domingo, 16 de mayo de 2010

El termómetro del crudo.

Siempre una referencia.

Los movimientos del crudo, ¿presagio de la dirección de la economía? .Por Liam Pleven

La brusca caída del precio del petróleo la semana pasada les puede dar un respiro a los automovilistas, pero también podría añadirle baches al camino de la recuperación de la economía global.

La semana pasada, el crudo declinó en cuatro jornadas consecutivas para cerrar el viernes con una baja de US$2, a US$75,11, en Nueva York y esta semana bajó aún más a cerca de US$71 por barril.

Pese al entusiasmo de algunos operadores, que vaticinaban una estabilización de la demanda de energía y por ende una recuperación más sólida de la economía estadounidense, el petróleo retrocedió a la parte media del rango de entre US$69 y US$83 en el que se ha movido durante los últimos seis meses. Para algunos, precios más bajos del crudo significan un respiro para los consumidores, que eventualmente verán bajar el precio de la gasolina, especialmente en Estados Unidos.

Sin embargo, puede que el abaratamiento del combustible no sea suficiente para estimular el consumo en el país del norte, donde la tasa de desempleo ha vuelto a rozar 10%. "No creo que cambie mucho la conducta de las personas", señala Tim Evans, analista de Citi Futures Perspective.

En su lugar, la caída del petróleo podría indicar que algunos inversionistas se habían vuelto demasiado optimistas acerca del vigor y la velocidad de la recuperación tras la crisis financiera global.

Hasta hace poco, el escenario optimista había ganado terreno en varios ámbitos. Las bolsas estaban en alza y se aproximaba el verano en el hemisferio norte, lo que se traduce en un mayor uso del petróleo y sus derivados. El derrame en el Golfo de México, asimismo, sirvió como un claro recordatorio de que podrían haber problemas de suministro.

Sin embargo, la persistente presión de los mercados sobre Europa, las dudas acerca de la fortaleza del crecimiento chino y el alza en los inventarios de crudo e importaciones de EE.UU. sugirieron que hay mucho petróleo y no tanta demanda. "Esa es la razón por la que han descendido los precios", afirma James Hamilton, profesor de Economía de la Universidad de California en San Diego. "La gente espera una menor actividad económica global".

Pese al retroceso de la semana pasada, el precio es más del doble que el registrado en febrero de 2009, cuando llegó a estar por debajo de los US$35 el barril. La posterior recuperación sirvió como un indicador de la creciente confianza de que los problemas más graves de la crisis financiera habían quedado atrás.

El súbito cambio de tendencia de la semana pasada hizo que algunos cambiaran sus proyecciones sobre el precio del petróleo a finales de año.

Los operadores que apuestan al precio del petróleo mediante opciones que les dan derecho a comprar crudo a futuro, asignan una probabilidad de 46% de que el petróleo para entrega en diciembre costará más de US$90 el barril cuando el contrato expire en noviembre. La probabilidad hace una semana era de 55%, según un informe divulgado el viernes por Deutsche Bank. El informe concluyó que los operadores piensan que hay una probabilidad de 18% de que el precio de diciembre esté por debajo de US$70 el barril.

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