Tres años después de que el secretario de Estado de Economía, Jaime García Legaz, anunciase la intención de vender el 50,2% de Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), el avalista público de las principales constructoras nacionales, el Gobierno ha decidido poner en marcha la privatización de esta empresa controlada por la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI).
Fuentes financieras han indicado que el Ministerio de Economía le ha dado el mandato a Pricewaterhouse, que al mismo tiempo es el auditor,  para iniciar de forma inmediata la enajenación de la participación del Estado en Cesce, que también tiene como accionistas a Banco Santander (21%) y a BBVA(16,3%), así como a otras aseguradoras. En los próximos días, la consultora enviará el cuaderno de venta oficial de la operación, si bien el asesor del Gobierno ya ha filtrado algunos de los detalles de la transacción.
Uno de los más importantes es que, antes de la privatización, el Ministerio de Economía se pagará un dividendo extraordinario de 100 millones de euros a cargo de la caja de Cesce, una maniobra que se explica porque la situación financiera de la empresa especializada en seguros de impago no requiere de grandes inversiones ni tiene deuda que la obligue a tener liquidez comprometida.
La maniobra recuerda a las que años atrás hacía el Gobierno cada vez que llevaba a cabo la privatización de una empresa, como en su día fue el caso Endesa, Tabacalera, Aldeasa, Red Eléctrica, Indra o Enagás. Por el contrario, no ha podido hacer lo mismo con Aena, cuya enajenación empieza esta semana, ya que el gestor de los aeropuertos españoles arrastra una deuda de 11.000 millones que le impide drenar dinero de la caja.
Según distintas fuentes, la valoración del 100% de Cesce ronda los 400 millones de euros, por lo que el Estado ingresará unos 200 millones por su 50%, más los 100 del dividendo extraordinario. En total, 300 millones por una compañía que en los últimos años ha tenido que socorrer a constructoras españolas en peligro, como le ocurrió a Sacyr en las obras del Canal de Panamá. En total, tiene asumido un riesgo de 1.450 millones.
Mucho interés
La privatización de Cesce tiene muchos novios. De hecho, ya el año pasado varios fondos que han comprado la mayoría de las inmobiliarias españolas en manos de la banca y sus negocios de tarjetas se acercaron a Economía para expresar su interés. Así, Cerberus, Apollo y Elliot mostraron su predisposición a comprar la participación del Gobierno.
No son los únicos, porque multinacionales como Zurich y AIG, aseguradoras como Mapfre y Mutua Madrileña, o firmas como Coface y Axesor, la primera agencia española de rating, también querían acudir a la puja por Cesce. 
La aseguradora obtuvo un beneficio de 32,7 millones de euros en 2013, últimas cuentas publicadas, un ejercicio en el que la compañía tuvo que inyectar capital en varias filiales latinoamericanas. De hecho, el grupo tuvo que auxiliar a CIAC, la holding que agrupa los intereses al otro lado del Atlántico, con varias ampliaciones de capital ante la depreciación de los activos en Venezuela, Brasil y Argentina.