Trichet (BCE) se alía con Merkel y sugiere que no habrá compra masiva de bonos
@C. Sánchez - 16/12/2010
La canciller Merkel ha encontrado un aliado de primera fila. Y no es otro que Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, que ayer envió un mensaje a los mercados. Pero, sobre todo, a los gobiernos periféricos que presionan para que el Banco Central Europeo compre deuda pública. Trichet anunció que el BCE ampliará su capital en 5.000 millones, hasta los 10.760 millones de euros. Se trata de la primera ampliación en 12 años, y, según algunos especialistas, la señal que quiere enviar el BCE a los mercados es que comprar bonos obliga a ampliar capital y eso pasa factura en términos de rentabilidad de los bancos centrales.
Las ampliaciones tienen que hacerse con cargo a los beneficios que deposita anualmente cada banco en los tesoros nacionales, lo que supone una merma de los recursos del Estado. En el caso español, el banco central ganó el año pasado 2.673 millones de euros, pero una parte de los beneficios que obtenga en 2010 desaparecerán al tener que suscribir el Banco de España su parte alícuota. En concreto, y según la información facilitada ayer por el BCE, el capital suscrito por el Banco de España pasará de 478 millones de euros a 893,5 millones el próximo 29 de diciembre. En caso de que el BCE decidiera ampliar su programa de compra de bonos, eso pasaría por aumentar capital, y de ahí que ayer Trichet quisiera dejarlo meridianamente claro justo al comienzo de la reunión del Consejo Europeo de Bruselas.
El encuentro, como se esperaba, gira en torno a la canciller Merkel, presionada desde dentro de Alemania para que no afloje en sus principios de disciplina presupuestaria, y desde fuera para que haga justamente lo contrario. Nada indica que tome la segunda opción, y de hecho hay ya quien la ve en Alemania (Der Spiegel) como futura presidenta de la Comisión Europea en el marco de un mayor proceso de integración política europea. Una estrategia en la que se apoya en alguien con peso europeísta como es su ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, favorable a avanzar en la unión política. Schäuble ha llegado incluso a proponer que Francia y Alemania intercambien ya altos funcionarios en sus respectivos ministerios económicos.
Este ‘europeísmo’ de Alemania es el principal argumento que esgrime Merkel para sacar adelante cuanto antes el fondo permanente de rescate de países en dificultades. Incluso se habla de que pudiera estar listo formalmente durante el próximo mes de marzo, aunque su vigencia tardaría algo más en producirse habida cuenta de que exige cambiar algunos puntos del Tratado de Lisboa.
Tesoro público europeo
Con la entrada en vigor acelerada de ese mecanismo permanente de rescate, Merkel logra frenar las presiones que reciben Alemania y Francia (más del 40% de la eurozona) para que flexibilicen su postura sobre la puesta en marcha de un Tesoro público dedicado a lanzar eurobonos. Ni Merkel ni Sarkozy están dispuestos a aceptarlo (porque encarecería su propia deuda pública) aunque lo exija el parlamento europeo, jugando una vez más al populismo. Todos los expertos coinciden en que la arquitectura institucional y legal europea no están preparadas para traspasar parte de la soberanía presupuestaria (el corazón de las competencias de los gobiernos) a una agencia de nueva creación que por definición no tendría carácter democrático.
Lo que ayer se aprobó es que el fondo permanente sustituirá al mecanismo temporal de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda. El cambio consiste en introducir una frase en el artículo 136 del Tratado, que versa sobre la eurozona, en la que se dice que "los Estados miembros cuya moneda es el euro pueden crear un mecanismo de estabilidad para salvaguardar la estabilidad de la eurozona en su conjunto. La concesión de ayuda financiera del mecanismo estará sujeta a condiciones estrictas".
Finalmente no se ha introducido una referencia a que este mecanismo se utilizará sólo "como último recurso", tal y como pedía en principio Alemania, explicaron las fuentes a la agencia Efe. Los líderes europeos encargarán a los ministros de Economía de la UE que definan antes de marzo todos los detalles del mecanismo permanente, como su dotación o las condiciones de uso. Y en el Consejo Europeo de marzo procederán a su adopción, tras recibir la opinión de la Comisión, el Banco Central Europeo y la Eurocámara.
Todos los Estados miembros deberán ratificar los cambios en el Tratado antes de finales de 2012 y, como se interpreta que el mecanismo no supone una cesión de poderes a la UE, se espera que ni siquiera Irlanda deba convocar un referéndum. La modificación entraría en vigor en enero de 2013 y el mecanismo permanente entrará en vigor en junio, cuando expire el actual, que está dotado con 750.000 millones de euros.
La principal novedad del fondo permanente es que contemplará la participación, "caso por caso" y "como último recurso", de los bancos privados cuando haya que asistir financieramente a algún país de la eurozona. Es decir, se abre la puerta a que se apliquen descuentos a los bonos de deuda pública si el Estado no puede pagar.
El acuerdo, alcanzado por los ministros de Economía el pasado 28 de noviembre, suaviza las pretensiones iniciales de Alemania, que exigía la participación del sector privado en todos los rescates, lo que según ha denunciado España agravó la crisis de deuda de la eurozona en noviembre y precipitó el rescate de 85.000 millones de euros para Irlanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario