Además de estar estancada económicamente, Europa no es feliz. O al menos no los son sus ciudadanos, ya que entre los diez países del mundo con menos personas felices seis se encuentran en el viejo continente. Se trata de Italia, Francia, Rumanía, Bulgaria, Letonia y Grecia. Tsipras –o quien gane laselecciones el próximo 25 de enero- tendrá que lidiar con un país donde solo dos de cada diez personas no son infelices.
Es el panorama global que dibuja la "Encuesta de Fin de Año 2014" que ha realizado WIN/Gallup International, representado en España por el Instituto DYM. Para realizarla, la pregunta presentada a 64.000 personas en 65 países ha sido, entre otras: "¿se siente feliz o satisfecho con su vida, infeliz o insatisfecho o ni una cosa ni otra?"
A nivel global, el porcentaje de infelices se ha mantenido estable en este 2014, 23% contra 26% el año pasado. El índice de felicidad, eso es, el balance neto entre de aquellos que se sienten felices menos los que piensan que no lo son, es del 64%.
Y es que a pesar de las malas noticias de Europa –el viejo continente se lleva la peor valoración-, la perspectiva a nivel mundial es claramente positiva. El empujón lo dan África y Asia. En ambos continentes, alrededor del  75% de la población se declara feliz o muy feliz. A nivel de países, Fiji y Nigeria se sitúan como los países con mayor número de personas en ese estado de ánimo.

Pintada en una calle de Atenas, tuiteada por el periodista Fabrizio Goria
Pero es en Oriente Medio donde se encuentran también los países más tristes: Iraq y Libano. A pesar de no sufrir las dramática situación internas de estos dos, Grecia, Rumanía e Irlanda alcanzan sus mismos niveles de personas que se declaran muy infelices o infelices.
En España, la crisis económica parece haber dejado de hacer estragos al menos en el estado de ánimo del 45% de la población, que se dice feliz. El 10%, hasta muy feliz. El dato sitúa al país ligeramente por encima de la media europea y, sobre todo, representa un salto adelante con respecto a 2013. Hace doce meses, solo el 38% de la población era feliz. Lejos queda, eso sí, el 55% de 2011.