En julio de 2005, Pekín dio un paso histórico. Levantó el anclaje que su divisa, el yuan, había mantenido contra el dólar en los diez últimos años. Avanzaba así una progresiva flexibilización de su moneda, acorde con la renovación financiera que iba a protagonizar el gigante asiático. Pero las autoridades chinas también dejaron claro desde el principio que no iban a perder la cabeza con la revalorización de su divisa. Casi diez años después, lo siguen demostrando, porque el yuan va a cerrar 2014 con la mayor caída anual de su divisa contra el dólar estadounidense desde 1994... aunque sin que eso impida un notable fortalecimiento del yuan contra la mayoría de las restantes divisas mundiales. 
Porque el yuan ha vivido dos realidades paralelas en 2014. La que más focos atrae es la que mantiene contra el dólar. La divisa estadounidense sigue siendo el espejo en el que Pekín se mira para conducir la evolución de su divisa. Y como en 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers empujó a las autoridades chinas a aparcar la apreciación del yuan hasta que se despejara el panorama financiero, en 2014 han entendido que lo mejor era tomárselo con calma. 
Por este motivo, el yuan, que acabó 2013 comprando 0,165 dólares -a la inversa, 6,05 yuanes por dólar-, enfila la recta final de 2014 adquiriendo solo0,16 dólares -6,22 yuanes por dólar-. Por el camino, una caída del 2,8%, la mayor en un año desde que China devaluó el yuan en 1994 y lo ancló con un cambio de 8,277-8,28 yuanes por dólar, que fue el que estuvo vigente hasta julio de 2005. 
¿Por qué ha frenado Pekín a su divisa? Por varios motivos. El primero, el enfriamiento de la economía china. Aunque son las propias autoridades las que están promoviendo un menor crecimiento, no quieren echar demasiada leña al fuego con una divisa más fuerte. El segundo, el descenso de lainflación. En noviembre, la tasa interanual se redujo hasta el 1,4%, la más baja desde 2009.

¿Y CONTRA EL RESTO?

Pero China se ha vuelto a encontrar con un problema. Por mucho que el dólar sea su referencia y que el yuan haya caído contra la divisa estadounidense en 2014, ambas monedas no están solas en el mundo. Y como el dólar está siendo la divisa más fuerte del año y sube con fuerza contra la mayoría de las principales  monedas, el efecto arrastre que el billete verde ejerce sobre el yuan ha provocado que la divisa china también haya sido una de las más fuertes del mundo en 2014.
Y esta ha sido la segunda realidad cambiaria del año para China: la fuerte revalorización que acumula contra la mayoría de las divisas. Contra el yen japonés se revaloriza un 11%, hasta los 19,3 yenes; contra el euro, un 9%, hasta los 0,131 euros; y contra la libra esterlina, un 4%, hasta las 0,103 libras. Y lo mismo contra las monedas emergentes. Contra el rublo se dispara un 63%, contra el real brasileño se revalúa un 9,5% y contra la rupia indiafirma unas tablas