Y todo porque Ben Bernanke no quiere continuar. Si el actual presidente de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, hubiera accedido a un tercer mandato, Barack Obama no hubiera tenido ningún problema. Lo hubiera propuesto para cuatro años más y así Bernanke hubiera tenido la oportunidad de ir retirando los extraordinarios estímulos que ha puesto en marcha para plantar cara a la crisis. Pero no, Bernanke rehusó esa posibilidad. Dejará el cargo en febrero. Y ahí comenzó un proceso que, a fuerza de no resolverse, va camino de convertirse en un problema para la Casa Blanca.Sobre todo, tras la renuncia de Larry Summers como candidato para suceder al actual presidente.
El sorprendente anuncio de Summers, que parecía el mejor posicionado para relevar a Bernanke, da la sensación de allanar el terreno para propiciar la llegada de Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Fed. Ahora bien, la retirada de Summers también alienta otra sospecha: si Obama se decanta finalmente por Yellen, ¿lo hace porque verdaderamente cree que es la mejor opción o porque, tras la renuncia de Summers, se ha convertido en el mal menor? A su vez, esta pregunta conecta con otra: si elige a Yellen, ¿cómo se librará ésta de la sospecha de que ha sido designada como segundo platoy sólo cuando el preferido de Obama se ha retirado de la carrera por la sucesión? Y aún más: si Yellen era la candidata de Obama, ¿por qué no la ha propuesto antes, teniendo en cuenta que Bernanke ya manifestó en marzo sus intenciones de irse cuando acabe su presidencia el 31 de enero de 2014? Considerando la importancia del cargo, que se ve reforzada esta vez por la titánica tarea que afrontará a la hora de asentar la recuperación e ir drenando los estímulos monetarios, acceder a la presidencia con esos recelos de fondo no parecen la mejor carta de presentación. 
Y por esos resquicios puede colarse la tercera vía, es decir, los siguientes nombres de la lista, que hasta ahora permanecían en un segundo plazo, pero cuyas opciones podrían crecer. Entre ellos sobresalen Donald Kohn, a quien Yellen sucedió en 2010 como número 2 de la institución, y Roger Ferguson, vicepresidente de la Fed entre 1999 y 2006. 
Llega el 'Septaper'
En medio de este enrarecido ambiente, y a la espera de que Obama tome una determinación, la Fed da comienzo hoy a una reunión clave que se prolongará hasta mañana. Sobre la mesa, principalmente, la posibilidad de que la institución aún presidida por Bernanke comience a reducir la munición de su tercer programa de estímulos cuantitativos (QE3). Por el momento, la entidad viene dedicando mensualmente 85.000 millones de dólares a la compra de deuda pública e hipotecaria, y las previsiones contemplan un recorte hasta una cifra comprendida entre los 65.000 y los 75.000 millones al mes. Es decir, el QE3 seguiría vigente, pero su potencia sería menor.
Esta posibilidad, bautizada en el mercado como Septaper -resultante de reducir el QE3 en septiembre-, encajaría con el calendario anunciado por Bernanke en junio. Hace tres meses, anticipó que la Fed manejaba comenzar aaminorar las compras a finales de 2013 antes de interrumpirlas definitivamente "a mediados de 2014"
Además, la cita será relevante porque la Reserva Federal actualizará sus previsiones económicas. En junio consideraba que la economía iba a crecer entre un 2,3 y u8n 2,6% en 2013 y entre un 3 y un 3,5% en 2014. En cuanto al paro, lo situaba este año entre el 7,2 y el 7,3% y en 2014 entre el 6,5 y el 6,8%.