jueves, 23 de abril de 2009

La U V I preparada.

Las Cajas ya tienen plan y depósito para su salvación, que empiece el baile!

El fondo de rescate de cajas contará con 40.000 millones y los bancos no tendrán que poner nada
Gobierno, fondo reestructuración, cajas de ahorros, FAAF, crisis, Banco de España

@E. Segovia / C. Hernanz - 23/04/2009 06:00hDeja tu comentario (5)
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El fondo de rescate para el sistema financiero, fundamentalmente destinado a cajas de ahorros, contará con un volumen aproximado de 40.000 millones de euros, según fuentes de toda solvencia, de los que las entidades tendrán que poner una mínima parte. En efecto, este importe saldrá casi en su totalidad del excedente del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), unos 30.000 millones, y de las dotaciones actuales del Fondo de Garantía de Depósitos, cuyo patrimonio ascendía a 7.200 millones de euros al cierre de 2008.

El Gobierno tiene preparado el Real Decreto que da carta de naturaleza a este fondo y podría aprobarlo en el Consejo de Ministros de este viernes, pero algunas fuentes señalan que la nueva vicepresidenta, Elena Salgado, quiere introducir modificaciones, lo que podría retrasar su aprobación. Además, la tramitación irá separada de la referoma prevista para el marco regulatorio de las cajas de ahorro, como han confirmado a este diario distintas fuentes financieras. "La ministra quiere hacer suyo el plan y está trabajando en ello. No esperamos que esté listo antes de un mes".

La creación de este fondo fue consensuada originalmente entre el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y por el anterior vicepresidente, Pedro Solbes, y se pidió opinión al Partido Popular, a través de Cristobal Montoro, para lograr un consenso sobre una medida tan importante. Sin embargo, la salida del titular de Economía ha alterado los plazos del plan de contingencia, creado para recapitalizar aquellas entidades cortas de recursos propios ante el crecimiento de la morosidad, aunque también podría utilizarse para comprar activos tóxicos -créditos de dudoso cobro o incluso inmuebles-; lo que sea necesario para evitar nuevas intervenciones.

El Gobierno ha decidido que no habrá más subastas del FAAF porque las entidades han cubierto sus necesidades de liquidez más perentorias -necesidades que se han reducido drásticamente con el cierre del grifo del crédito- y porque este sistema de subastas nunca ha gustado demasiado a las entidades: sólo podían vender titulizaciones y cédulas hipotecarias de máxima calidad (no activos tóxicos), y además han tenido que pagar al Estado un tipo de interés muy elevado. En total, el Fondo ha adjudicado 19.341 millones de euros, lo que deja 30.659 millones libres para destinarlos a este nuevo vehículo; el FAAF está habilitado presupuestariamente con 50.000 millones, aunque inicialmente sólo pusiera 30.000 a disposición del sector.

El resto del dinero del nuevo fondo, que parece que se llamará de contingencia, saldrá del actual Fondo de Garantía de Depósitos. Al cierre de 2008, su patrimonio ascendía a 3.971,5 millones en el caso de las cajas de ahorros, 2.641,1 millones en el de los bancos y 588,6 millones en el de las cooperativas de crédito (cajas rurales). En total, unos 7.200 millones. La diferencia hasta 40.000 millones es lo que tendrán que aportar las entidades, en todo caso una cifra muy alejada de los porcentajes del 25% del fondo con que se ha especulado.

La creación de este fondo ha sido solicitada reiteradamente por el presidente de la Confederación de Cajas de Ahorros, Juan Ramón Quintás, que ayer mismo insistió en ello: "Estoy muy satisfecho de que haya cambiado la postura monolítica de que el FGD era suficiente para todo, y que ahora se asuma que hay que complementarlo con otras medidas", afirmó en el encuentro del sector financiero organizado por Deloitte y ABC.

Rechazo frontal de los bancos

Sin embargo, los bancos han rechazado de plano el rescate de cajas en dificultades, y mucho menos poner dinero para ello. Al final, la ronda les saldrá casi gratis. En el mismo encuentro, el presidente de la AEB, Miguel Martín, pidió que las aportaciones públicas de capital se usen "para fortalecer al sector en su conjunto, no para salvar entidades individuales". "Y si se inyecta capital en una entidad, debe precisarse desde el principio que deberá devolverlo", añadió.

Ése es uno de los grandes riesgos de la fórmula elegida por el Ejecutivo para dotar el plan de rescate de las cajas: en el caso del FAAF, estaba muy claro que se trataba de un préstamo, porque los activos comprados lo eran temporalmente o bien tenían un vencimiento a tres años, al cabo de los cuales el Estado recuperará su dinero. Sin embargo, en las inyecciones de capital o en las compras de activos está mucho menos claro que el Estado vaya a recuperar el dinero de los contribuyentes alguna vez.

Otra duda es cómo se va arbitrar la recapitalización en unas entidades sin acciones como son las cajas de ahorros. Quintás siempre habla de participaciones preferentes (instrumentos de deuda perpetua que computan como capital), e incluso el Banco de España está dispuesto a elevar su peso máximo en el Tier 1 desde el 30% actual hasta el 40%. Pero también se baraja un cambio de la Ley de Cajas por la que el Estado podría comprar cuotas participativas con derechos políticos, lo que le daría participación en la gestión de las entidades.

En todo caso, las fuentes consultadas aseguran que es imprescindible reforzar al sector ante la segunda oleada de morosidad que se avecina: después de los inmigrantes y los promotores inmobiliarios, llegan los hipotecados nacionales que se han quedado en paro. Y dado que la primera oleada -que ha llevado la tasa de mora al 4,65% en las cajas y al 4,2% en los bancos- ya se ha comido la mayor parte del colchón de las provisiones genéricas, y que falta por provisionar el grueso de esa morosidad, que se dota al segundo año, va a ser imprescindible recapitalizar a numerosas entidades.

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