Era un 20 de diciembre cuando, a punto de cerrar el año, la empresaria Esther Koplowitz anunció que había cerrado la venta de un 3,8% de su participación en FCC, un movimiento que le permitía garantizar la viabilidad de su sociedad patrimonial, B-1988, y seguir avanzando en la estoica labor de dar la vuelta a su compañía en un tiempo récord.
En aquel momento, poco más se dijo sobre la operación, más allá de que se había realizado a un precio medio de 15 euros por título, 72,5 millones en total, y que los compradores eran dos inversores institucionales. Sin embargo, como publicó El Confidencial en exclusiva, detrás había más, mucho más. Tanto como el nombre de uno de los inversores más importantes del mundo, otra fortuna Forbes que venía a sumarse a Bill Gates en el capital de FCC.
George SorosGeorge SorosSe trataba del todopoderoso George Soros, que tras el espectalular rallyprotagonizado por la constructora la semana pasada, al haberse revalorizado un 16%, ha visto como su primer mes como socio de Koplowitz se ha saldado con jugosas ganancias.
Nada más y nada menos que una revalorización del 41% respecto al precio que pagó, ya que los títulos del grupo cerraron este viernes en 21,15 euros por acción. Aunque se desconoce el importe exacto comprado por Soros, si se da por hecho que adquirió todo el 3,8% que vendió Koplowitz, el famoso inversor húngaro podría haber cerrado este primer mes con una plusvalía latente cercana a los 30 millones de euros.
Mucho más jugosa es la ganancia que ha conseguido Bill Gates, fundador de Microsoft, en los tres meses que lleva en el accionariado, aniversario que se cumple mañana y que el genio estadounidense celebrará sobre una montaña de casi 50 millones de euros de plusvalías latentes. El empresario adquirió cerca del 6% de la autocartera del grupo el pasado 21 de octubre a un precio medio de 14,685 euros por acción, lo que le permite anotarse una revalorización ligeramente superior a la de Soros, del 44%.
Bill GatesBill GatesDentro del hermetismo que ha caracterizado al desembarco de estos dos inversores en el capital de FCC, la única afirmación oficial al respecto la dio el propio consejero delegado del grupo de construcción y servicios, Juan Béjar, cuando afirmó que "a los americanos les gusta mucho la historia de dar la vuelta a una compañía, ya que, por definición, este tipo de operaciones supone crear valor a largo plazo".
Por el momento, en el año que lleva al frente al grupo, éste ha conseguido reducir su deuda a unos 5.000 millones, cumplir un 80% del plan estratégico con casi doce meses de adelanto, reforzar el accionariado con las entradas de Gates y Soros, y refinanciar la deuda de su filial británica de medio ambiente, que asciende a 381 millones de libras esterlinas (460 millones de euros).
Pero todavía le falta el más difícil todavía: reacomodar los compromisos financieros de todo el grupo, un reto que Béjar prevé cerrar antes de terminar el primer trimestre y que cuenta ya con el visto bueno del 95% de las entidades acreedoras. FCC aspira a que el otro 5% se adhiera también de forma voluntaria, pero si fuera imposible, está dispuesta a obligarles al contar con el apoyo de la mayoría.
Todos estos pasos están permitiendo al grupo volver sobre sus pasos y, como el Ibex 35, cotizar en máximos desde mayo de 2011... y dejar pequeñas las previsiones de los analistas, que han visto cómo hace mucho que la compañía dejó atrás los 14,76 euros que le confiere el consenso de Bloomberg.