martes, 26 de agosto de 2008

Georgia, algo más que una región.

La situación estratégica de Georgia en el paso de los crudos y el Gas hacía Europa, no son en absoluto baladíes, en la confrontación declarada y sin final pienso.


Georgia, cruce de caminos




Georgia es un país de 69.500 km2, más pequeño que por ejemplo la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, y tiene una población de 4,6 millones de personas. Rusia es 245 veces más extensa y habitan en ella 146 millones de habitantes. Europa, a su vez, contiene cuatro veces más habitantes que Rusia y más de cien veces la población de Georgia. Estamos comparando dos zonas enormes, Europa y Rusia, con una altísima población cada una de ellas, y un país pequeñísimo, Georgia, con menos población que alguna provincia española. Pero hablamos de un país importantísimo tanto para Europa como para Rusia; incluso para China o EEUU; o para Irán… Hablamos de un lugar increíblemente valioso para las estrategias energéticas internacionales.

Clic aquí para seguir leyendo...Europa se nutre de gas natural, en gran parte, de Rusia, a quien también adquiere petróleo. Además llegan petróleo y gas natural de otros lugares, pero la procedencia de Rusia (.pdf 2,5 MB), sobre todo del gas, es inevitable: Rusia es el principal exportador mundial de gas natural y alberga también las principales reservas de ese recurso.

De manera similar al petróleo, para transportar internacionalmente gas natural, se acude a dos métodos: por tuberías terrestres o marinas, o embarcado en barcos especiales y llevado de puertos con plantas licuadoras a otros puertos con plantas regasificadoras.

España es particular en su importación de hidrocarburos, comparado a muchos otros países de su entorno rico, pues al disponer de muchos kilómetros de costa y pocos de fronteras continentales terrestres, se sirve en buena medida por transporte naval. Pero en el resto de Europa gran parte del abastecimiento es por tierra y por gaseoductos y oleoductos que llegan a Europa, como no puede ser de otra manera, de más allá de la frontera eurasiática, de Rusia (aparte de unos pocos casos, como Italia o España mismo, que reciben cierta cantidad a través de gaseoductos marinos provenientes de Túnez y de Libia, y de Marreuecos, respectivamente, por donde en cualquier caso pasa gas argelino).

Rusia embarca su petróleo para la exportación en el Mar Báltico a través de los puertos rusos de San Petersburgo y Primorsk, cerca de la frontera con Finlandia, y en el Mar Negro desde Novorossiysk y Tuapse, cerca de Georgia. También se embarca desde un puerto letón, uno lituano y otro polaco, a los que se lleva el petróleo por oleoductos a través de Bielorrusia. Una segunda rama del oleoducto polaco lleva petróleo ruso a Alemania.

En Bielorrusia el ducto se bifurca y entra a Ucrania, donde por un lado va a parar a Odessa, un puerto también en el Mar Negro, y por otro lado pasa por Eslovaquia y acaba en la República Checa, y aunque un ramal entra en Hungría y pasa por Croacia donde llega al puerto de Omisalj en el Mar Mediterráneo, apenas hay contenido en este ducto que provenga de Rusia. El oleoducto eslovaco puede ser abastecido, aparte de vía Bielorrusia, a través de otro gaseoducto ruso que atraviesa Ucrania.

En definitiva, todo el petróleo que llega de Rusia a Europa, es embarcado en el Báltico o en el Mar Negro, o entra por Bielorrusia o Ucrania.

En cuanto al gas natural ruso, el camino es parecido aunque prácticamente no se embarca, se exporta por ductos. Llega un gaseoducto a Bielorrusia, que se bifurca: un ramal atraviesa Polonia y llega a Alemania; otro cruza Ucrania y entra en Eslovaquia donde se vuelve a bifurcar en dos brazos, uno que atraviesa la Rep. Checa y llega otra vez a Alemania, y otro que cruza Austria y llega a Italia. También sale de Rusia otro gaseoducto que llega directamente a Ucrania sin pasar por Bielorrusia, que luego se une al gaseoducto eslovaco; y desde Ucrania también va a parar gas por otro ducto a Turquía atravesando primero Moldavia, Rumania y Bulgaria. A Turquía también llega gas natural ruso por otro ducto que no pasa por Ucrania, sino que atraviesa directamente el Mar Negro.

Resumiendo, todo el gas que llega a Europa desde Rusia llega por tuberías, que o bien atraviesan Bielorrusia o Ucrania, o bien el Mar Negro pero sólo para llegar a Turquía.

Ésta es la situación a día de hoy entre Europa y Rusia, en cuanto a gas natural y petróleo. Pero Europa no desea depender únicamente de Rusia para su abastecimiento, así que ha estado buscando alternativas.

El segundo país del mundo con más reservas de gas es Irán. Irán está a la misma distancia de Rusia que Madrid de Valladolid, es decir unos 200 km. De Irán a Rusia se puede ir atravesando Azerbaiján, o Armenia y Georgia (o incluso atravesando Turquía y Georgia).

Otro lugar donde aún hay petróleo y gas sin explotar es en las antiguas provincias soviéticas, hoy países, Kazajstán, Uzbekistán y Turkmenistan. Estos hidrocarburos, al igual que los de Irán, lo desean tanto chinos como europeos. En cualquier caso, si tuvieran que llegar a Europa, podrían hacerlo atravesando Rusia, o cruzando Irán hacia Turquía, o cruzando por ejemplo, y otra vez, Azerbaiján y Georgia. De hecho, éste es el camino que recorren unos oleoductos existentes a día de hoy, el que va desde el puerto de Bakú en Azerbaiján, en el Mar Caspio, que pasa por Tbilisi en Georgia y entra en Turquía donde sale al Mar Mediterráneo por Ceyhán (BTC le llaman al oleoducto, por las siglas de los lugares que recorre); y otro que pasa también por Georgia pero más al Norte, por Gori, proveniente de Bakú, y que va a parar directamente al Mar Negro para ser allí embarcado en Supsa, cerca de Poti. ¡Petróleo de Asia que no llega a través de Rusia! Pero para eso Georgia tiene que ser proeuropeísta, no prorrusa. De eso ya se ha encargado la OTAN. Al fin y al cabo EEUU también estaría muy interesado en dos cosas: que los chinos no sean los que se lleven la mayor parte de la producción de Asia Central, sino que vaya a parar al Mediterráneo (evita dar la vuelta a África y tener que sacarlo por el estrecho de Ormuz, con la obligación de atravesar Irán); y que el petróleo y el gas natural que vayan a llegar desde Asia Central al Mediterráneo, ya que estamos, no pase por Rusia ni por Irán, para lo que obligadamente deberá pasar por Georgia y Armenia.

Georgia es importante para Rusia, como alternativa a Ucrania y Bielorrusia, para introducir petróleo y gas en Europa a través de Turquía sin tener que depender de ésas. Recuérdense los episodios de los últimos inviernos cuando Rusia quería subirle la tarifa a los ucranianos por el gas que usaban y, al negarse estos, Rusia les redujo el suministro; Ucrania, al no querer pasar frío, cortó el grifo hacia Europa para quedarse el gas, tan malos ellos. Italia temblaba, de frío pero también de miedo. Así que tanto a Europa como a Rusia les interesa encontrar otras vías de entrada. Turquía es la única y Georgia es uno de los caminos hacia ella.

Pero Georgia

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