martes, 22 de marzo de 2016

Fernando Rubiera al detalle...

Profesor de Economía Aplicada

"Sin ordenación, nuestro modelo será el de EEUU donde todo el mundo va en coche"

El tren como factor de movilidad y la coordinación entre ayuntamientos son dos de los ejes fundamentales de las propuestas para el desarrollo de un gran área metropolitana en el centro de Asturias, Fernando Rubiera explica algunos de sus pormenores, niega que vaya a crearse un nuevo ente supramuncipal que se imponga a los concejos e insiste en la necesidad de lograr una escala relevante que sitúe al Principado en el ámbito internacional 
Luis Ordóñez

LUIS ORDÓÑEZ

@LORDOLORDOR
MARTES 22 DE MARZO DE 2016
La presentación de las directrices del Área Metropolitana ha despertado varias críticas, algunas reclamando cosas que están incluídas en el documento.
Sí, algunas de las que he leído están en el documento y me ha extrañado que se critiquen. Me ha sorprendido, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Gijón diga que este proyecto es contrario al plan urbano de la ciudad; yo he estado en los dos, y no se contradice en nada. Es decir por decir. Otra crítica que me ha sorprendido es que se diga que no ofrece soluciones de movilidad cuando es lo fundamental del documento, o que se diga que las alas pueden verse perjudicadas cuando el informe valora ampliamente cómo un centro fuerte beneficia a la alas; no porque sean dependientes sino porque hay un encadenamiento muy fuerte en el desarrollo, sobre todo para las zonas más turísticas. Puede ser que no les influya pero perjudicarles desde luego que no. Se podrían hacer muchísimas críticas, porque el documento tiene posiciones que son técnicas y otras más ideológicas, pero no las he oído.
Ahora mismo en Europa se conoce a Asturias como lo que está entre Santiago y Bilbao, no se conoce Asturias 
También se ha dicho que deja de lado el medio rural.
Hay mucho espacio dedicado en las directrices del Área Metropolitana al medio rural precisamente porque se trata de protegerlo, porque hay una expansión en el área central de las ciudades y por eso proponemos compactarlas. Las directrices son muy respetuosas con el área rural y también con las alas. En todos los sitios donde se vive del turismo directa o indirectamente sería un beneficio extraordinario que hubiera un centro fuerte porque te sitúa en el ámbito internacional. Ahora mismo en Europa se conoce a Asturias como lo que está entre Santiago y Bilbao, no se conoce Asturias y por eso mucho de nuestro turismo rural es turismo interior.
No tengo animadversión a las urbanizaciones pero es un modelo de crecimiento ineficiente
¿Sobran las urbanizaciones?
No tengo ninguna animadversión a las urbanizaciones pero es un modelo de crecimiento ineficiente y que no se puede incentivar desde los poderes públicos. Consume más agua, consume más calefacción, consume más suelo y además no es renovable. En la actualidad en Asturias el 10% de la población vive en ese modelo y ya podemos ver cómo está el suelo en Asturias, sólo con el 10 ó 15% de la población. Si llegara al 50% el centro de Asturias desaparecería, se convertiría en una gran Fresneda. No se trata de prohibir nada, sino de que la gente sienta que tiene valor vivir en las ciudades. Ahora la mayoría todavía prefiere vivir en un piso porque la ciudad ofrece muchos servicios pero estamos en un punto de inflexión en el que se podría cambiar si no ofrecemos nada, y con urbanizaciones todo será moverse en coche.
Y un punto crucial de las directrices es facilitar la movilidad con el transporte público
Queremos que las ciudades sigan siendo lo que son hoy en día, agradables. Las ideas hoy en Asturias surgen las calles de Gijón y de Oviedo; hay que crear muchos espacios de interacción para se que vea esa realidad que ya existe de 800.000 personas interactuando. Ya está ocurriendo en el plano empresarial de la distribución por ejemplo; y nadie rechaza un trabajo porque esté en Oviedo, Gijón o Avilés. Ahora caben dos posibilidades, que esta iniciativa fracase pero haya una ordenación urbana coherente o que se convierta en un motor de dinamismo y que se frene la sangría demográfica.
Volveremos a ese asunto, pero sigamos con el transporte, proponen tren entre ciudades y autobuses dentro de ellas.
El tren es una apuesta muy importante del informe. Para lograr una movilidad que sea sostenible. La realidad multimodal incentiva el uso del vehículo privado y el problema es que eso cabe convirtiéndose en un infierno; pero para cambiar eso necesitamos un sistema alternativo ágil y barato. Para dentro de las ciudades, porque queremos ciudades de tamaño humano, hablamos de que se potencie a los peatones, a las bicicletas, los autobuses y para moverse entre ciudades el transporte ferroviario. El vehículo privado debería quedar para el ocio o movimientos muy particulares. Por ejemplo, que para moverse de un barrio periférico de Oviedo a uno de Gijón que no conoces haya que coger el coche es comprensible, pero para moverse dentro de Gijón..., o que llegar desde Gijón al Huca en transporte público hoy lleve hora y media es inadmisible. No puede ser que no haya conexiones aprovechadas de verdad, una red de ferrocarril que llegue a todos los sitios. Y la gestión tiene que ir más allá del billete único, no se puede pensar desde una óptica local sino metropolitana. Los medios públicos para llegar desde Oviedo hasta el Huca están muy bien pensados pero no para que se pueda llegar al hospital con medios públicos desde cualquier punto de Asturias.
Si mantenemos ese modelo 20 años más nos toparemos con problemas horribles en los centros de Oviedo y de Gijón
Habrá quien diga que usar o no el vehículo privado es cosa de cada cual.
