domingo, 28 de noviembre de 2010

PRISA cambia de dueño...

LA FAMILIA PIERDE LA MAYORÍA DEL GRUPO

Cebrián certifica el fin de la 'era Polanco' en Prisa con la entrada de Liberty

@D.Toledo.- 27/11/2010 (21:53h)

Fríamente, sin motivos personales. Así despachó este sábado el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, el final de la era Polanco en la compañía. “Hay que transformar profundamente la cultura empresarial, enraizada en la de una empresa de perfil familiar, para incorporarnos al saber hacer de una multinacional cotizada en los mercados internacionales”, lanzó. Minutos después, los accionistas aprobaban en una gélida Junta Extraordinaria sabatina la entrada en el capital de la sociedad americana Liberty Acquisition Holdings Corp., que dejará a la familia fundadora en el 30% del capital a cambio de recibir 650 millones en cash para cumplir ante la banca. No ayudó a refutar la impresión de fin de ciclo que la compañía presentara nuevo logo.
Sólo un accionista se atrevió a buscar la fibra sensible del presidente, Ignacio Polanco, cuya sangre atesoraba hasta ahora el 70% del capital de la empresa gestada por su padre en 1975. Juan Manuel Gil López, a la sazón miembro del Comité de Empresa de El País, apeló al espíritu fundacional y se preguntó si hace cuatro años una reunión en Moncloa con las 40 grandes empresas nacionales hubiera dejado fuera a Prisa. Sólo entonces el mayor de los hermanos pareció dispuesto a saltarse el guión. Él, siempre contenido, que vio hace apenas meses salir de la compañía a dos miembros de su familia por disputas con el consejero delegado, tomó la palabra. “Podría decir muchas cosas [silencio], pero no podemos quedarnos anclados en posiciones ya superadas”, apuntó balbuceante.
El mantra repetido en la empresa desde que se anunció la transacción es que el control no cambiará de manos. Sin embargo, el propio Cebrián no se ha ahorrado reflexiones sobre cuál es el futuro de la compañía. "Si se quiere ser global, hay que tener tamaño", aseguraba recientemente. Un planteamiento que resulta “imposible con una familia o un grupo de amigos” como únicos accionistas. Incluso este sábado, consciente del hito histórico que supone la perdida de la mayoría por parte de la familia, recurrió a un eufemismo a la hora de agradecer la disposición de los Polanco a reducir su participación. Les agradeció su “lucidez y generosidad” para continuar ejerciendo el control “desde una posición no mayoritaria”.
El fin de fiesta ya quedó clara la semana pasada, cuando se hicieron públicos los nombres del nuevo Consejo de Administración. No tanto por las entradas, en las que ganan peso los integrantes de Liberty -sociedad que incluye una veintena de firmas de inversión y hedge funds-, sino por la salida de consejeros históricos muy vinculados a la familia. Es el caso de Alfonso López Casas, que fuera esposo de Isabel Polanco, o Adolfo Valero Cascante, mano derecha del fundador. También abandona el máximo órgano de representación Ramón Mendoza Solano, hijo del ex presidente del Real Madrid, amigo personal de Jesús de Polanco.
“Pancho lo apoyaría”
El presidente quiso en su discurso hacer un guiño a mejores tiempos y utilizar su memoria para justificar una decisión más que incómoda. “No quiero terminar mi intervención sin un recuerdo de Pancho Pérez González, en esta primera Junta que celebramos sin su presencia. Estoy convencido de que apoyaría, como todo lo que él hacía, entusiásticamente, las propuestas que les presentamos”, dijo a los accionistas. Se evitó menciones más emocionales, como las que sí acometió en el último cónclave. “Quiero manifestarles el firme compromiso personal y de mi familia con este acuerdo. Esta operación va a suponer una importante dilución (…) Comprenderán el sacrifico que supone para todos, y especialmente para los socios de referencia de Prisa”, subrayó entonces.
La inyección de capital que obtendrá Prisa por la operación, sumada a las desinversiones en Santillana, Digital+ y Media Capital, permitirá a la compañía reducir su deuda en 1.900 millones de euros. A finales de 2009, el agujero de la compañía rondaba los 5.000 millones. Además, le permite cumplir con los compromisos adquiridos con su banca acreedora para refinanciar su deuda hasta 2013. El primer ejecutivo reveló este sábado que la reestructuración de la deuda “se ha hecho además a precios muy convenientes”, con un margen de 250 puntos básicos sobre el euribor. “Hemos garantizado el futuro del grupo, por lo que nos sentimos legítimamente orgullosos”, zanjó.
Algunos de los nuevos accionistas se dejaron ver en el foro, celebrado en el recinto ferial de Madrid (Ifema). Fue el caso de Ernesto Zedillo, ex presidente de México; Juan Arena, presidente de la Fundación Seres, y el intelectual francés Alain Minc. Los tres se fotografiaron ufanos con los Polanco y Cebrián al termino de la cita. El primer ejecutivo de Prisa vendió la necesidad de convertir a Prisa en un grupo global -a lo que contribuye la operación de Liberty y que empiece a cotizar en Nueva York- y en acometer una profunda transformación tecnológica, que permita a la compañía obtener el 20% de sus ingresos vía operaciones digitales en cinco años.

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