Tarjetas blacks, concupiscencia con los abusos de los consejos de administración de las cajas, presuntas facturas falsas, uso irregular de los fondos para cursos de formación o su papel en los ERE de Andalucía. La lista de escándalos que salpican a CCOO y UGT han sacudido con fuerza las primeras elecciones sindicales de las antiguas cajas de ahorro, ahora reconvertidas en bancos, hasta el punto de que se ha roto la bicefalia que había imperado durante las últimas tres décadas en el sector.
Los independientes han conseguido romper este particular bipartidismo al haberse convertido CSICA en la segunda fuerza, con el 25% de los delegados, lo que supone desbancar a UGT, que ha caído hasta el 16,3% y ve como le pisa los talones el otro gran sindicato independiente, CIC, que ha logrado el 15,5%. CCOO consigue mantenerse como primer representante de los trabajadores, con el 33,8%, pero también sufre con dureza la pérdida de apoyos de los empleados del sector, que han visto cómo se han destruido más de 45.000 empleos en lo peor de la crisis financiera.
Estos números, no obstante, son todavía provisionales, ya que aún faltan las impugnaciones y, según ha podido saber este medio, en entidades comoLiberbank, CatalunyaCaixa y Abanca las espadas están en alto. Este ajuste fino es crucial para los dos grandes sindicatos, que corren el riesgo de perder ya no sólo su bicefalia, sino la mayoría que hasta ahora han sumado entre los dos, si terminaran cayendo por debajo del 50%.
La irrupción de CSICA como segunda fuerza del sector y el crecimiento de CIC, que ya pisa los talones a UGT, colocan a los dos grandes sindicatos al borde del abismo, hasta el punto de que puedan llegar a no sumar ni el 50% entre los dos de cara a la constitución de la próxima mesa del convenio
Con las cifras actuales –cada sindicato ha publicado las suyas, sin haber todavía un cómputo definitivo oficial–, CCOO y UGT han logrado salvar este listón in extremis, al sumar el 50,1% de los delegados (frente al 65% de hace cuatro años), lo que sigue confiriéndoles todo el poder de cara a la negociación del próximo convenio, ya que se bastan ellos dos solos para sacar adelante las propuestas.
Pero la suma de sus fuerzas ha quedado tan al borde del precipicio que cualquier mínimo ajuste a la baja les haría perder este histórico poder, lo que permite pronosticar una encarnizada lucha en forma de impugnaciones. De hecho, ya en la forma en la que se han ido comunicado los resultados por parte de los dos grandes sindicatos se han dejado ver muestras de nerviosismo, con prácticas como la de desmembrar los votos de los sindicatos independientes, que se agrupan a modo de confederaciones, en sus diferentes partes, tapando así la foto en la que se ve como los colores de CCOO y  UGT no ocupan ya las dos primeras posiciones.
Más llamativa es la manera que ha tenido el sindicato todavía liderado porCándido Méndez de sumar su número total de delegados, al haberseanexionado los que obtuvo hace cuatro años en aquellas entidades cuyas elecciones no se celebraron ayer, sino que se celebrarán entre diciembre y febrero –Kutxabank, Ceiss e Ibercaja–. Una manera de leer los datos que tiene truco, y no sólo porque mezcla procesos diferentes, sino porque los comicios que se celebrarán en estas entidades jugarán papeles muy diferentes de cara a la negociación del próximo convenio y, por tanto, de cara al peso efectivo que tendrán los sindicatos en la defensa de los intereses de los trabajadores.
Campaña de movilización social e institucionalCampaña de movilización social e institucional
Las cajas vascas tienen su propio convenio, mientras que las elecciones en Ceiss serán después de que se constituya la mesa de negociación del próximo convenio, inicialmente prevista para el próximo 20 de enero. Todo estoconvierte a los comicios que celebrará Ibercaja el próximo 15 de enero en determinantes para romper definitivamente la posición dominante de CCOO y UGT en el sector del Ahorro,
Como ocurre en todas las entidades que aglutinan varias fusiones puede haber sorpresas y nadie se atreve a anticipar que puede ocurrir. Dicho con otras palabras, está por ver que UGT consiga mantener los resultados de 2010 y que los comicios aragoneses no se conviertan en otro calvario para los dos grandes sindicatos. En esta ocasión, definitivo.
En la antigua Caja3, UGT era la fuerza mayoritaria por delante de CIC, que, a su vez, conseguía el grueso de su fuerza en la desaparecida CAI, con el 40% de los apoyos. Este sindicato, el único que se ha personado en las diligencias abiertas por los casos de Bankia, las cajas gallegas, Banca Cívica, Caixa Tarragona, Caixa Catalunya, Caja Segovia y CAI, puede terminar jugando un papel crucial en la definitiva pérdida del poder de CCOO y UGT en el sector financiero, ya que gran parte de su fuerza está en Zaragoza.