martes, 25 de agosto de 2015

Manualillos de Inversión ( 1 )

Caídas en las Bolsas: cuándo pararán y qué hacer mientras


Los expertos dicen que los descensos están siendo exagerados, pero se necesitarán evidencias muy claras para dar por terminado el recorte y volver a comprar acciones.mprimir
¿Qué hacer en la coyuntura actual, tras las fortísimas caídas sufridas en las Bolsas mundiales? ¿Qué hacer tras unas bajadas o en medio de unos descensos que recuerdan muchísimo a los peores momentos de la crisis financiera y que hacen pensar que China pueda ser el detonante de otra debacle como la que vino después de la quiebra sin red de Lehman Brothers? Hay opiniones para todos los gustos: algunos expertos piensan que podemos estar en un cambio de tendencia, de alcista a bajista, en los mercados. Otros consideran que el movimiento es exageradísimo por el bajo volumen negociado en bolsa y que puede ser el momento de comprar a mejor precio si es que en las carteras hay algo de liquidez sin invertir. También hay otros que apuntan que aún no hay nada claro y que, por eso, lo mejor es mantener la prudencia. Y es que, según resume perfectamente Daniel Pingarrón, de IG, nos encontramos en una situación completamente imprevisible. El potencial de China de hacer daño es muy grande, pero de momento no hay nadie que sepa cuáles pueden ser las consecuencias reales. 
"Los mercados suben y bajan en función de las noticias que aparecen pero es importante mantener la calma y no dejarse llevar por el miedo, saber en qué se está invirtiendo y por qué. Nosotros no creemos que éste sea el momento de vender. Al contrario, si usted tiene una cartera por debajo del que puede asumir y un horizonte temporal suficiente, la recomendación sería tomar algo más de riesgo aprovechando los niveles actuales", explican los expertos de Atl Capital en su blog. Rose-Marie Boudeguer, de Banca March, coincide en que, si se tiene liquidez y una exposición a bolsa inferior a la que corresponde al perfil de inversor, podría ser aconsejable incrementar posiciones en Bolsa, por ejemplo en la europea, pero con vistas al medio plazo, no como opción especulativa. Quien tenga una exposición adecuada a su perfil, lo mejor es que de momento se mantenga sin cambios. 
Los analistas de Bankinter en su informe semanal adoptan una posición más cauta y comentan: "Esperábamos un verano complicado, con Grecia y la Reserva Federal bloqueando el mercado, como efectivamente está ocurriendo, pero además de estos factores se ha sumado la preocupación por China y una nueva caída del crudo, lo que mantendrá al mercado en tensión una temporada másA priori la renta variable de los países desarrollados es una buena opción de inversión pero lo que estamos viendo estos días nos hace replantearnos la situación. Por lo pronto, los inversores más agresivos pueden aprovechar la situación tomando posiciones inversas en renta variable emergente, con un ETF inverso, por ejemplo".
En resumen: se puede aprovechar para comprar, pero quizás sea mejor esperar y seguir sacando partido a los descensos que pueden no haber terminado. Otro consejo: según Felipe López, de Self Bank, si no se han deshecho posiciones aún en Bolsa, ya hay que aguantar. "Hay un sentimiento pesimista muy generalizado, pero rebotará, no sabemos si esta semana o la semana que viene", añade este experto. 
Es cierto, rebotará, pero Óscar Germade, de BNP Personal Investors, comenta que todo movimiento correctivo tiene tres patas: corrección, rebote y vuelta a corregir de nuevo. Apenas hemos visto la primera parte, la primera corrección, tendrá que repuntar de nuevo y en la siguiente caída deberá probar los mínimos del movimiento bajista previo. En ese momento se sabrá si ha comenzado un cambio de tendencia, o no. "Nosotros no creemos que estemos ante un cambio de tendencia", afirma Germade. "La ausencia del inversor final y el poco volumen negociado propio de los meses de verano han exagerado los movimientos", añade este experto. 
En esta misma línea, Daniel Pingarrón, de IG, dice que podemos ver un rebote fortísimo, de entre un 5% y un 10% en dos o tres sesiones. Éste vendrá de la mano de China. Que ese repunte dure más o menos dependerá también de lo que ocurra en China. "Los mercados occidentales están totalmente correlacionados con lo que ocurren China", afirma. También añade: "Nos encontramos en un escenario dual: o las Bolsas siguen cayendo, o rebotan. Yo me inclino por esa segunda opción. Lo que sí que está claro es que no van a consolidar en estos niveles de pánico".
Para Jean-Sylvain Perrig, director de inversiones de UBP, la situación alcista de los mercados desarrollados aún cuenta con el beneficio de la duda, con su tendencia positiva aún sobre la mesa. La temporada de presentación de resultados fue satisfactoria, teniendo en cuenta que el crecimiento de la economía global es más débil de lo esperado. Por eso, aún recomiendan favorecer los mercados de los países desarrollados, así como sectores como el salud y el tecnológico. Pero siguen preocupados con los activos de los países emergentes. 
Quién quiera volver a la Bolsa...
