sábado, 14 de septiembre de 2013

Se acabó la Gasolina?



La FED moverá ficha y empezará a retirar los estímulos ya mismo



Fernando Mañueco
Los mercados tienen cita el día 18 con la Reserva Federal de EEUU. Hay dudas sobre cuando retirará los estímulos monetarios, pero en muchos patios de operaciones se piensa que será ya mismo.





Según los últimos datos conocidos, la economía de Estados Unidos creó 169.000 puestos de trabajo no agrícolas en el mes de agosto y tan sólo 104.000 en julio. En ambos casos la cifra queda por debajo de lo que esperaban los analistas e indican que el mercado laboral no se encuentra tan fuerte como se creía. Como contrapunto, las solicitudes de subsidios por desempleo se redujeron la semana pasada en 31.000 personas en EE UU. Es su mejor cifra en diez años. Sin embargo, los analistas han puesto el dato en cuarentena. Dos estados no ofrecieron cifras fiables, ya que se está implantando un nuevo sistema de cómputo. Así las cosas, algunos gurús financieros consideran que la Reserva Federal podría retrasar o matizar sus planes para reducir sus medidas de estímulo económico. La Reserva lleva tiempo inyectando liquidez en el sistema a un espectacular ritmo de 85.000 millones de dólares al mes.
La estrategia de la Reserva es clara, pero su táctica puede modificarse. No se descarta la posibilidad de que el actual presidente de la Reserva, Ben Bernanke, que está a punto de dejar su puesto, retrase la decisión. Quizá no sea en la próxima reunión del FOMC prevista para los días 17 y 18. El FOMC es el Federal Open Market Committee, el organismo encargado de establecer la política monetaria en EE UU.
Los analistas barajan tímidamente la posibilidad de que la Reserva Federal no comience a retirar sus estímulos monetarios este mes. Está clara la intención de la Reserva Federal empezará a retirar su programa de compra de bonos, pero existe incertidumbre sobre el momento de inicio y el tempo.
Pero el sentimiento de los mercados no siempre coincide con las impresiones de los analistas. De hecho, y a pesar de los relativamente decepcionantes datos de paro en EEUU, en los patios de operaciones se da por hecho que la Reserva moverá ficha ya mismo y comenzará a recortar su programa de compra de activos. Incluso el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, defensor a ultranza de las medidas de estímulo, ha comenzado a modificar la dirección de su discurso. Considera que la Fed podría atacar los primeros recortes en su programa de compra de bonos ya en el FOMC de la semana que viene. Cree que una reducción en las compras de bonos no supondría una gran diferencia para la política monetaria. Asegura que la clave está en el monto final de las compras y no en el ritmo mensual al que se produzcan.
En los mercados se dice que el FOMC recortará -ya mismo- su inyección mensual al sistema en una cifra de entre 5.000 y 20.000 millones de dólares. Es decir, la dejará entre 80.000 y 65.000 millones al mes. Posteriormente irá acomodando la cifra a la calidad de los indicadores macroeconómicos que se vayan publicando.
De momento, se sabe que la economía estadounidense no está creciendo con tanta fuerza como se esperaba. Además del último dato de empleo, hace poco se conoció que el PIB del segundo trimestre aumentó a un ritmo del 1,7% en el segundo trimestre, una cifra que se queda por debajo de las estimaciones de los analistas. Los expertos señalan que la acumulación de inventarios justifica al menos cuatro décimas de punto de ese crecimiento, lo que podría reducir las cifras del tercer trimestre según se vaya dando salida a los stocks. Además, se ha revisado el dato de PIB del primer trimestre de 1,8 hasta el 1,1%. Es una referencia a tener en cuenta. Las teorías económicas clásicas cuantifican la relación entre crecimiento y empleo: por cada dos puntos que crece el PIB, la tasa de paro se reduce en un punto. Y viceversa.
En cualquier caso, los más optimistas aseguran que la progresiva retirada de estímulos en EE UU no afectará demasiado a los mercados. En primer lugar, porque la Reserva acometerá el proceso con mucha delicadeza y siempre apoyándose en la mejora de los indicadores económicos. Y, en segundo término, porque China podría cubrir el hueco. La economía china se desacelera, pero sigue lo suficientemente fuerte como para enjugar el impacto de las menores inyecciones de liquidez en Estados Unidos.

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