Yo tengo coche y me encanta conducir, no se trata de limitar la libertad de la gente sino de que lo más eficiente es el transporte público; nos tendría que parecer mucho más cómodo el transporte públicoy hoy no es así. No tengo ninguna animadversión al coche ni tampoco a los centros comerciales pero dañan mucho a los centros de las ciudades. Si llega una crisis vez dónde cierran los bares, las tiendas... mientras que los centros comerciales se han reforzado, no ha cerrado ninguna tienda pero el comercio de barrio en algunas partes ha desaparecido. Si mantenemos ese modelo 20 años más nos toparemos con problemas horribles en los centros de Oviedo y de Gijón que quedarán abandonados y habrá problemas de seguridad. De seguir así nuestro modelo será el de EEUU donde todo el mundo va en coche y parece muy lejos pero en un golpe de crisis llega.
Nos está ocurriendo que empresas que nacen aquí hay un punto en que se van a Madrid para buscar la gran escala
Un elemento clave de su informe es el concepto de escala, ¿en qué consiste?
Simplificando mucho sabemos que el crecimiento de una ciudad tiene efectos positivos y negativos. Los negativos están asociados a la congestión y los positivos a la escala que da un gran tamaño. En Asturias podríamos conseguir algo muy interesante porque podríamos evitar la congestión al no tener un único punto donde va todo el mundo, que es lo que ocurre en Bilbao o Valencia. Aquí tenemos la ventaja de que tenemos varios núcleos y la desventaja de que así es más difícil lograr la escala por eso aquí son importantes las directrices. Tenemos más o menos el mismo área que Bilbao, quizá un poco mayor, y el riesgo es que por la fragmentación no se aproveche la escala. Es un concepto que se maneja a manuedo en economía, las empresas, cualquier empresa que nazca hoy en día, tiene unos costes enormes fijos, incluso antes de producir nada pero con un mercado grande esos costes se reparten entre muchos clientes. La publicidad, por ejemplo, es más barata con más escala. Muchas empresas tienen que trabajar en el mercado local, si ese mercado tiene una escala grande se consiguen ventajas en los costes y eso es lo que les permite dar el salto para convertirse en grandes empresas. Aquí lo que nos está ocurriendo es que empresas que nacen aquí hay un punto en que se van a Madrid para buscar esa escala y eso es lo que queremos evitar. Con la escala también conseguimos que se concentre talento, si en un espacio pequeño interactúa gente para que esa cooperación sea dinámica se requiere que hay una población grande, que no esté dispersa. Se tiene que notar que son 800.000 personas porque eso también abre contactos internacionales.
¿En qué medida puede todo eso frenar el declive demográfico que comentaba antes?
La pérdida de población que padecemos es muy peligrosa porque estamos perdiendo a la gente joven, con formación, la más dinámica. No nos hace falta ninguna estadística para saber que hay unas dificultades enormes aquí para desarrollar una carrera y al final se van a grandes ciudades o al extranjero. Es ese tipo de perfil respecto al que tenemos que frenar la marcha porque el envejecimiento de la población lo frenamos si tenemos una mano de obra muy productiva, de gente muy cualificada, eso no podemos perderlo. Hay cosas muy interesantes que están sucediendo en Asturias pero no se conocen. Por ejemplo, en Gijón está naciendo una industria de servicios avanzados de nuevas tecnologías; y en Oviedo, en torno al HUCA, está naciendo una industria bio sanitaria pequeña pero muy interesante. Para eso necesitamos una estrategia porque para que se sitúe en España y el mundo necesitamos que tengan una presencia fuerte. El Parque Tecnológico de Gijón es un éxito, que de momento da poco empleo, pero que necesita consolidarse. Si en Oviedo intentaran hacer lo mismo terminaría por frenar lo que está empezando en Gijón, lo mismo respecto a la industria bio sanitaria alrededor del HUCA; son procesos muy débiles y cualquier solapamiento los aplastaría, Son pequeñas cosas que están germinando y cualquier error político los podría frenar, si cada comarca quiere tener su parque tecnológico.
¿Cómo se gobernaría todo eso? También respecto a este asunto ha habido polémica.
La gobernaza es crucial pero eso es una decisión política. No se trata de crear un nuevo ente, aunque legalmente sería posible, por eso hemos propuesto dos alternativas, el consejo y el consorcio, ambos estarían dirigidos por los alcaldes y el Principado, una alternativa es un poco más fuerte con una cierta independencia para gestionar y el otro es más una labor de coordinación. Yo apostaría más por la primera pero es una decisión política. Lo que quiero insistir es que son fórmulas de cooperación, no se trata de gastar más políticos o que sea un cementerio de elefantes o una diputación, es un órgano de gestión con la fórmula que se quiera dar. Mi temor es que si fracasa esta iniciativa quizá sea nuestra última oportunidad porque der esto se viene hablando ya desde los años 70; en los 80 se hicieron propuestas muy buenas que no se llevaron a cabo y ahora tenemos una realidad que está ahí y lo que queremos es ordenarla, impulsarla ya no hace falta ya está ahí, pero dentro de 15 o 20 años ya no tendrá ningún sentido. El buen urbanismo es el que consigue evitar los problemas, no solucionarlos. En las ciudades bien gestionadas no hay problemas de tráfico porque se ha previsto que no vayan a ocurrir. Si ahora tenemos atascos en la Y podríamos poner otro carril, pero eso no evitará que la gente siga usando el coche. Luego tendremos que poner otro y terminaremos como en Los Ángeles, con autopistas de ocho carriles siempre colapsadas.

No hay comentarios: