Montoro se olvida del déficit y usará el alza de ingresos para bajar impuestos
- La recaudación ha aumentado un 4,6% en julio respecto al año pasado
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante su intervención de ayer en el Congreso. Imagen de Nacho Martín
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El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dedicará la mejora de la recaudación del próximo año, cifrada en algo más de 11.200 millones de euros, a la subida del sueldo de los funcionarios, mantener la rebaja del IRPF acometida este año y mejorar la dotación presupuestaria de las autonomías, entre otros guiños electorales que ha ido desgranando a lo largo del verano. En concreto, esas tres decisiones costarán al erario público más de 10.300 millones, por lo que del alza de la recaudación apenas se podrán dedicar 900 millones de euros a contener el déficit público.
En concreto, subir el sueldo a los funcionarios costará 798 millones de euros, y devolverles parte de la paga extraordinaria retirada en 2012, otros 250 millones. Además, el impacto de la rebaja del IRPF equivaldrá, según las propias estimaciones del Gobierno, a unos 1.500 millones de euros (Montoro aseguró que el tipo marginal de ese impuesto terminará el año que viene en el 19%, cinco puntos menos que en 2011). Y el aumento de la financiación para las regiones será de 7.800 millones de euros.
El Ejecutivo ha ido además aprobando otras píldoras que terminarán de comerse el alza prevista en la recaudación. Así sucede con los 129 millones extra para reinsertar a desempleados de 30 a 55 años o las prestaciones para viudas con dos o más hijos a cargo.
Según las proyecciones de los Presupuestos para 2016, el déficit de las Administraciones Públicas deberá situarse en el 2,8% del PIB al término del año frente al 4,2% estimado a finales de 2015. Una reducción de al menos 14.000 millones que no parece cuadrar con las previsiones del ministro de Hacienda, que ayer durante el debate de totalidad de las cuentas públicas llegó a anunciar "rebajas adicionales de impuestos" si el margen presupuestario lo permite.
De momento, Montoro pudo defender sus últimas cuentas públicas sacando pecho por un alza de los ingresos tributarios que, hasta julio, fue del 4,6%. El aumento, eso sí, lo es en términos homogéneos, es decir, sin tener en cuenta cambios normativos ni en el calendario de devoluciones. Hay partidas que están demostrando, a juicio del ministro, "que nuestro país crece ahora con velocidad". Así, la recaudación bruta de IVA procedente de las pymes sube un 11,2% respecto al año anterior.
El titular de Hacienda también apuntó para el Ejecutivo el tanto de que "todo el crecimiento se lo esté llevando la creación de empleo", al avanzar el PIB en un contexto en el que la inflación se aproxima a 0.
Discurso de tinte electoral
Durante su intervención en el Congreso, el ministro de Hacienda aseguró que esta legislatura, "en la que Mariano Rajoy evitó el rescate de España", ha servido para que se abra "de par en par" la puerta "a un futuro de bienestar". "Estos son los presupuestos que necesita España para que la maquinaria no se detenga y para que cientos de miles de españoles encuentren trabajo", manifestó en su discurso frente a los rumores de la oposición, que ha presentado doce enmiendas a la totalidad contra las cuentas.
Montoro recordó que los Presupuestos, que incluyen una rebaja del 4,4% del techo de gasto, "cumplen" con las exigencias de Bruselas y "son garantía de estabilidad económica y rigor en la gestión de lo público". "No van a defraudar a la sociedad frente a las utopías que plantean otros", aseguró, en referencia velada a Podemos e incluso al PSOE de Pedro Sánchez, a quien el ministro criticó duramente por sus pactos tras las elecciones del pasado mes de mayo.
Montoro se refirió en varias ocasiones al "carácter eminentemente social" de las cuentas públicas, que dedican 39 de cada 100 euros al pago de las pensiones; 7 de cada 100 a prestaciones por desempleo y políticas activas; y 8 más a otros gastos sociales, y se lanzó con fiereza a criticar al PSOE porque fue este partido, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, quien "despilfarró el dinero que se había ahorrado" y generó "mayor pobreza y desigualdad".
Por último, el ministro de Hacienda reconoció que la deuda pública, cercana al 100% del PIB, es junto al elevado desempleo el mayor reto al que se enfrenta el futuro Ejecutivo. Aún así, recordó que gracias al crecimiento previsto, del 3%, el ratio entre deuda y PIB disminuirá por primera vez desde 2007.
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