Los expertos de Aberdeen también creen que ésta puede ser una oportunidad de compra. De acuerdo con uno de sus gestores, Hugh Young, la reducción de las valoraciones provocará que los gestores de fondos con exceso de liquidez consideren comprar acciones más que venderlas. Según Daniel Pingarrón, "las oportunidades son importantes". Pero precisa: "A más riesgo, más oportunidades. Hay mucho por ganar, pero también puede haber mucho que perder". 
Para quien quiera volver a la Bolsa, puede tomar nota del siguiente comentario de Germade: "El movimiento bajista en Europa es suficiente, pero en Estados Unidos no lo veo claro". Es cierto que la Bolsa americana no había comenzado a corregir de verdad hasta la semana pasada, aunque también es verdad que su comportamiento había sido mucho más discreto que el de los índices europeos. 
Hablando de niveles, Germade comenta que, de todas maneras, el S&P 500 podría caer hasta los 1.820 puntos, mínimos del mes de octubre del año pasado, aunque esta caída, en su opinión, sería demasiado exagerada. El Ibex-35, por su parte, podría llegar a los 9.600 puntos.Y en Eurostoxx 50, hasta los 3.075-3.100 puntos, que es un nivel en el que existe un soporte muy importante. 
También Felipe López, de Self Bank, cree que el selectivo español puede bajar hasta los 9.600 puntos. 
Cuándo llegará la calma
Una cuestión importante, quizás la más importante, está en qué síntomas habremos de ver en los mercados para determinar que la corrección está terminada. Ya Pingarrón advertía que hay que vigilar lo que ocurra en China. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, apunta que hay que estar pendiente sobre todo la Bolsa americana. De allí ha salido mucho dinero en la última semana (6.700 millones de dólares). Tiene que tranquilizarse y, sobre todo, tiene que volver el dinero a Wall Street. Aunque el análisis técnico apunta la posibilidad de caídas de dos dígitos en el S&P 500, cree que ese escenario no se cumplirá. Quizás ayudaría a Wall Street que finalmente la Reserva Federal norteamericana no eleve los tipos de interés en septiembre. "Aunque una subida del precio del dinero podría dar una señal de confianza en que las cosas van bien, también es cierto que puede perjudicar a la situación financiera y la Fed en ningún caso hará nada que dañe la estabilidad financiera", comenta Martínez Campuzano. De esta manera, este experto apunta que un momento adecuado de subida de tipos de interés sería con el S&P 500 entre los 2.100 y los 2.120 puntos. 
La Reserva Federal norteamericana tampoco debería subir los tipos de interés con la economía desacelerándose. Y se desacelera. De hecho, ése es el mayor daño que está haciendo China. "La ralentización es más fuerte de la que pensábamos y está teniendo impacto en el mercado de materias primas y en las compañías expuestas al país asiático", comenta Felipe López. "El mercado está poniendo en precio un menor crecimiento mundial, pero se está exagerando. Ni en Estados Unidos ni en la zona euro hay datos preocupantes. Las consecuencias no están siendo evidentes de momento", añade Rose-Marie Boudeguer. Pero, según señala José Luis Martínez Campuzano, es muy posible que después del verano se eleven las previsiones de crecimiento para lo que resta de 2015 al tiempo que se rebajan para el ejercicio que viene. Daniel Pingarrón añade: "Es una caída excesiva. No hay ninguna evidencia de qué grado de ralentización sufre China ni de la dimensión de los efectos en el resto de las economías. Estamos ante un movimiento preventivo en las Bolsas. Éstas se están poniendo en el peor escenario, en que la economía China pase de crecer a un ritmo del 7,5% y lo haga por debajo del 4%, enfriamiento que sería equivalente en sus efectos a que Estados Unidos entrara de nuevo en recesión". 
Para el analista de Citi, la desaceleración china es un hecho. Además, tiene dos problemas fundamentales: la deuda privada y la sobrecapacidad. En su opinión, estas dos cuestiones se solventarán con la mayor apertura de China a la inversión extranjera, así como con medidas que aceleren el cambio de modelo económico. 
También hay que contar con que la inestabilidad financiera, las caídas bursátiles pueden agravar la crisis económica en China. La economía financiera puede terminar dañando a la economía real.Según Martínez Campuzano, las autoridades chinas aún no están observando ese riesgo y por eso las medidas que están adoptando están siendo tímidas y, en el fondo, ineficaces para contener la sangría en la renta variable. De todas maneras, apunta que las autoridades del país tienen numerosos instrumentos para atajar tanto las caídas bursátiles como la desaceleración económica. Y, de hecho, afirma que, desde Citi, prevén bajadas de los tipos de interés así como reducciones en el nivel de reservas requerido para las entidades financieras. 
Para Rose-Marie Boudeguer, estas actuaciones podrían frenar la sangría en el país. También, la puesta en marcha de medidas fiscales, más dirigidas a la reactivación del consumo interno que de la inversión.
En todo caso, atención: hay analistas que comparan esta crisis con la asiática de finales de noventa. Otros, que consideran que el nivel de miedo en el parqué es similar al del año 2009. Y un tercer grupo que cree que en esta ocasión, como a principios de la Gran Recesión, China está anticipando una nueva crisis que no será sólo en las Bolsas, sino también en la economía real. 

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