miembros: a finales de este año, sólo dispondrá del 40% del capital total previsto, lo que limita su margen de maniobra.
Pero para ser creíble, una barrera tiene que ser a efectos prácticos, o reales, ilimitada. Sin una licencia bancaria que incremente su capacidad de fuego –algo a lo que Alemania se opone desde hace tiempo– el FEEF y el MEDE no cumplen ninguno de esos criterios ante los 2,2 billones de euros de deuda gubernamental española e italiana que se emitirán. El mercado podría apresurarse a intentar poner a prueba el compromiso de Europa con las compras.
Por otra parte, los inversores pueden considerar que las compras del FEEF o del MEDE subordinan los bonos restantes, y hacen que corran el riesgo de sufrir pérdidas mayores. Se desconocen las condiciones en materia de políticas que podrían imponerse. Y esto crea la impresión de que los gobiernos europeos aún no han aceptado la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales para crear economías realmente sostenibles.
La lección que puede extraerse de la crisis hasta el momento es que las compras limitadas de bonos sólo proporcionan a los inversores una vía de salida de los mercados, en lugar de convencerles para aportar más liquidez. De vuelta al tablero de diseño.
Lea el artículo original publicado en The Wall Street Journal Europe
Más información en www.europe.wsj.com
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