jueves, 25 de noviembre de 2010

Vecindades incómodas....

MÁS DE 80.000 MILLONES

La exposición en Portugal, suficiente para provocar la caída de España

El sector privado acapara más de la mitad de la inversión. Santander y BBVA son los principales acreedores.

25/11/2010 - 08:05 - FRANCISCO S. JIMÉNEZ


La exposición en Portugal, suficiente para provocar la caída de España.
La deuda exterior de España, tanto pública como privada, asciende a más de 825.000 millones de euros, casi 4 veces más que Grecia y tres veces más que Portugal.
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Portugal se ha convertido en la última frontera para que España termine contagiada por la crisis de deuda. La exposición al país vecino no tiene nada que ver con la de Irlanda o Grecia. El sistema financiero español tiene en Portugal 80.000 millones de euros que suponen el 5,5% del PIB.

La solución irlandesa no ha convencido al mercado. La presión sobre la deuda soberana sigue ahí recayendo todo el peso sobre Portugal y España. La rentabilidad de los bonos lusos a diez años sube al 7% y el riesgo país marca nuevo máximo respecto al bund alemán por encima de los 470 puntos básicos. Tales niveles no se alcanzaron ni cuando estalló la crisis de deuda pública griega, ni cuando a posteriori fue rescatada. Ni tampoco durante el último episodio de Irlanda. Con un déficit público del 9,6% y una deuda que alcanza el 78% del PIB que podría superar el 100% al financiar el desequilibrio de las cuentas, los inversores no creen que Portugal pueda cumplir con sus obligaciones sin ayuda. Ni siquiera están convecidos de que los 85.000 millones que ha aceptado Irlanda sean suficientes para evitar el default.
Está claro que Portugal es el siguiente en la lista para ser acusado de caer en impago y para ser rescatado. “Portugal tiene que negar públicamente que tenga la necesidad de recibir ayuda; a continuación, los mercados comenzarán a vender bonos portugueses y la tasa de retorno que los mercados exigen para invertir en Portugal se incrementará de forma significativa. Ante la coyuntura, los políticos portugueses se darían cuenta de que sencillamente no tienen dinero suficiente para pagar facturas y pedirán ayuda a la de Unión Europea y el FMI”, anticipan en un reciente informe los analistas de Saxo Bank.
Por la parte que le toca a España, es el país que más juega en el posible rescate de Portugal. Según datos del Banco Internacional de Pagos (BIP), institución que aglutina a 55 bancos centrales de todo el mundo, España es el país de Europa que mayor exposición tiene a Portugal. A cierre del primer trimestre del año, último dato disponible, la cifra alcanzaba los 80.780 millones de euros, casi el doble que Alemania y Francia, y que representa el 33% de la deuda internacional pública y privada que tiene Portugal en el sistema financiero mundial.
Para España, Portugal no sólo representa el muro de contención para evitar el contagio de la crisis de deuda soberana sino un gran problema financiero. España es el principal banco del país vecino, es decir, el principal inversor en el sector privado. De deuda pública lusa solo tiene 7.400 millones de euros, un 16% de total que tiene Portugal en manos extranjeras. La gran parte de la deuda de Portugal con España recae en el sector privado no financiero que asciende a 49.500 millones de euros.
La mayor parte de la financiación la soportan los dos principales bancos de España, Santander y BBVA. Los cálculos que maneja Financial Times, citando a un broker inglés, es que Santander tiene concedidos 33.000 millones en préstamos y BBVA, 12.000 millones. El impacto que podría ocasionar en las cuentas sería de 4.500 millones y 1.500 millones, respectivamente.
Además, las dos entidades declararon que tenían una exposición neta a deuda portuguesa de 4.846 millones en caso de Santander y de 629 millones en BBVA en las pruebas de resistencia del pasado mes de junio realizadas por el Banco Central Europeo.
Algunos expertos como los de Saxo Bank dan por seguro que Portugal tendrá que pedir auxilio. Situación que no ayudará a la percepción de España por el mercado. “Prevemos que esto ocurra en 2011, puesto que gran parte de la deuda española ha subido a efectos de refinanciación. Pero, el fondo no tiene la magnitud requerida para ayudar a España, por lo que España necesitaría firmar acuerdos de préstamos bilaterales con los principales países, tales como Alemania o Francia”.

“El Fondo de Estabilidad Europeo fue contemplado como un mecanismo temporal para apuntalar las necesidades de financiación de los países que presentaran problemas de financiación en el mercado para reducir la tensión en los mercados. La realidad es que ser asistido es una lacra tremenda en los mercados”, explica José Luis Martínez, estratega de Citi, “no es precisamente una ayuda a los países con problemas. Más bien, financiación a corto que se paga de forma demasiado cara a medio y largo plazo. Es normal que se intente evitar. Además, es la confirmación final del efecto crowding out para la financiación privada. Naturalmente, las expectativas de crecimiento se deterioran y con ello se retroalimentan las dudas sobre el ajuste fiscal a medio plazo. Un círculo vicioso del que es difícil salir”.
El fondo de la Unión Europea está dotado de 750.000 millones, de los cuales la mitad irá destinado según las previsiones para Grecia, Irlanda y Portugal. Pero, ¿qué pasará con la economía española? El principal problema que hay es que España es demasiado grande para caer. Primero, porque los 750.000 millones no es suficiente respaldo financiero. La deuda exterior de España, tanto pública como privada, asciende a más de 825.000 millones de euros, según BIP; casi 4 veces más que Grecia y tres veces más que Portugal.
Y segundo, porque Alemania ha asegurado que el capital del fondo no se ampliará en dinero ni en tiempo. Además, la normativa del mecanismo de rescate impide que más de tres países se acojan a él al mismo tiempo.

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