La recuperación de la economía española continúa pasando de largo en términos de desapalancamiento. Hasta el punto de que la deuda del conjunto de la economía –incluyendo tanto el sector público como el privado– se sitúa ya en el 315,5% del producto interior bruto (PIB). Es decir, 8,4 puntos por encima del nivel alcanzado al cierre de 2013. La nula inflación, que evita un crecimiento del PIB nominal, explica en parte este proceso.
Aunque en el tercer trimestre se produjo un ligero descenso del 0,3%, esto significa, según el Servicio de Estudios de Bankia, que los niveles de desapalancamiento son “difícilmente sostenibles”. Básicamente, por el comportamiento del sector público, toda vez que el privado continúa desendeudándose aun a costa de reducir su consumo.
En concreto, descendió un 1,1% en términos trimestrales, hasta representar el182% del PIB. Se trata del mínimo nivel desde 2006, en plena burbuja del crédito, que se cortó de forma abrupta tras el pinchazo de los precios inmobiliarios. La deuda pública, por el contrario, ha seguido un camino muy distinto. Alcanza ya el 133,5% del PIB, frente al 39,4% registrado en el primer trimestre de 2008.
En esa cifra se incluyen todos los pasivos financieros que suponen algúncompromiso de pago por parte del sector público. Incluidas las propias operaciones entre Administraciones, además de los créditos comerciales y otras cuentas pendientes de pago, que reflejan, entre otras cosas, los aplazamientos en los pagos que deben las distintas AAPP a sus proveedores. Por lo tanto, tiene un carácter más exhaustivo que la información que mensualmente recoge el Banco de España en términos de Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), y que supone el 96,8% del PIB. La parte positiva, destaca Bankia, es que el ritmo de aumento de la deuda pública es la menordesde finales de 2010.
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En el caso de la deuda de los hogares, aceleró su caída hasta un 1,8% trimestral, “la más intensa desde mediados de 2013”. Las familias españoles adeudan en total762.554 millones de euros (el 72,4% del PIB), nivel similar al existente en 2006. Esto significa que desde el pico de 2008 –que marca el comienzo de la crisis– el descenso se eleva a 12,5 puntos de PIB. En términos de la Rentra Bruta Disponible –comparación más precisa que la del PIB–, la deuda de los hogares cayó hasta el 111,6%.
Deuda y propensión al consumo
Esta relación es fundamental en términos económicos debido a la propensión al consumo (mayor en los niveles inferiores de renta). A mayor endeudamiento, menor gasto, toda vez que buena parte de los ingresos de los hogares debe destinarse a pagar los costes financieros derivados de sus inversiones. Además, hay que tener en cuenta que desde 2008 la deuda respecto de la renta disponible ha caído en nada menos que 22 puntos, lo que explica en buena medida el desplome del consumo durante los años de recesión.
Por lo que respecta a las empresas, su comportamiento ha sido muy similar al de los hogares. Es decir, un fuerte desapalancamiento que se ha comido, igualmente, muchos procesos de inversión o ha obligado a hacer fuertesajustes de plantilla. Las empresas deben hoy 1,16 billones de euros, lo que supone el nivel más bajo en ocho años. Ahora bien, este proceso de desendeudamiento es el menor en dos años, lo que sugiere, en coherencia con la mayor actividad económica, que las empresas están abriendo la mano del ajuste y tienen mayor acceso al crédito.
La deuda, en todo caso, no incluye a las entidades financieras, que son meras intermediarias en este proceso, ya que toman recursos para entregárselos a sus clientes a cambio de una rentabilidad.
¿Y quién financia a la economía española? Los datos del Banco de España muestran que la Posición de Inversión Internacional de España –deuda exterior neta– ha roto por primera vez la barrera del billón de euros (1.003 millones). Esta cifra equivale al 95,1% del producto interior bruto (PIB), lo que representa 2,5 puntos más que al cierre de 2013 y supone un nuevo máximo histórico.