sábado, 24 de enero de 2009

Contra mediática british.

Tanto vá el cántaro a la fontana de Cambridge que.....

La economía británica, en picado
Publicado el 23-01-2009 , por Financial Times
Según Wilkins Micawber, el siempre optimista personaje de Dickens, si los ingresos son de 20 libras anuales (21,3 euros) y los gastos ascienden a 19 libras, 19 chelines y seis peniques, el resultado es positivo. Si, por el contrario, los gastos ascienden a 20 libras y seis peniques, el resultado es desastroso. La economía británica cayó un 1,5% en los últimos tres meses 2008 – su mayor descenso desde 1980. Si seguimos la teoría de Micawber, este año sera aún peor.

Pensemos en la economía británica como si estuviera compuesta por 24 millones de hogares de Micawbers. En 2007, en pleno boom crediticio, tomaron prestados 130.000 millones de libras para hacer frente a sus hábitos de gasto. Fortalecida por esta tendencia, la economía británica creció un 3%, a pesar de que ya comenzaban a sentirse los efectos de la crisis subprime. La ralentización crediticia no comenzó a materializarse hasta el verano de 2008. Desde entonces, la caída de la concesión de créditos ha sido espectacular. Según los datos del Banco de Inglaterra, los préstamos hipotecarios cayeron de los 10.000 millones de libras mensuales a 2.000 millones de libras mensuales.

Impertérritos, los Micawber británicos gastaron sin temor en el periodo previo a las fiestas navideñas. Como no podían pedir más préstamos, optaron por recortar el gasto en pensiones y seguros y por vender acciones y bonos. No obstante, esta actitud no puede prolongarse durante mucho tiempo. Llega un momento en el que el ahorro de las familias se agota. En 2009, para mantener el gasto al mismo nivel de los últimos años, los Micawber británicos necesitarían 130.000 millones de libras. Dada la actual situación de los mercados, parece algo imposible.

La alternativa para los hogares es recortar sus préstamos hasta donde llegue el crédito, cantidad que ascendería a 30.000 millones de libras anuales. Sin embargo, según el economista Andrew Hunt, esta opción conllevaría una drástica caída del 11% del consumo con respecto a los niveles de 2007. Dado que el consumo representa el 62% del PIB, eso implicaría una caída de casi el 7% para la economía.

Es cierto que las exportaciones están creciendo, gracias a la devaluación de la libra, y que el gasto gubernamental ha aumentado. Aun así, esos desalentadores cálculos ponen de manifiesto por qué motivo las autoridades británicas insisten tanto en que los bancos vuelvan a conceder préstamos. Por desgracia, ese es el motivo por el que las previsiones que apuntan a una caída de solo el 2,4% de la economía parecen llevar la impronta de Micawber.

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