sábado, 10 de octubre de 2015

Los desacuerdos en la Izquierda se pagarán en la Urnas....


La fractura de la izquierda garantiza tres diputados a PP y PSOE el 20-D

El politólogo Pablo Simón destaca las fuerzas parejas de IU y Podemos en Asturias

Carlos Vara
¿Merece la pena electoralmente la confluencia, la unidad de la izquierda? Depende, y mucho, del tamaño de la provincia donde concurra la candidatura. En aquellas más pobladas, donde el mayor número de escaños a repartir garantiza una cierta proporcionalidad, no hay realmente una gran diferencia entre los resultados que dos fuerzas afines pudieran lograr juntas o por separado; pero en las provincias más pequeñas, con un número reducido de escaños, una pequeña diferencia de votos puede descabalgar a un partido de su asiento en el parlamento y las candidaturas de unidad pueden llegar a restar una gran representación a los partidos mayoritarios.
Éste es el caso de Asturias, tal y como explica el politólogo Pablo Simón, quien estimó que una hipotética candidatura conjunta de IU y Podemos en el Principado podría llegar a "rascar entre dos y tres escaños" al PP y al PSOE. En otros territorios puede ser más sencillo un "voto estratégico" en el que los votantes, ante dos formaciones similares que se presentan por separado, opten --como se ha conocido tradicionalmente como 'voto útil'-- por aquella con más posibilidades de conseguir representación. En este sentido, señaló Simón, en numerosas provincias es Podemos quien tiene más posibilidades de captar un voto que normalmente hubiera sido para IU, pero en Asturias donde la coalición de izquierda resistió mejor que en ningún otro territorio durante los pasados comicios municipales, las fuerzas están más parejas. "El voto estratégico funciona muy bien cuando hay una distancia notable entre el partido más viable y el que no --destacó el politógo-- pero en Asturias eso no está tan claro, los votantes van a estar más desconcertados y se puede mitigar ese efecto porque al no estar claro me quedo con los mismos de siempre".
La situación asturiana es particular. Al igual que en el conjunto del Estado, Podemos ha descartado participar en las primarias de Ahora en Común, a las que sí concurrirá IU (en este caso, el candidato será el coordinador regional, Manuel González Orviz) pero el portavoz parlamentario y candidato en los pasados comicios autonómicos, Gaspar Llamazares, es uno de los principales críticos de esta estrategia que en varias ocasiones ha calificado de "equívoca" y que no percibe como claramente de izquierdas. A ello se ha sumado el desplante a nivel nacional de Podemos hacia el candidato federal de IU, Alberto Garzón, con quien rompieron conversaciones la semana pasada.
"A Podemos le interesan alianzas estratégicas con grupos autonómicos, como la Chunta o Compromís, pero que no participan en la arena nacional donde sí está IU. Pero de todos modos IU podría aportarles muy pocos escaños, quizá dos en Andalucía, quizá uno en Madrid o en Asturias, pero es una contribución muy pequeña, ¿les interesa eso? Yo creo que han hecho el cálculo de que la confluencia no les interesa pero además desde el minuto cero, no ahora", explicó Pablo Simón.

Modelo sueco

Respecto a la reforma electoral que se plantea en esta legislatura en el parlamento asturiano, Simón destacó que lo más interesante de este modelo es que permitirá la competencia interna de los diputados de una misma lista para lograr el respaldo de sus votantes. El denominado "modelo sueco", que ahora se debate en la Junta General con esencialmente la participación de PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos contempla el desbloqueo de las listas de manera que permitirá a los votantes elegir el orden de preferencia de los candidatos entre los puestos 2 y 10. "En realidad esto es muy comun en la mayoría de Europa, la anomalía aquí es que los diputados hacen poco trabajo a la hora de hacer campaña. En Bélgica, por ejemplo, los candidatos reparten a pie de calle el programa de su partido pero con su foto y su número de teléfono, para que los ciudadanos puedan dar sus opiniones, aportaciones, es totalmente distinto porque se personaliza la política de forma mucho más intensa porque merece la pena el esfuerzo para conseguir que marquen tu casilla", explicó Simón.
Dos son las ventajas que puede permitir el nuevo modelo que previsiblemente se apruebe en Asturias. Una es que los votantes más informados podrán elegir directamente a sus candidatos preferidos; y la segunda es que se abre una vía de información interna para los partidos a la hora de conocer cuáles de sus candidatos son más rentables electoralmente. Según el politólogo, en Europa, el cambio tras la selección de los votantes respecto a la oferta inicial de los partidos mueve las listas en un porcentaje pequeño, alrededor del 5% "y está bien porque los partidos no pueden perder el control total de sus candidaturas, pero se les mete un poco de miedo" para estar más pegados a la calle. Pablo Simón participó como experto asesor en los debates sobre la reforma electoral en Asturias la pasada legislatura. Esta reforma no salió adelante por la falta de apoyo de los grupos conservadores (PP y Foro) y el PSOE se echó atrás provocando la ruptura del pacto de legislatura con IU y UPyD. 

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