sábado, 25 de enero de 2014

Manualillos de Inversión ( 1 )

RENTA FIJA

Bonos ligados a la inflación: mejores para el Tesoro que para usted

 
El emisor público español se plantea emitir deuda indexada a la evolución de los precios para reducir sus costes de financiación y ampliar su base de inversores. Los títulos «normales» son, de momento, más rentables.  
El apetito por la deuda española, así como la necesidad del Tesoro de asegurarse financiación barata, incluso si vuelve a haber momentos de tensión, implicará un aumento de la oferta de variedades de renta fija. En la estrategia de financiación para 2013 incluye el propósito de emitir bonos ligados a la inflación, es decir, los que pagan un cupón fijo sumado a la tasa de inflación. El éxito de estos últimos entre los inversores particulares ha podido ser la inspiración para el emisor español aunque, en su caso, seguramente, la base inversora esté formada más por institucionales que por clientes finales y más por extranjeros que por nacionales. Porque éste, que sería un producto nuevo en España, ya es muy popular en el mundo anglosajón y en otros países como Francia, Italia e incluso Japón.
Pero, ¿son interesantes estos bonos? Javier Ferrer, de Ahorro Corporación, comenta que están dirigidos a los inversores que quieren proteger un tipo de interés real o, al menos, el principal de la inversión de la subida de la inflación. Podría ser un complemento ultraconservador en la cartera de este tipo de ahorradores. Y decimos «ultraconservador» porque, a vencimiento, el inversor siempre recuperaría su principal. Incluso si la inflación es negativa durante toda la vida del bono.
También es un producto atractivo para aquellos inversores institucionales cuyo negocio esté ligado a los tipos de interés y a la evolución de la inflación, como las compañías de seguros o las concesionarias de autopistas. De hecho, como afirma David Ardura, de Gesconsult, los bonos ligados a la inflación sirven para cubrir la cartera de un cambio de sesgo en la evolución de los tipos.
Este tipo de inversores, seguros y concesionarias de autopistas, serían los que se unirían a los fondos de inversión y a los fondos de pensiones. Según Félix López, de Atl Capital, es cierto que a largo plazo y mantenidos a vencimiento estos bonos protegen muy bien de la inflación, pero a corto, esta ecuación no está tan clara: si son a la italiana, el cupón fijo, el que se suma a la inflación, se ve afectado negativamente por la subida de los tipos de interés. Por eso, este experto aconseja que sólo invierta en este producto el inversor que entienda perfectamente cómo se forma su precio. De todas maneras, reconoce que la deuda ligada a la inflación es menos sensible a las expectativas sobre la evolución de los tipos de interés, porque si una parte de la rentabilidad que proporcionan se ve perjudicada por la expectativa de subidas de los tipos de interés, la otra gana atractivo. Alberto Matellán, de Inverseguros, niega que sean recomendables para los inversores particulares.
También conviene tener en cuenta a qué inflación está referenciado el bono. El Tesoro ha dicho que el IPC armonizado de la zona euro. Ahora mismo es más alto que el doméstico, pero, tradicionalmente el español ha sido más elevado. Hay algunos países en Europa en los que hay emisiones referenciadas al IPC interno y al comunitario.
Poca rentabilidad
Javier Ferrer considera que el bono ligado a la inflación en un momento como éste con una inflación en Europa en el 0,7 por ciento beneficia al emisor más que a nadie. Está claro que el Tesoro lo anuncia para reducir sus costes. Por eso, Ferrer dice que ahora mismo no sería comprador de este tipo de productos: las rentabilidades de la renta fija no indexada son mucho más atractivas. Si a la inflación le suma uno o dos puntos porcentuales, la rentabilidad resultante de un bono a diez años ahora no llegaría a un 3 por ciento, cuando ahora mismo alcanza una rentabilidad cercana al 4 por ciento. Sólo cuando mejoren las previsiones económicas de España y las expectativas de empleo, consumo y de inflación sería una buena idea apostar por este tipo de activos. No hay que olvidar que los bonos normales pagan una prima por la posibilidad de que la inflación les afecte, suban los tipos oficiales y merme su precio. En otras palabras: mientras existe el riesgo de que el cupón de la deuda «normal» llegue a no batir la inflación, los bonos indexados prometen, como mínimo, cubrir esa inflación.
¿Estaría esperando el Tesoro español a que mejoren estas previsiones para lanzar los nuevos títulos? Dice Javier Ferrer que no, que únicamente está pendiente de cuestiones técnicas, tales como el diseño de la forma de precios, así como su cotización.
Si no se fía mucho y cuando el Tesoro realice las primeras emisiones de bonos ligados a la inflación no se atreve a comprarlos o sólo están dirigidas a institucionales o, simplemente, al final no se llegan a producir nunca, siempre tiene la opción de comprar un fondo que apueste por este tipo de activos. Como vemos en la tabla de la página anterior, sus rendimientos no han brillado. El más rentable de todos, el CapitalAtWork Umbrella Fund Inflation, invierte en títulos alemanes, italianos, suecos y americanos y su cartera tiene un vencimiento efectivo de 6,87 años.
El Parvest Bond Euro-Inflation apuesta fundamentalmente por los bonos franceses e italianos. Pero también, dentro de esta categoría contamos con algún otro fondo cuyo objetivo es batir a la inflación, como el Fineco Inflación, cuyas posiciones más importantes son dos emisiones del ICO y dos emisiones del Tesoro Español. Su duración efectiva es de 2,39 años.

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