jueves, 16 de noviembre de 2017

Atraso Social...


BERLÍN 
La recuperación del mercado laboral en la UE ha generado un «claro repunte» de la justicia social en los países miembros, pero España, a pesar de una ligera mejora, sigue en el furgón de cola de los 28, sólo por delante de Italia, Bulgaria, Rumanía y Grecia, según un estudio de la Fundación Bertelsmann.
El «Índice de Justicia Social 2017», publicado en vísperas de la Cumbre social que reunirá a los líderes europeos en Gotemburgo (Suecia), analiza un total de 38 criterios sociales y económicos y vuelve a estar liderado por Dinamarca, Suecia y Finlandia.
Los tres obtienen una calificación por encima del 7, mientras que Grecia sigue cerrando la lista con un 3,7.
España queda con un 4,96 -frente al 4,76 del año pasado- y obtiene su mejor clasificación al estudiarse la salud y la sanidad (puesto 12), pero se sitúa en el grupo de los cinco últimos países en dos de las seis dimensiones de justicia social analizadas: acceso al mercado laboral (puesto 27) y equidad en la educación (23).
En prevención de la pobreza se sitúa en el puesto 21, al igual que en justicia intergeneracional, mientras que en cohesión social y no discriminación asciende al puesto 16.
En el informe se constata que la recuperación de los mercados laborales en la mayoría de los países miembros -el desempleo en 2016 ha disminuido hasta un 8,7 % en el promedio de la Unión, desde el 11 % que se registraba en 2013- es el «motor principal» de la mejora en las oportunidades de participación, pero también que se avanza a dos velocidades.
La brecha entre el norte y el sur de Europa sigue siendo grande y en los estados del sur en crisis «niños y jóvenes continúan estando en un importante riesgo de pobreza y exclusión por encima de la media».
En el caso de España, la Fundación constata el descenso de la tasa de paro hasta el 19,7 % en 2016, desde el 26,2 % que registró en 2013, pero subraya también que el país se enfrenta a «importantes desafíos políticos para lograr una justicia social de amplia base».
«A pesar de los signos de recuperación de la brutal recesión, el mayor de estos (desafíos) sigue siendo garantizar un acceso equitativo al mercado laboral», se destaca en el informe, apuntando en concreto a los parados de larga duración y a los jóvenes.
Aunque se perciben «ligeros síntomas» de recuperación en el ámbito de la prevención de la pobreza, no hay avances radicales y, además, «sólo en Rumanía, Lituania y Bulgaria la distribución de los ingresos es más desigual», destacó en un comunicado la Fundación.
Sigue habiendo también déficits en el ámbito de la educación y, a pesar del retroceso durante los últimos años, la tasa de abandono escolar temprano se situaba en 2016 todavía en el 19 %, sólo superada por Malta.
Como elemento positivo, La Fundación destacó la «muy positiva» actitud de la población española ante los inmigrantes y valoró que, a pesar de la crisis, no hayan proliferado fuerzas populistas de derechas y xenófobas, como en otros socios europeos.
«En toda la UE se precisa liderazgo político», afirmó el presidente de la Fundación Bertelsmann, Aart De Geus, en una valoración global del estudio.
El Índice de 2017 muestra en general que ha disminuido el riesgo de verse afectado por la pobreza y la exclusión social, que afectaba al 24,7 % de la población europea en el momento álgido de la crisis, entre 2012 y 2013, y que se sitúa ahora en el 23,4 %.
No obstante, recuerda que el porcentaje representa a unos 117,5 millones de personas y se eleva en los países del sur, hasta el 35,6 % de Grecia, el 28,7 % de Italia o el 27,9 % de España.
El riesgo es aún más alto para determinados grupos sociales y el informe muestra que el 26,5 % de los niños y jóvenes menores de 18 años están en riesgo de pobreza en la UE, porcentaje que sube al 37,5 % en Grecia y al 32,9 % en España.

Según la Fundación Bertelsmann, SI persiste la recuperación de los mercados laborales cabe esperar que la brecha entre el norte y el sur de Europa disminuya en el futuro.

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